Empresas de transporte, organizaciones sociales, ayuntamientos, instituciones y particulares cántabros han respondido a la llamada de ayuda de los ucranianos residentes en Cantabria y se están volcando en la recogida de ayuda humanitaria para enviar a su país.

"No esperábamos algo así", apunta la portavoz de la asociación de ucranianos de Cantabria, Leslya Chobatar desde la nave industrial que ha cedido al colectivo el Ayuntamiento de Santander y en la que preparan el primer camión de ayuda, que saldrá el viernes.

La capital cántabra está siendo el epicentro de la recogida de vendas, medicamentos, ropa o comida que los ucranianos pidieron a la sociedad civil y que llegan en masa a esta nave industrial, procedentes de las dos tiendas ucranianas de Santander.

"Todo el mundo ha venido", relata Leslya, quien confía en que esta ayuda llegue a los soldados que están luchando en Ucrania y a los refugiados, que ya son 800.000 según la ONU.

A primera hora de la tarde, la actividad en estas tiendas es frenética y las personas se agolpan en la puerta dejando bolsas y bolsas de ayuda, que se meten rápidamente en furgonetas y coches que llevan, ya a media tarde, una quincena de viajes a la nave.

Los responsables de estas tiendas llevan trabajando desde las ocho o nueve de la mañana sin parar, recibiendo la ayuda, una estampa similar a la que se encuentra al entrar al espacio de almacenamiento, donde miembros de protección civil de Santander y voluntarios ucranianos trabajan a destajo para organizar la ayuda.

La cantidad de material recibido garantiza que el primer camión irá lleno y podrán enviar muchos más, apunta Leslya, quien explica que están trabajando con ongs ucranianas para no tener problemas en la frontera y poder distribuir la ayuda.

UCRANIANOS UNIDOS

La asociación de ucranianos en Cantabria, que aglutina a una parte importante de los casi mil ucranianos que residen en la región, era hace apenas una semana un conocido grupo cultural, habitual de fiestas de la capital cántabra, pero tras estallar el conflicto en su país, se ha reconvertido en una ong.

Así, instituciones como el Gobierno de Cantabria, que ha habilitado un espacio en la empresa pública Sodercan para la recogida de material humanitario y numerosos ayuntamientos de la región, colaboran con esa asociación, que está coordinando el envío de ayuda.

Municipios como Castro, Argoños, Laredo, Astillero, Torrelavega y especialmente Santander, cuyo Ayuntamiento ha puesto a disposición de la asociación todos los centros cívicos y espacios disponibles de la ciudad para recoger las donaciones, están recogiendo la ayuda para enviar a Ucrania.

En la capital cántabra, se guardará un minuto de silencio cada viernes hasta que dure el conflicto, según anunció el pasado martes el Consistorio en un comunicado, mientras que la sede de la Delegación del Gobierno en Cantabria ha iluminado esta tarde su fachada de azul y amarillo, los colores de la bandera de Ucrania.

3.000 CARTAS Y DIBUJOS

Además, la asociación Tolerancia Cero al Bullying ha recogido en apenas dos días 3.000 mensajes y dibujos de niños cántabros en los que se pueden leer, entre otros mensajes, "estamos con vosotros", "no estáis solos" o "España y Ucrania unidos", con destino a niños ucranianos.

Procedentes de Cantabria, Madrid, Cádiz o Castellón, según explica a Efe la presidenta de esa asociación, Lourdes Verdeja, esta asociación enviará, dentro de cajas de medicamentos, pañales y leche que también han recogido, esos dibujos realizados por niños en el camión que saldrá el viernes de Santander.

Escritos en ucraniano, los niños muestran con sus solidaridad con los niños del país eslavo, una medida que, explica Verdeja, es una forma de trabajar la empatía de los pequeños. EFE

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