El Principal Santander acoge mañana 22, a las 20.00 horas, una representación de ‘El Hambre’, versión de ‘El pelícano’ de Strindberg para intérpretes femeninas.

Protagonizada por Ana Pellón, Esther Lastra y Paz González, esta versión del actor y director cántabro Edy Asenjo, fue estrenada el 8 de octubre en El Principal Santander, el salón de una vivienda del centro cuya dirección permanece secreta excepto para los 30 espectadores que reserven su entrada en el 606 897 950.

El Principal es el único espacio en activo en España que recupera la esencia de los espacios para los que escribía Strindberg, uno de los máximos representantes del ‘teatro de cámara’. Se trata de un modelo desarrollado en Europa a partir del primer tercio del siglo XX que se rebela contra lo convencional del teatro tradicional y se plantea ofrecer representaciones para un público selecto o reducido.

Nunca ‘El Pelícano’ había sido puesto en escena solo por sus protagonistas femeninas. Y sin embargo la propuesta tiene tanto sentido como en La Casa de Bernarda Alba de Lorca, en la que el personaje varón, Pepe El Romano, es a la vez eje del argumento y una simple referencia en lo que se refiere a la su presencia en escena.

El argumento gira en torno a una matriarca que somete a su familia a unas restricciones que afectan incluso a la cantidad de comida a la que tienen acceso. La estrategia del marido de una de las hijas para hacerse con el patrimonio del cabeza de familia recién fallecido dará lugar a una situación que convierte a la familia en un campo de batalla.

Las entradas tienen un precio de 15 euros para quienes se acojan al descuento del Bono Cultura. Strindberg, fundamentalmente conocido como dramaturgo, va a alternar esta actividad con la pintura, la fotografía y la alquimia.

Amigo de Edvard Munch y Paul Gauguin. De 1894 a 1896 vivió en París. Sus primeros trabajos son naturalistas, y a pesar de que ya había escrito obras de teatro en la década de 1870, no se le valoró hasta la publicación de la novela La cámara roja (1879).

Otras obras importantes de esta etapa son El padre (1887), La fuerte (1889) y La señorita Julia (1889). Escribió la autobiografía Infierno (1897), en la que describe el periodo en que estuvo mentalmente incapacitado. Su trabajo, a partir de este momento, fue menos realista, influido por sus creencias religiosas y por movimientos literarios como el simbolismo y el expresionismo.

Así, su obra teatral Brottochbrott (1899) trata del conflicto entre ética y estética. Además de unas 70 obras de teatro, entre las que se encuentran varias sobre la historia de Suecia, Strindberg produjo una gran cantidad de novelas, narraciones breves, poemas, ensayos, sátiras y otros libros sobre historia y viajes.