¿Pensando en cambiar de trabajo o a punto de empezar en un nuevo proyecto profesional? Puede, en un primer momento, resultar un cambio complicado, dado que se precisa de una adaptación a un nuevo entorno, a un nuevo plan de trabajo, a nuevos compañeros, a nuevos objetivos, etc. Pero no es momento de preocuparse, es momento de aprovechar al máximo todos los beneficios asociados a este nuevo paradigma que se presenta.

¿Qué oportunidades se abren al cambiar de trabajo y cómo aprovecharlas?

Lo más importante es verlo como una gran oportunidad, como un proceso positivo capaz de aportarnos grandes beneficios derivados del constante aprendizaje que supone enfrentarse a nuevos retos.

Antes de determinar cuáles son estas ventajas, es importante conocer aquellas situaciones que nos incitan a llevar a cabo una transformación tan rotunda como es un cambio de puesto de trabajo. Las razones principales por las que se suele tomar esta decisión son: desmotivación o falta de estímulos para realizar las tareas pertinentes, continua sensación de aburrimiento y desilusión, alcanzar el límite de avance en un puesto o compañía, encontrarnos lejos de nuestros objetivos o, incluso, cambios llevados a cabo en la propia empresa.

Si se comienza a notar algo de esto, es importante plantearse si la situación puede mejorar sin realizar un cambio radical o si, por el contrario, es necesario cambiar de trabajo para solucionar el problema.

En caso de que la respuesta sea la segunda opción, es momento de comenzar la búsqueda de trabajo y, posteriormente, las negociaciones salariales, teniendo en cuenta lo que cobran otros trabajadores del mismo rango, así como lo que ofrecen otras empresas del mismo sector.

Ahora bien, una vez se ha conseguido llegar a un consenso sobre el salario, ¿qué oportunidades se encuentran al cambiar de empleo?

• Principalmente, un gran crecimiento tanto a nivel profesional como personal. Conocer un nuevo puesto de trabajo y fijarse unos nuevos objetivos puede llevar a ampliar la perspectiva de futuro.
• Ofrece la posibilidad de mejorar la flexibilidad de un trabajador, ayudando a que se adapte mejor a nuevos cambios que pueda vivir.
• Empezar en un nuevo puesto de trabajo, generalmente, conlleva un cambio de compañía, o bien de departamento dentro de la misma empresa, lo que implica conocer a nuevas personas, incrementando la red de contactos, que puede ser sumamente positiva para el futuro laboral.
• Las nuevas tareas y nuevas responsabilidades suelen llevar ligada una mejora profesional.
• Además, generalmente, un cambio de trabajo suele llevar asociado un aumento salarial, lo que puede ayudar a mejorar la economía personal y familiar y el estilo de vida.

Una buena forma de aprovechar al máximo este aumento de sueldo es abrir una cuenta nómina, dados los múltiples beneficios que pueden estar asociados a esta, tal como se verá a continuación.

¿Cómo puedes sacar el máximo partido a tu nómina?

Ser contratado en un primer empleo o bien el momento de cambio de trabajo son dos situaciones idóneas para abrir una cuenta en la que te beneficie tener una nómina domiciliada. Muchas entidades ofrecen lo que en ocasiones se denomina “cuenta nómina”, esta es una cuenta bancaria destinada a domiciliar la nómina de un empleado asalariado o bien la pensión u otras prestaciones sociales. Además, no solo se trata de una cuenta donde depositar estos ingresos, sino que también puede ofrecer algunos beneficios al titular de la misma, que dependerán del banco y cuenta concreta, tales como:

• Domiciliación sin coste de distintos tipos de recibos.
• Beneficios por tener  estos recibos domiciliados. 
• Se suele ofrecer la posibilidad de disponer de una tarjeta de crédito y/o de débito con unas condiciones más beneficiosas. 
• Mejores condiciones a la hora de realizar transferencias. 
• La no aplicación de comisiones de apertura, cierre y/o mantenimiento o la aplicación de unas comisiones más bajas. 
• Por último, la entidad bancaria donde se encuentra abierta la cuenta nómina suele ofrecer mejores condiciones al contratar otros productos.

Pero esta no es la única manera de sacar el máximo partido a una nueva nómina resultado de un cambio de trabajo.  Y es que otra gran opción con la que te puedes beneficiar es a través del excedente para ahorrar.

Es aconsejable establecer unos objetivos claros de ahorro antes de comenzar con dicho proceso. Una buena forma de ahorrar es hacerlo al cobrar la nómina y no a final de mes, puesto que esto ayudará a que se fije una cuantía fija de ahorro mensual y que esta no sea utilizada.

Se puede destinar un porcentaje de la nómina -un 10%, por ejemplo-  al ahorro. Además, se puede aprovechar el aumento salarial para destinar un tanto por ciento superior al ahorro. 

De este modo, se puede determinar que un cambio de trabajo puede suponer grandes oportunidades a nivel profesional, personal y también económico. Todo ello en conjunto puede llevarnos a encontrarnos más cómodos con nuestro nuevo empleo, llegando así a incrementar nuestra motivación y productividad, creando un bucle sumamente positivo, ¿no te parece?