18.04.2024 |
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Racing de Santander. Un capitán de 23 años

Íñigo se ve «muy preparado» para llevar el brazalete  | «Conozco bien el funcionamiento del club, a mis compañeros y cómo gestionar un vestuario», afirma el canterano, que cree que el equipo llega al inicio de liga en «el mejor momento»


Íñigo ganará galones en el vestuario esta temporada. / Hardy
Íñigo ganará galones en el vestuario esta temporada. / Hardy
Racing de Santander. Un capitán de 23 años

El Racing va a tener esta temporada un capitán de 23 años. Es tremendamente joven pero tampoco es una absoluta rareza. Manolo Preciado lo fue con 24 y Fede San Emeterio, hace poco más de un lustro, lo fue con apenas 18. No vale cualquiera. Hay que tener personalidad para adquirir galones así dentro de un vestuario donde hay jugadores mucho más veteranos y con mucho mayor recorrido. A Íñigo Sainz Maza se los han dado o, mejor aún, se los ha ganado. No se trata de una responsabilidad extraña para él porque durante tres temporadas lució el brazalete en el filial. Y nunca le ha pesado como parece que tampoco le vaya a pesar ahora.

El de Ampuero ha aceptado la responsabilidad. Es un paso más. «Para un chaval que lleva toda la vida en el Racing, desde bien pequeño sueña con llegar al primer equipo. Si, además, ahora llegas a ser el capitán, pues es para estar muy orgulloso», explica él mismo. No tiene reparos en reconocer que está «muy contento por serlo». Hay quien se puede atrever a señalar su juventud o el hecho de haber completado sólo una temporada en el primer equipo pero él deja bien claro que se siente «muy preparado para ello». Y se explica: «Conozco bien el funcionamiento del club, a mis compañeros y cómo gestionar un vestuario». Asume que ha cargado sobre sus espaldas una «responsabilidad» extra pero la quiere para sí. No huye. Sólo espera dar la talla y hacerlo «lo mejor posible».

La capitanía no deja de ser una anécdota dentro de una temporada que espera que cumpla las expectativas tanto del club, como del equipo, como de los aficionados. Para conseguirlo, entiende que cuentan con «una plantilla muy competitiva puesto por puesto porque hay dos jugadores muy competitivos, con experiencia y que conocen bien la categoría en prácticamente todos los puestos». Por eso mismo, el medio centro de Ampuero vaticina que van a ser «un gran equipo» que, aún así, tendrán que hacer «las cosas muy bien para estar arriba». «Vamos a hacer buenas cosas», resume.

Aunque a los jugadores y al entrenador no les gusta pronunciar en exceso la palabra ascenso, asume Íñigo que les van a exigir conseguirlo o, por lo menos, «hacerlo lo mejor posible en todos los partidos e ir a por la victoria cada vez que saltemos a un campo». Y es que, tiene claro que un Racing en la categoría de bronce «ha de salir a ganar todos los partidos, a quedar lo más arriba posible y, cómo no, a conseguir el objetivo que tenemos marcado para este año, el cual tenemos todos muy claro».

El Racing volverá a salir, casi como ha sido tradición en la última década, en la tercera división del fútbol español, pero esta vez no se llamará Segunda B, sino Primera RFEF y tendrá la mitad de equipos. Por eso, tras echar un vistazo a los rivales, el canterano cree que no van a tener «ningún partido fácil», ya que cualquiera que se les ponga delante «tendrá jugadores muy buenos». «Hay equipos que tienen presupuestos parecidos e incluso mayores al nuestro», recuerda el centrocampista cántabro. De este modo, los jugadores verdiblancos han de tener interiorizada la necesidad de «salir a todos los partidos con todos los sentidos» y exigirse «al máximo para quedar lo más arriba posible».

Con el fin de llegar al inicio del campeonato de la mejor manera posible, el Racing ha dado forma a una pretemporada de más de mes y medio que, según Íñigo, «ha sido muy buena en todos los aspectos». Recalca que hubo casi una docena de jugadores que llegaron nuevos y que todo este tiempo ha servido para que se vayan conociendo. Además, han tenido «partidos buenos y otros no tan buenos y momentos buenos y otros no tan buenos que han servido para mejorar y corregir cosas». De este modo, tiene claro que llegan al debut liguero «en el mejor momento, con las ideas muy claras y preparados para lo que venga».

Lo malo es que en los últimos días de este prolongado prólogo de la temporada se han juntado algunas lesiones de jugadores importantes, algo que «nunca viene bien a un equipo y menos aún al inicio de una liga». Reconoce que tanto Pablo Torre como Satrústegui, que son dos de los que, al parecer, no van a poder estar en el partido ante el Tudelano, son «jugadores importantes» a los que Fernández Romo estaba dando mucho peso. Sin embargo, habrá que buscarles alternativas.

A Íñigo le atañen tanto la baja de uno como la del otro porque sería el puente de paso que debería utilizar el balón para unir a Satrústegui y a Pablo Torre. Reconoce el medio centro de Ampuero que el de Soto de la Marina «es un jugador que baja a recibir y que te ayuda mucho en la salida del balón, ya que te da un apoyo que también te da libertad». Con todo, afirma que dentro del plantel hay otros jugadores que pueden «hacer su función» y con los que se puede «complementar bien». «No creo que haya problemas en ello», ratifica.

El inicio de curso siempre genera incertidumbre por comprobar qué nivel dan los nuevos y, sobre todo, qué fútbol va a proponer tu equipo. La pretemporada ya da algunas pistas pero hasta que no empieza a haber puntos en juego, todo está cogido con alfileres. Con todo, Íñigo considera que el Racing «va a ser un equipo muy intenso, competitivo y que intente generar muchas ocasiones en campo rival intentando robar cerca de su área y sin conceder en la nuestra». Es, en definitiva, lo que quiere todo el mundo. Lo complicado es conseguirlo.

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