29.04.2024 |
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El tesoro oculto en las aguas de Cantabria

Descubre la historia olvidada detrás de esta ermita ubicada en un islote frente a la costa cántabra

La ermita de San Pedruco, en Noja. / Turismo de Noja
La ermita de San Pedruco, en Noja. / Turismo de Noja
El tesoro oculto en las aguas de Cantabria

Frente a la costa del idílico municipio cántabro de Noja, se yergue majestuosa una pequeña isla que guarda un secreto ancestral: la ermita de San Pedruco. Este antiguo edificio religioso, envuelto por la bruma marina y la vegetación exuberante, es testigo de una historia de fe y tradición que se remonta siglos atrás.

Un santuario en las olas

Conocida como la ermita de San Pedruco, este templo enclavado en la Isla de San Pedruco era antaño el destino de una importante romería marítima. Peregrinos llegaban en barco desde tierra firme para venerar a su patrón, San Pedro ad Víncula, en un ritual de fe y devoción.

Sin embargo, el destino quiso que un fatídico suceso cambiara el curso de esta tradición. Durante una de las romerías, las furiosas olas del Cantábrico desataron su ira y volcaron las embarcaciones, poniendo fin abruptamente a la celebración. Desde entonces, la isla se convirtió en refugio de aves marinas, y la ermita quedó sumida en el olvido.

A pesar de los estragos del tiempo y el abandono, la ermita de San Pedruco aún conserva vestigios de su esplendor pasado. Gruesos muros de piedra, techos abovedados y una ventana que parece susurrar antiguas oraciones, son testigos mudos de tiempos mejores.

Con el objetivo de devolver a la ermita su antiguo esplendor y convertirla nuevamente en lugar de peregrinación, se iniciaron trabajos de restauración en abril del pasado año. Esta laboriosa tarea busca rescatar del olvido un patrimonio invaluable y devolverlo a su lugar de honor en la historia de Cantabria.

Para aquellos que deseen visitar este tesoro oculto en las aguas de Cantabria, el trayecto desde la ciudad de Santander hasta Noja es breve, apenas 35 minutos en coche por la S-10 y la A-8. Un viaje que promete descubrir un pedazo de historia entre las olas del Cantábrico.

La ermita de San Pedruco, con su aura de misterio y su historia fascinante, emerge como un recordatorio del pasado glorioso de Cantabria. En sus ruinas yac en las huellas de un tiempo olvidado, pero también la promesa de un renacimiento, donde la fe y la devoción encuentran un nuevo hogar en las aguas del mar Cantábrico.

El tesoro oculto en las aguas de Cantabria
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