19.04.2024 |
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"TENGO MIEDO A HABLAR DE ESAS PERSONAS"

"Tengo miedo a hablar de esas personas"

Sospechosos de formar parte de una red de trata que traía mujeres de Nigeria. / HOYOS
Sospechosos de formar parte de una red de trata que traía mujeres de Nigeria. / HOYOS
"Tengo miedo a hablar de esas personas"
Una de las víctimas de la organización que supuestamente se dedicaba a trasladar a mujeres desde Nigeria en patera por el Mediterráneo para prostituirlas ha testificado hoy que sigue teniendo miedo de los acusados y que su hijo y otros familiares en el país africano han recibido amenazas de secuestro.

La mujer ha declarado este viernes como testigo protegido en el juicio que celebra la Audiencia de Cantabria contra los siete acusados de formar parte de ese grupo, cinco mujeres y dos hombres, todos de nacionalidad nigeriana-

Los acusados se enfrentan a penas de entre 36 y 2 años de cárcel por delitos de trata de seres humanos, prostitución coactiva y ayuda a la inmigración ilegal.

"Tengo miedo a hablar de esas personas", ha afirmado la testigo, que ha declarado casi todo el tiempo en inglés, por lo que ha sido necesario una intérprete durante su testimonio, que se ha alargado más de dos horas.

Según ha dicho, a preguntas de la Fiscalía, su madre le contó que tanto ella como su hermano y el padre de su hijo estaban recibiendo amenazas, que se materializarían en caso de que ella no saldase su deuda o contara lo sucedido a la Policía.

Por eso, ha explicado, en dos ocasiones agentes de la Policía inspeccionaron el piso en el que se encontraba, pero ella no contó "nada".

Cuando se produjo la primera visita no ejercía la prostitución, pero en la segunda sí, y ni en ese caso ni cuando consiguió un teléfono que no provenía de los acusados se atrevió a contar lo que supuestamente le estaban haciendo.

La testigo ha explicado que tomó la decisión de viajar de Nigeria a España para trabajar, a propuesta de una de las acusadas, porque la situación económica de su familia no era buena y estaban "sufriendo".

La supuesta deuda por el viaje ascendía a 30.000 euros, aunque ella no sabía cuánto era esa cantidad en nairas, la moneda de Nigeria.

Entonces, siempre según lo que ha contado a preguntas del Ministerio Fiscal, la llevaron a una casa en la que le hicieron un rito vudú, por el que tuvo que prometer que no escaparía y que tendría que saldar su deuda sin contar nada a la Policía.

Tras llegar a Libia, donde intentaron abusar de ella, viajó a Italia en una patera, que se hundió, y fue rescatada y llevada a un campo de refugiados.

En Italia obtuvo documentación falsa, viajó a Barcelona y, desde allí, cogió un autobús a Bilbao, para finalmente recalar en Santander. En la capital cántabra, la recogieron para llevarla a una casa de Torrelavega.

"No hacía nada, sólo estaba en la casa. No salía sola, sólo con ellos cuando iban a hacer la compra", ha explicado. Fue entonces cuando le dijeron que tenía que empezar a prostituirse para pagar "rápido" su deuda y luego poder trabajar en lo que ella quisiera.

Ha reconocido que se quedó "muy sorprendida", ya que, pese a que no le habían hablado de ningún trabajo en particular, no pensaba que fuera a tener que prostituirse.

En ese momento, ha señalado, estas personas le amenazaron diciendo que si se negaba iban a hacer que se "volviera loca o, si no, le matarían".

"Me llamaban todos los días por teléfono para preguntarme cuánto había ganado y qué tal el trabajo. Todo el dinero que gané fue para ellos", ha incidido, antes de añadir que se compró un teléfono propio, pero se lo quitaron.

Tras ser preguntada por si en alguna ocasión le recordaron el juramento vudú que había hecho en Nigeria, ella ha contestado que "siempre" se "lo cantaban a la oreja". 

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