Decenas de trabajadores del metal están concentrados, desde las 11.30 horas, frente a la sede del Orecla, donde se celebra la reunión de mediación que mantienen patronal y sindicatos para negociar un nuevo convenio colectivo y poner fin a la huelga general indefinida, que suma hoy su séptimo día.

Al grito de "Sí se puede" y haciendo sonar sus silbatos, los trabajadores han apoyado a su llegada al organismo de mediación a los representantes de UGT, CCOO y USO, que han convocado la huelga.

En declaraciones a los periodistas antes del encuentro, los representantes sindicales han afirmado que van con "voluntad de negociar" y acercar posturas con la patronal Pymetal, después de varias negociaciones sin acuerdo.

La reunión se ha convocado a petición del Gobierno de Cantabria y el director general de Trabajo, Gustavo García, quien la dirige, ha confiado en tener una negociación "larga" para poder desbloquear la situación.

García, quien ha mantenido un encuentro previo con las partes, ha afirmado que han acudido con voluntad de negociar y acercar posturas, aunque los representantes de Pymetal no han querido hacer declaraciones.

El séptimo día de huelga general indefinida del metal ha comenzado en Cantabria con los piquetes impidiendo la entrada de los trabajadores de Astander, en Astillero, por lo que sus empleados han tenido que acceder a sus puestos en lancha, según han confirmado fuentes sindicales a Efe.

FÁBRICAS CERRADAS. SEG Automotive ha reestructurado el personal de sus líneas de producción con la idea de potenciar áreas de fabricación que cuentan con un mayor volumen de materias primas y así evitar que la huelga del sector del metal en Cantabria afecte a su planta de Treto, en Bárcena de Cicero.

Así lo ha explicado a Efe el presidente del comité de empresa de SEG Automotive, Moisés Huerta, quien ha sostenido que la fabricación de las piezas destinadas al mercado de la automoción no se encuentra parada porque la planta cuenta, por el momento, con "material" suficiente y "proveedores alternativos".

No obstante, ha advertido de que si la huelga del metal se prolonga en el tiempo podría repercutir en una falta de suministros para la elaboración de los motores de arranque de última generación u otros dispositivos que salen desde esta localización cántabra.

"Nos está afectando porque no estamos trabajando a pleno rendimiento, pero no hay ningún empleado en casa por la reorganización en la fábrica", ha remarcado Huerta.

También reconoce que los empleados están expectantes por el devenir de un acuerdo entre patronal y sindicatos del metal que sirva para zanjar esta nueva incertidumbre industrial, sumada a la bajada del volumen de pedidos en el sector de la automoción por la guerra en Ucrania que se arrastra desde antes de la pandemia.

La fábrica de SEG Automotive en Treto cuenta con una plantilla de cerca de 700 trabajadores tras la progresiva salida voluntaria de personal prevista en el plan de reestructuración empresarial para los próximos años.