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El Diario de Cantabria

Del rodillo al asfalto

  • Las integrantes del Club Ciclista Meruelo regresan de forma ‘asimétrica’ a la actividad en la carretera  
  • Cómo y cuándo será la vuelta a la competición todavía es un interrogante
Las corredoras del equipo cántabro ya han comenzado a salir a entrenar. / ALERTA
Las corredoras del equipo cántabro ya han comenzado a salir a entrenar. / ALERTA
Del rodillo al asfalto

Y, tras el confinamiento, la vuelta a la carretera. A medida que buena parte de España va volviendo a salir a la calle, también el deporte profesional, federado y aficionado reanuda la actividad. Y en el Club Ciclista Meruelo también se vive ese momento de sensaciones encontradas entre la felicidad y el sano reequilibrio del ejercicio con la extrañeza después de prácticamente dos meses de encierro.

Además, dado que coinciden en la disciplina del club ciclistas de diversa procedencia, ese regreso a las carreteras se está haciendo también de forma asimétrica, en consonancia con lo que está pasando en todo el país. Poco a poco las ciclistas van volviendo a habituarse a esa rutina libertaria que tanto añoraron durante los meses de confinamiento.

Y es que, si hay algo que todas tengan todavía grabado en el recuerdo, fue la sensación del primer día de regreso a la carretera. «El sentimiento fue súper feliz… aunque se me pasó con las primeras cuestas», bromea la junior del Río Miera-Meruelo, Alba Leonardo. Su compañera María Parajón lo define como «una liberación», además de recordar que aquellos primeros días los dedicó a la BTT y el Cx. «Tengo la suerte de que en mi municipio hay buenas pistas y pude usarlas en los primeros entrenamientos», evoca. «En cuanto levantaron la prohibición, guardé el rodillo y me puse el despertador a las 6 de la mañana», rememora Susana Pérez.

Algo parecido sentía Laura Ruiz: «¡Estaba como un niño pequeño! Enormemente feliz por la sensación de libertad al salir de nuevo», comenta la cadete cántabra. Y la malagueña María Medina sobrepuso las ganas a las limitaciones. «Tenía tantas ganas de volver a salir, de sentir esa liberación, que no me importaban las franjas horarias. Recuerdo perfectamente ese día, cada detalle cobraba una relevancia que antes no se le daba», comenta la corredora andaluza. Mientras la joven María Mediavilla define aquella primera salida como ‘mágica’.

Teniendo en cuenta que ninguna corredora quedó afectada por la enfermedad, las principales marcas del confinamiento consisten, sobre todo, en el resentimiento de la condición física. Sin embargo, la mayoría de integrantes del equipo cree que ha podido sobrellevarlo bien: «Pensé que el primer día estaría para arrastrarme, pero me he defendido más o menos bien. Claro que pierdes algo, porque adaptas el entreno al rodillo pero no es lo mismo. Pero las circunstancias eran las que eran, así que mejor de lo esperado», manifiesta la sub-23 valenciana Susana Pérez. La joven cántabra Laura Pérez afirma que está «más o menos como esperaba».

También hay quien se adapta a las circunstancias y aprovecha para ‘reiniciarse’. Como María Parajón, que tras la temporada de ciclocross y la carga que le suponía, utilizó las semanas de confinamiento para recuperar. “Hice un descanso de tres semanas, ya que después del Mundial CX no paré para empezar bien la carretera. Ahora estoy haciendo como otra pretemporada, así que si hay carreras creo que estaré fresca”.

El gran interrogante ahora es cómo y cuándo será la vuelta a la competición. Mientras avanza el proceso que se ha bautizado como desescalada en todo el país, poco a poco se van recuperando espacios de movilidad, pero los planes de retomar el calendario competitivo son poco menos que castillos en el aire a la espera de ver cómo evoluciona la situación epidémica, que como es lógico siempre es la prioridad.

«Pienso que será como el primer día que pudimos salir, una sensación similar en el sentido de que valoraremos mucho el simple hecho de poder tomar la salida. Con todo lo que ha ocurrido, que haya temporada sería ya un milagro. Que el día llegue cuando tenga que llegar, porque lo importante es la salud de todos, pero lo disfrutaremos especialmente», comenta María Medina. «Se trata de ponerse el dorsal, pero también de volver a ver a mis compañeras y hacer lo que más nos gusta. ¡Tengo un montón de ganas», manifiesta Alba Leonardo. Más ganas tiene María Mediavilla: «Va a ser muy emocionante, y con el equipo que tenemos creo que todas lo vamos a hacer muy bien», comenta.

Ahora, los días ya no se hacen tan largos. Superado lo peor de la pandemia, la ilusión regresa a la familia del CC Meruelo, pero siempre con prudencia. De hecho, Susana Pérez ya mira más hacia 2021: «Creo que va a ser un regreso lento. Ojalá corramos este año, pero sinceramente lo veo complicado. Por supuesto estoy entrenando como si fuese a competir, pero será un año muy raro y quiero salvarlo como se pueda y centrarme bien en la próxima temporada», argumenta. Quizás sea María Parajón la que mejor define el sentir general no sólo del equipo, sino de la mayor parte de la sociedad española en toda esta vuelta a la vida anterior: «Mejor ir paso a paso».

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