Entre el arte pop y la ironía se mueven las nuevas obras del artista santanderino Óscar Lanza que, tras un parón de varios años, vuelve abrirnos las puertas de su arte en la expoisición ‘A llorar a la llorería’. Un título que en tiempos de covid, «era una llamada al optimismo y al desconectar una temporada», comenta el propio autor.

El pasado viernes 13 de noviembre, finalizaba la exposición de Lanza en Inder Espacio tras una semana abierta al público y cumpliendo las medidas de sanitarias al pie de la letra. En una exposición pictórica que sobrepasa el formato tradicional y sorprende con un recorrido muy carecterística, el artista local recibe al diario ALERTA a la distancia permitida.

PREGUNTA. – El título está claro que es por la Covid-19 pero, ¿cómo describiría la exposición?

RESPUESTA. – La mayoría de la obra estaba hecha antes de la pandemia, es una línea que llevo desarrollando los últimos casi 10 años entonces es una evolución con unos colores y una línea más definida. Es una propuesta con estética pop y urbana, y colores planos en la que por medio de unos personajes que ya llevo desarrollando desde los últimos años, que han estado en últimas exposiciones como ‘Vegetalogenesia’,  voy analizando diferentes temas con ironía, sentido del humor y un poco de mala leche.

‘A llorar a la llorería’: collages, serigrafías y pandemia

Para sorpresa del artista, los collages han sido «lo que mejor ha funcionado» y lo que más se ha vendido. Aunque confiesa al diario ALERTA: «Estos concretamente los he hecho mancillando libros de historia del arte. Representaciones de cuadros clásicos, de los que he cogido un referente y me lo he llevado yo a mi contexto. Luego le he puesto diferentes leyendas así con cierta broma, con plantillas de letras antiguas y con ello lo he ido rellenando. Esta descontextualización de coger algo… Para mí, mancillar un libro es como algo macarra».

Sin embargo, también las 50 serigrafías personalizadas que han conquistado al público joven. Pero, sin duda el cuadro que, a su juicio, representa la pandemia, ya que es el único que hizo durante ese tiempo es el de ‘Papito are you ok?’.

P. – ¿Crítica algún concepto especial?

R. – No, sobre todo son las relaciones humanas en un contexto amplio. Me sirve bien utilizar estos personajes porque muchas veces están interviniendo con humanos. Me sirve para aislar la relaciones y centrar diferentes paradigmas y cosas que si yo pusiese personajes al uso, sería mucho más dura. Tenemos un cuadro en el que están enterrando una sirena que acaban de matar. Si yo lo pusiese con una estética más realista sería mucho más duro. El color, la línea de cómic o las formas abstractas son al final herramientas para dulcificar contextos que de otra manera serían mucho más complicados.

P. – ¿Cómo la ha recibido el público?

R. – He tenido mucha suerte, la ha visito mucha gente y, claro, lo bueno de las redes sociales es que cada uno se lleva su momento preferido, lo que le ha gustado del cuadro y lo cuelga y lo potencia. La respuesta superpositiva, además las ventas han ido muy bien. Se ha producido el efecto que yo quería sobre todo en la inauguración. Áquel día estuvo pinchando Carlito Nistal y se generó un ambiente que hacía meses que no veía ( se ríe nostálgico). Se consiguió el ambiente de crear una burbuja y de olvidarnos de lo que estaba sucediendo fuera. Eso se consiguió con creces. Había mucho optimismo en el ambiente.

P. – ¿Visitó algún alumno suyo la exposición?

R. – Sí sí, y ex alumnos. Fue nostálgico y bonito.

P. – ¿Se identifica con algún artista en concreto, dentro del mundo del cómic, Bansky u Okuda?

R. – Me gustan, aunque no me consideraría… Tengo muchas referencias urbana porque he pisado mucha calle pero tampoco me considero un artista urbano.

Yo no he hecho grafitti en mi vida, siempre he estado cercano porque siempre he parado con gente que hacía Hip-Hop y demás… Soy cercano a ciertos ambientes, pero como artista no me he desarrollado en el área urbana.

Para mí sería muy fácil coger una medalla de moda que está ahora, pero no me identifico con ellos en ese sentido. Pero ¿admiración? Sí claro, toda la del mundo. A diferentes niveles, Okuda por ejemplo es para estar muy orgulloso siendo de aquí de Cantabria.

P. – ¿Cuáles son sus proyectos futuro?

R. – Para 2021 quiero salud, para mi y para todo el mundo. Lo que quiero hacer el año que viene es adentrarme si aún cabe, más en el mundo de la moda. - chaquetas, gorras, ropa deportiva… Y por el tema de estar trabajando con joyería.

Para el futuro lo que quiero es complementar el arte con el tema textil y joyería.  Para 2021 seguramente, tengo una socia que es una exalumna y que ya está trabajando con Netflix.

Estaremos estrenando en Bilbao en primavera de 2021. Nuestra intención es hacer un desfile, pero con la que está cayendo yo no echo campanas al vuelo.