19.04.2024 |
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Los comerciantes no ven aún mucho cliente, pero sí su apoyo

Una dependienta protegida atiende a una ciudadana interesada en electrodomésticos. / J. Ramón
Una dependienta protegida atiende a una ciudadana interesada en electrodomésticos. / J. Ramón
Los comerciantes no ven aún mucho cliente, pero sí su apoyo
Los propietarios de los pequeños comercios de Cantabria han reabierto sus tiendas “con mucha paciencia y muchas ganas” y, aunque no ven movimiento, sí perciben el apoyo de los clientes, pero rechazan la política de rebajas, que muchos han decidido no seguir.

Varios comerciantes que tienen distintos establecimientos en la región han explicado a Efe cómo están afrontando la reapertura de sus negocios después de más de dos meses cerrados y hablan de cómo creen que va a ser el comercio de cercanía tras la covid-19.

El portavoz de la federación cántabra que agrupa a muchos de estos minorista (Coercan), Gonzalo Cayón, destaca que hay “mucha seguridad” en los establecimientos cántabros y reconoce que “todos están siguiendo escrupulosamente el contenido de las guías facilitadas por el Gobierno de Cantabria”.

Explica que “hubo un empuje de bastante importancia" de clientes cuando se empezó a poder salir a la calle, porque, además, se apostaba por el comercio de cercanía, pero la situación se ha normalizado.

Cayón espera que con la llegada de turistas en julio y agosto se visite más los comercios, porque considera que "de ello dependerá la supervivencia de gran parte de los pequeños comercios”.

Vicente Trueba, propietario de una tienda de moda en el centro de Santander, lamenta que la afluencia de público esté siendo “muy baja”, aunque reconoce que la gente “está muy concienciada en ayudar al pequeño comercio” y, por ello, supone que de cara al futuro, “con mucho esfuerzo y ayudas del Gobierno, las cosas irán a mejor para todo el mundo”.

Este comerciante han decidido anunciarse por redes sociales, ya que considera que es “la mejor manera de desarrollar una inversión con un mínimo de dinero”, pero es uno de los que descarta las rebajas, que cree que este año no debiera haber habido.

Una máquina de ozono, mascarillas, pantallas -para él y en las cajas-, geles y un aforo limitado son las medidas que ha adoptado Trueba, lo mismo que Paula Gómez, gerente de un grupo de zapaterías de la capital cántabra, que también facilita plásticos a los clientes para probarse el calzado y mantiene "en cuarentena" aquellos que ya han pasado por los pies de algún posible comprador.

Gómez ha visto, desde hace más de un mes que abrió, “una respuesta positiva” del público, que asegura que actúa con "todo tipo de prevención".

Reconoce que la mayor campaña que está haciendo es a través de la tienda online y en las redes sociales y, aunque lamenta las rebajas, considera que “si la competencia va a tener descuentos", habrá que ponerlos, porque si no "no se venderá”.

Paula Gómez ve el futuro “verdaderamente incierto” y “un 2020 difícil y con mucha inseguridad”.

Amada Lois, dueña de una corsetería de Santander, se niega a hacer rebajas puesto que defiende a “los fabricantes pequeños que también tienen serios problemas”, pero mantiene esperanzas de que los próximos meses sean buenos.

A pesar de la situación, la emprendedora Carolina Hontañón ha decidido abrir, como tenía en mente desde hace un año, un negocio de venta de antigüedades y decoración 'vintage' en Torrelavega.

Reconoce a Efe que “no esperaba que fuese a funcionar tan bien”, pero está "yendo mucha gente y gustando mucho”, por lo que desea salir de la crisis sanitaria “lo antes posible y sin recaídas” para que la tienda “siga funcionando”.

Esta emprendedora también se apoya en las redes sociales y en los precios “muy competitivos” para atraer a la clientela, aunque considera que “luego con el boca a boca es como mejor funciona”.

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