26.04.2024 |
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Todas las partes piden 14 años para la acusada de matar a su cuñada

Vista de los juzgados de Santander. / HARDY
Vista de los juzgados de Santander. / HARDY
Todas las partes piden 14 años para la acusada de matar a su cuñada

La letrada de la defensa de la acusada de matar a su cuñada, con la que convivía en un piso de Torrelavega, se ha sumado a la petición de 14 años de cárcel de la Fiscalía por un delito de asesinato, con la eximente incompleta de padecer un trastorno psíquico, como también lo ha hecho la acusación particular rebajando asín su petición en ocho años.

La cuarta sesión del juicio con jurado que se celebra esta semana en la Audiencia de Cantabria, ha empezado con tres horas de retraso debido a que la acusada se ha negado a ser trasladada desde la unidad penitenciaria de psiquiatría de Valdecilla.

Después de que su abogada acudiera, en un primer intento, al centro hospitalario para tratar de convencer a su representada de la necesidad de que se presentara en el juicio, finalmente la acusada ha seguido la sesión por videoconferencia, para lo que un forense ha tenido que acreditar que la mujer estaba "conectada con el medio y orientada" y que se negaba a presentarse en el juicio porque aduce que "está mal del corazón".

"Está despierta, con los ojos cerrados, pero escucha y entiende", ha dicho el forense desde Valdecilla y, a partir de ahí, se ha celebrado la sesión, viéndose en una pantalla a la acusada acostada en una cama, con mascarilla. Tan solo ha intervenido al final, para negarse a utilizar su derecho a la última palabra y para adelantar que mañana tampoco acudirá a la lectura del veredicto.

El médico forense que intervino en el levantamiento del cadáver ha explicado que todas las lesiones que presentaba el cuerpo se produjeron con la fallecida tumbada sobre el colchón en el que la encontraron, que estaba "impregnado de sangre", no así el suelo o las paredes de la habitación en las que no había salpicaduras.

Además, ha señalado que "llama la atención" la existencia en la cama de una toalla enrollada, en la zona en la que estaba apoyado el cuello. "Dedujimos que había sido colocada una vez fallecida la víctima", ha añadido el forense, apuntando que, por lo visto en la autopsia, la acusada utilizó la toalla para que "sirviera de apoyo", porque los cortes del cuello son "claramente postmortales" y reflejan que "pudo haber intención de decapitación".

En esta línea, también ha señalado que, de igual forma, la muñeca izquierda de la fallecida "aparece seccionada de forma irregular, posiblemente por la intención de amputar partes del cuerpo para hacerlo desaparecer".

El cadáver presentaba tres tipos de lesiones por arma blanca (una navaja de 50 centímetros con 22,5 de hoja), pequeños cortes en manos y cara achacables a un intento de defensa agarrando el cuchillo, otros penetrantes que afectaban a órganos vitales y que se centraban principalmente en la zona torácica; y el resto realizados en el periodo agónico y cuando ya había fallecido.

En cuanto a los informes psicológicos, los peritos han explicado que, tras los hechos la acusada presentaba un "cuadro de mutismo", negándose a colaborar y "se observaba un comportamiento de simulación importante".

También han señalado que la acusada padece un "trastorno psicótico", por el que ha tenido que se ingresada en varias ocasiones y para el que ha seguido tratamiento a base de antipsicóticos, antidepresivos y ansiolíticos. Además, han apuntado que dos días antes de los hechos, la acusada acudió a Urgencias con un cuadro de estrés por ansiedad debido al "conflicto emocional" que tenía con su cuñada.

CONCLUSIONES

La fiscal ha considerado que ha quedado probado que la acusada actuó con ensañamiento y alevosía, porque "no necesitaba provocar 48 heridas, 29 de ellas incisas en el cuerpo de su cuñada, que se daba cuenta de que estaba siendo asesinada".

Además, ha afirmado que "aumentó su dolor de manera brutal, llegando a partirle costillas", por la fuerza de algunas de las puñaladas, al llegar éstas hasta la empuñadura de una navaja de 22,5 centímetros de hoja, lo que "prueba el ensañamiento".

Sobre la premeditación, ha recordado que se ha acreditado que la acusada anunció la noche antes que no iba a acompañar a su pareja a Valdecilla, porque, según la fiscal, "quería quedarse sola con su cuñada". Al respecto la acusación particular ha incidido en que la casa no presentaba signos de pelea, porque la acusada fue a la habitación de la víctima, armada con la navaja, "con la clara intención de acabar con su vida".

Y ha añadido que "se quedó 5 horas con el cuerpo de la fallecida, al que intentó decapitar", además de haber "preparado una mochila con pasaporte, joyas y enseres", que se encontraba en la única habitación en la que no prendió fuego. 

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