20.04.2024 |
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‘Dos vacas y una burra’, la comedia rural que permite el reencuentro de Muñoz y Puyol

El director Jesús del Cerro vuelve a trabajar con dos de los protagonistas de ‘Un Paso Adelante’ y con la mexicana Esmeralda Pimentel en una cinta ambientada en los valles pasiegos  | El rodaje se prolongará a lo largo de cinco semanas

El director de ‘Dos vacas y una burra’, Jesús del Cerro junto a los actores Miguel Ángel Muñoz y Pablo Puyol y la actriz mexicana Esmeralda Pimentel ayer en Vega de Pas. / S.D.
El director de ‘Dos vacas y una burra’, Jesús del Cerro junto a los actores Miguel Ángel Muñoz y Pablo Puyol y la actriz mexicana Esmeralda Pimentel ayer en Vega de Pas. / S.D.
‘Dos vacas y una burra’, la comedia rural que permite el reencuentro de Muñoz y Puyol

‘Dos vacas y una burra’, el largometraje en el que Jesús del Cerro vuelve a unir, después de 20 años, a Miguel Ángel Muñoz y Pablo Puyol, dará protagonismo a los pueblos de Cantabria, a través de una «comedia romántica neorrural» que se rodará en un 90 por ciento en la región.

Sus tres protagonistas, Muñoz, Puyol y la mexicana Esmeralda Pimentel, estuvieron ayer en una de las localizaciones de la película, el pueblo pasiego de Vega de Pas, donde el director madrileño iniciaba el rodaje, en el que tiene como principales actores a los que dieron éxito hace 20 años a su serie ‘Un paso adelante’.

‘Dos vacas y una burra’: Una herencia, dos primos y una aparición

La película comienza cuando Pedro (Miguel Ángel Muñoz), un joven arquitecto en paro, y su primo Luis (Pablo Puyol), un médico también desempleado, reciben la noticia de la muerte de su abuelo Paco, un arquitecto que emigró a México para hacer fortuna y que ha dejado a Pedro en herencia dos vacas y una burra. Los dos jóvenes dejan la ciudad para emprender un viaje con la intención de vender los animales, pero las situaciones que les esperan cambian sus planes, en especial tras la aparición de Paula (Esmeralda Pimentel), una joven estudiante mexicana, nieta del mejor amigo de su abuelo.

Hace cinco años, le llegó al cineasta el guion, escrito por José Luis Feito, de la misma y quedó encantado, sin embargo en el proceso creativo: «Nosotros pensamos que la trama de las películas van por un sitio, pero ellas son muy caprichosas y te llevan por donde ellas creen que debe ir la historia. Un poco como la burra, tú le dices aquí y ella te dice que no. ‘Por aquí no Jesús’», confiesa el director al diario ALERTA. En el largometraje no se hace referencia a un pueblo cántabro concreto porque, a pesar de que van a rodar en Liérganes, Esles (Santa María de Cayón) y en Vega de Pas, esos tres lugares serán uno.

Los tres animales «protagonistas» hacen también «aún más mágica» esta comedia. Sin embargo, tanto el director como la productora ejecutiva Pilar Ruiz reconocían que es muy complicado hacer que los animales realicen las escenas que se les pide. Afirmación que el actor Miguel Ángel Muñoz pudo comprobar de primerísima mano durante una escena con la burra ‘Liébana’, ya que la susodicha se ‘encariñó’ de dos de los dedos del actor y tardo un rato hasta liberarlos. Al final todo quedó en un susto.

Por otro lado, el actor y Pablo Puyol se reencuentran en un proyecto casi 20 años de su último trabajo juntos, lo que han reconocido que les ha hecho mucha ilusión, porque tenían muchas ganas de volver a trabajar codo con codo, también, con el director de la misma. «Después de tanto años, no hemos cambiado, y sigue esa complicidad de siempre». describía Miguel Ángel Muñoz.

La actriz mexicana Esmeralda Pimentel, que completa el reparto de la película y que fue elegida de manera inmediata -«amor a primera vista» declaró Del Cerro-, también cree que es un privilegio poder rodar en Cantabria su segundo proyecto en España.

«Estar en la naturaleza es un privilegio y más aprender cómo trabajar con dos vacas y una burra, entender cómo funcionan, cómo llamarlas, cómo convivir con ellas está siendo un aprendizaje que no había tenido antes», explica la actriz.

RODAR EN TIEMPOS DE COVID. Con un presupuesto de dos millones de euros, el rodaje de esta película se prolongará a lo largo de cinco semanas principalmente por los paisajes rurales de Cantabria y se complementará en Londres y Madrid.

Para Del Cerro, grabar en 2020 en medio de una crisis sanitaria originada por la pandemia del coronavirus supone un «riesgo permanente» y «miedo constante» por ver qué pasa o si alguien del equipo da positivo aunque, ha asegurado que «una vez que se da acción, se olvidan de todo. La magia del cine es que tienes que contar una historia y con eso te olvidas del mundo» confesaba el cineasta al diario ALERTA. Y, añadió que aún teniendo que estar muy pendientes de la mascarilla, hacer tests constantemente, el gel hidroalcohólico, «para los que hacemos cines, rodar es un privilegio maravilloso».

El malagueño Pablo Puyol, disfrutaba de su almuerzo y comentó que tener que rodar en tiempos de coronavirus «se lleva, porque hay que llevarlo. Tanto el equipo como entre nosotros, procuramos cuidarnos mucho y bastante, porque es lo que hay que hacer». Y aseguró, además, que el arte y la cultura no se pueden parar.

Y Esmeralda Pimentel y Miguel Ángel Muñoz coinciden en que trabajar en estos tiempos y «poder hacer lo que se ama es un regalo» y han resaltado lo afortunados que son de poder hacerlo y, sobre to do, de «elegir contar buenas historias».

‘Dos vacas y una burra’, la comedia rural que permite el reencuentro de Muñoz y Puyol
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