El Gobierno de Cantabria regulará en los próximos dos meses el teletrabajo en la administración, que no tiene regulado como tal pero que en términos generales ha funcionado "muy bien" durante estos meses de estado de alarma por la pandemia del coronavirus.

Se trata de una modalidad que "ha venido para quedarse", como ha evidenciado este miércoles la consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández, a preguntas de los periodistas por este asunto.

La responsable del área ha asegurado que la Comunidad Autónoma va a tener en los próximos dos meses una regulación propia del teletrabajo en la administración general, para lo cual la región va a participar en el grupo de trabajo formado por la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, para la reforma del Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) e introducir esta fórmula.

Por lo pronto, en Cantabria se hará una instrucción de la Dirección General de Función Pública para adaptar esa normativa con las peculiaridades organizativas de la región.

Este paso se dará "lo más rápido posible", ha subrayado la consejera, que calcula que para la semana que viene estará esa instrucción. En este sentido, ha recordado que ya en la instrucción general de la desescalada del empleo público está establecida la fórmula del teletrabajo, aunque de una manera "más genérica" que ahora se va a "concretar".

Respecto al planteamiento de que los funcionarios de la Administración General del Estado podrán acogerse a cuatro días de teletrabajo y uno presencial para cuidado de menores de 14 y personas dependientes tras el acuerdo entre CSIF y el Ministerio, la consejera cántabra no se ha mostrado "muy de acuerdo" con esta propuesta nacional, que entrará en vigor desde que se alcance la nueva normalidad -a partir 21 de junio, cuando acabe el estado de alarma- hasta que se determine el fin de la crisis sanitaria del Covid-19.

"No lo tenemos claro", ha expresado Fernández. "No estamos muy de acuerdo con este planteamiento nacional", ha remachado antes de indicar, en todo caso, que la directora de Función Pública está en contacto con las organizaciones sindicales con motivo del plan de la desescalada.

Preguntada por los ámbitos en los que sería más factible el teletrabajo, la titular de Presidencia y Justicia ha recordado que ya está introducido en "muchísimos", pero ha admitido que "hay servicios básicos y esenciales que están en la calle donde el teletrabajo es imposible".

Y ha puesto de ejemplo el teletrabajo en la desescalada de la Justicia, un área en el que se ha tenido que ir "más rápido que en los demás" hasta el punto de que prácticamente el cien por cien de los funcionarios está trabajando ya.

La consejera del ramo ha agregado que durante los meses más duros de la pandemia, han podido teletrabajar jueces, fiscales, letrados de la administración pero no los auxiliares, que "son los que tienen todos los papeles encima de la mesa".

"Lo que sí que tenemos es una valoración clara y precisa de cada puesto de trabajo para determinar así cuáles son los más posibles para la vida del teletrabajo y cuáles, evidentemente, es necesario hacerlos de manera presencial", ha concluido.