19.04.2024 |
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VUELTA.-

Philipsen, un obús en Gamonal

El ciclista belga del Alpecin Fenix, Jasper Philipsen (3d), consigue la victoria en la segunda etapa de la Vuelta a España, de 166,7 kilómetros, celebrada hoy domingo entre Caleruega y Burgos. EFE/ Manuel Bruque
El ciclista belga del Alpecin Fenix, Jasper Philipsen (3d), consigue la victoria en la segunda etapa de la Vuelta a España, de 166,7 kilómetros, celebrada hoy domingo entre Caleruega y Burgos. EFE/ Manuel Bruque
Philipsen, un obús en Gamonal

El ciclista belga Jasper Philipsen (Alpecin-Fenix) se ha impuesto este domingo al esprint en la segunda etapa de La Vuelta a España, de 166,7 kilómetros entre Caleruega y el barrio burgalés de Gamonal, mientras que el esloveno Primoz Roglic (Team Jumbo-Visma) ha retenido el maillot rojo de líder de la carrera.

En una jornada sin incidencias durante casi todo el recorrido, los tres fugados del día quedaron neutralizados a 20 kilómetros, donde en pelotón empezó a preparar su llegada masiva a Burgos. Fue a falta de cuatro kilómetros para meta cuando una caída en la que estuvieron envueltos más de una docena de corredores cortó el pelotón. En la larga recta de meta, Philipsen consiguió reinar en el esprint final.

La ronda española vivirá este lunes su primer final en alto en la tercera etapa, en la que los corredores cubrirán 202,8 kilómetros entre Santo Domingo de Silos y el Picón Blanco, un duro puerto con rampas de hasta el 17%.

Entre los hombres de la general, sin cambios. Roglic salvó un día de calor y cierto viento sin mayores problemas. Afrontará la subida del Picón Blanco, donde habrá refriega entre los favoritos, con 4 segundos sobre Aranburu. En menos de medio minuto se concentran los grandes candidatos, desde Enric Mas, duodécimo a 18 segundos, a Egan Bernal, a 27, con Supermán López, Carapaz y Valverde en las mismas marcas. Algo más alejado se encuentra Mikel Landa, a 39 segundos del líder.

Los equipos invitados a correr la Vuelta suelen ser agradecidos, corresponden al gesto, vital para su existencia, formando parte de las habituales escapadas, esas que rara vez desembocan en triunfo para alguno de sus componentes. Los tres equipos españoles Pro Team se lanzaron de inicio para la primera aventura, con Diego Rubio (Burgos-BH), Sergio Román Martín (Caja Rural-Seguros RGA) y Xabier Azparren (Euskaltel-Euskadi).

Salieron disparados de la pequeña localidad de Caleruega, de apenas 425 habitantes, famosa por ser la cuna de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos. Bajo el sol, con algo de viento y sin esperanzas realistas, el trío se lió la manta con permiso de un pelotón que controló de inicio para llegar en grupo y que discutieran la victoria los esprinters. Era día para velocistas y para estar ojo avizor con el viento, que solo se presentó a 63 kilómetros de meta y de manera fugaz. Suficiente para que el grupo acelerase el ritmo para buscar posibles abanicos que nunca llegaron. Esos movimientos rebajaron la ventaja de los escapados en torno al minuto.

El Deceuninck de Jacobsen, y sobre todo el Groupama de Demare, dejaron claro desde el principio que en Gamonal iba a tener lugar el primer esprint de la Vuelta 2021. También se produce a menudo la llamada ‘fuga en la fuga’, es decir, cuando los rebeldes dejan de entenderse alguno intenta la aventura por su cuenta. Eso hizo el abulense Diego Rubio, representante del Burgos BH, el equipo local. Una iniciativa de nulo futuro. Fue atrapado a 20 de meta.

Todos juntos. Nueva etapa. Como banco de pruebas se presentó inminente el esprint intermedio de Tardajos, donde tensó el Astana en la aproximación para Aranburu, quien arañó 2 segundos de bonificación, lo que le situaba a 4 de la roja que se enfundó Roglic en la crono inicial. Con Gamonal a la vista, el barrio burgalés más poblado de Burgos, de tradición rebelde y combativa, empezó una nueva etapa, con los equipos de los esprinters en marcha.

Surgieron los nervios habituales, alguna caída, y un ritmo en cabeza que ya nadie pudo controlar. Ala hora de definir, el colombiano Molano apostó por el ataque lejano, bien lanzado por sus compañeros del UAE, pero la respuesta fue inmediata por parte de Jakobsen, Matthews y Philipsen, este último el más poderoso en los últimos metros, firmando su segundo triunfo en la Vuelta. En 2020 alzó los brazos en Puebla de Sanabria, en un esprint reducidos. Philipsen siguió con la tradición del Alpecin, equipo que ha ganado los primeros esprints en Tour, Giro y Vuelta. Y puso final a la racha a un rosario de puestos intermedios que habían comido la moral al belga. En Gamonal se rebeló. Era su cuarto triunfo de la temporada tras los logrados en el Gran Premio Escalda y las dos etapas en la Vuelta a Turquía.

Philipsen, un obús en Gamonal
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