Al anochecer del Jueves Santo, el 28 de marzo de 2024, la Explanada de Santa María se iluminará con el encendido de antorchas, marcando el inicio de la Pasión Viviente de Castro-Urdiales, una tradición que este año alcanza su cuadragésimo aniversario. Desde su humilde comienzo en 1985, cuando un grupo de amigos decidió llevar a las calles de Castro la representación de las últimas horas de Jesucristo, este evento ha crecido en magnitud y esplendor, convirtiéndose en un acontecimiento de profunda emoción y devoción compartida por toda la comunidad.

La programación de este año promete seguir el alto estándar de excelencia que ha caracterizado al evento durante décadas. El Jueves Santo, con una duración aproximada de 90 minutos, los espectadores serán testigos de la presentación, el Edicto de Pilato, y un recorrido por el casco antiguo que incluirá escenas como el registro en la leprosería y el dramático apresamiento de los ladrones.

El Viernes Santo, la jornada comenzará a las 10:00 h y se extenderá por aproximadamente 240 minutos de actos conmovedores que incluirán la Última Cena, el prendimiento de Jesús, y el recorrido del Vía Crucis culminando en la Atalaya con la crucifixión, muerte, descendimiento y resurrección.

En su carta editorial de 2024, el organizador del evento reflexiona sobre el viaje emocional y espiritual que ha significado mantener viva esta representación. El agradecimiento se extiende especialmente a la "cantera de gente joven ─y no tan joven─" que ha mantenido vivo el espíritu con el que comenzaron hace cuatro décadas. Este año, el interés por participar ha sido el más alto hasta la fecha, con todas las plazas ocupadas ya a finales del año pasado, lo que demuestra la pasión y el compromiso de la comunidad y los visitantes de otras regiones por este evento.

El apoyo institucional del Ayuntamiento de Castro-Urdiales y del área de Cultura del Gobierno de Cantabria ha sido clave para el éxito y la continuidad de la Pasión Viviente, junto con la colaboración indispensable de Protección Civil, Cruz Roja, DYA y las fuerzas de seguridad, garantizando así un evento seguro y sin incidentes para todos los participantes y espectadores.

El mensaje final de la carta editorial es un recordatorio para celebrar la vida y los momentos que compartimos, subrayando la importancia de este evento no solo como una tradición religiosa, sino como una celebración de la comunidad y la humanidad.

Este año, la Pasión Viviente de Castro-Urdiales no solo rememora los momentos más significativos de la Semana Santa, sino que también celebra el espíritu de una comunidad que, década tras década, se une para compartir una experiencia de fe, cultura, y tradición inolvidable.