19.04.2024 |
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Racing de Santander. Un portero sin trabajo

Lucas Díaz apenas ha tenido que intervenir en los dos partidos disputados, lo que, en su opinión, «muestra lo bien que está el equipo atrás»  | Afirma que ser titular no ha alterado su mentalidad

Lucas Díaz, durante el entrenamiento de ayer en las instalaciones Nando Yosu. / Hardy
Lucas Díaz, durante el entrenamiento de ayer en las instalaciones Nando Yosu. / Hardy
Racing de Santander. Un portero sin trabajo

El Racing ha disputado dos partidos al completo. 180 minutos. Uno lo ha ganado 1-0 y otro lo ha perdido por idéntico resultado. Parecen relatos opuestos, pero ambos cuentan con un denominador común que les une: el portero verdiblanco apenas ha tenido trabajo en ninguno de los dos encuentros. Eso, por ahora, le ha permitido no correr el peligro de cometer grandes fallos y, de esta manera, asentarse en la titularidad que le ha concedido su entrenador durante este inicio de curso. Eso es oro para todo guardameta, un puesto donde no suele haber demasiados cambios siempre que las cosas vayan medianamente bien y quien tenga los guantes puestos no llame demasiado la atención.

El Tudelano tuvo momentos en los que merodeó el área racinguista pero sólo lanzó un balón entre palos: un disparo lejano que se envenenó ligeramente al botar antes de llegar a los dominios de Lucas Díaz, que atrapó sin problemas el cuero. El pasado sábado en Logroño, la posesión fue prácticamente por entero del Racing y el Logroñés sólo inquietó en los instantes iniciales del partido sin llegar a probar al guardameta verdiblanco. Ya en el segundo tiempo, el bando local firmó dos contragolpes que sí llevaron un enorme peligro, pero uno se estampó contra la escuadra izquierda del cancerbero del conjunto cántabro y el otra acabó con el balón perdiéndose antes de que nadie lo rematara con intención.

Es cierto que hubo un gol y que Lucas Díaz tuvo que recoger el balón de su propia portería, pero ahí quedó vendido por la fatalidad. Se abrió un agujero en el costado izquierdo de la retaguardia verdiblanca y cuando Duvo centró con intención de llevar el balón raso a su compañero, rebotó en Satrústegui elevándolo y cogiendo a todo el mundo con el paso cambiado, lo que facilitó las cosas para que Guarrotxena rematara a placer. El guardameta apenas ha tenido posibilidades hasta ahora de demostrar si Fernández Romo acertó dándole la titularidad de partida o no, pero a él le parece bien.

Y le parece bien porque entiende que el hecho de que no haya tenido mucho trabajo «significa que el equipo está bien atrás». No sólo eso, sino que cree que también lo está «arriba». «El primer partido creo que estuvimos muy bien y al final llegó esa ocasión de Cedric con la que hizo gol. En Logroño estuvimos también bien pero faltó ese gol que habría hecho justicia», entiende el portero del Racing. Ve el campo repleto de brotes verdes a partir de los cuales germinará todo y, en ese sentido, no puede transmitir más optimismo.

Lo que falta es tiempo. «Lo venimos diciendo porque es la realidad», destaca Lucas Díaz. Recuerda que todavía están «empezando» y que «hay mucha gente nueva» que ha de conocerse. Sobre todo, dentro del terreno de juego porque no es lo mismo jugar al lado con uno que con otro. Lo bueno es que, en su opinión, optimista como es, considera que están en una «buena línea» a partir de la cual, si se mantienen fieles a ella, llegarán «al punto» que todos quieren.

Sostiene Lucas Díaz que la evolución es positiva y que, aunque haya momentos en este arranque de temporada en los que estén bien y otros en los que estén peor, «pronto» estarán a «un buen nivel». Será entonces cuando seguramente «la gente, la afición y los demás estén contentos con el trabajo porque el día a día está siendo muy bueno», lo que cree que «pronto» quedará reflejado sobre el campo. Saben que es necesario seguir progresando porque están sumidos en una competición donde hay «equipos de mucho renombre y entidad» que será «complicada». «Nosotros tenemos que seguir centrados en lo nuestro y en lo que toca porque, al final, la liga es muy larga», recalca.

Pero más allá de lo colectivo, está también lo personal. Y en ese sentido, la situación de Lucas Díaz ha cambiado porque ha pasado de ser el suplente que se esforzaba diariamente por arrebatar su sitio al titular a ser el titular que ha de hacer lo posible para mantenerse en su sitio. Él dice que, en ese sentido, su rutina apenas ha cambiado porque está intentando «seguir la misma línea de entrenar de la mejor manera posible y hacerlo lo mejor posible» para que el entrenador siga contando con él. Es consciente de que ha empezado con ventaja pero ahora le toca mantenerla o incluso escaparse. «En estos dos partidos ha tocado jugar y ojalá siga así más partidos y que yo siga mejorando para estar lo mejor posible», añade.

Afirma que mantiene la «misma mentalidad» que, por ejemplo, podía tener el pasado curso cuando comenzó a la sombra de Iván Crespo. Sabe cómo funciona esto y que «nadie» le asegura que, porque haya comenzado como titular, vaya a terminar así. Y el único camino que conoce para conseguirlo es «con trabajo y con ser profesional al cien por cien para seguir jugando a buen nivel y hacer bien las cosas». Ni mucho menos considera que el puesto ya sea suyo porque, además, tiene delante a Miquel Parera, que, tras dos meses entrenando con él, sabe que es «un grandísimo portero que está entrenando muy bien». De hecho, considera que entre los dos se están poniendo «las cosas muy difíciles».

Nuevo ensayo de Fernández Romo

Los jugadores del Racing volvieron a completar ayer una intensa sesión de entrenamiento que se prolongó durante casi hora y media. Fernández Romo volvió a organizar varios partidos a campo reducido y a todo lo ancho del campo y siguió probando a Eneko Satrústegui como lateral izquierdo en algunos de ellos. Es la maniobra que quiere mantener activa en el caso de que llegue el momento de querer utilizarla. Se antoja complicado que la use el sábado contra el Talavera pero no habría que descartar nada. En la parte final del entrenamiento no participó Pablo Torre, quien tuviera que pedir el cambio en la recta final del partido de Logroño. Sin embargo, su retirada no fue causada por molestia física alguna, sino que los técnicos y los galenos lo habían previsto así para que el jugador no corriera riesgos y pudiera estar en el once inicial del encuentro de pasado mañana contra el Talavera.

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