19.04.2024 |
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CATALUÑA

Sánchez y Aragonès convocan la «mesa de diálogo» sobre el «conflicto» catalán

El ‘president’ celebra que el jefe del Gobierno se comprometa a colaborar con 
la Justicia en los procesos por el espionaje a líderes independentistas 
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), yl presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, se dirigen a mantener una reunión este viernes en el Palacio de la Moncloa. / Emilio Naranjo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), yl presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, se dirigen a mantener una reunión este viernes en el Palacio de la Moncloa. / Emilio Naranjo
Sánchez y Aragonès convocan la «mesa de diálogo» sobre el «conflicto» catalán

Pedro Sánchez y Pere Aragonès han acordado celebrar la próxima reunión de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña la última semana de este mes en Madrid. La anterior reunión se produjo hace diez meses, el 15 de septiembre. La mesa fue creada en febrero de 2020 con la intención de avanzar en una política de «reencuentro», según el Ejecutivo central, y en la resolución del «conflicto político» entre Cataluña y el Estado, en opinión del Govern. De momento, la cita de los próximos días no cuenta con una agenda concreta de asuntos a tratar.

Hace apenas una semana, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y la consellera catalana homóloga, Laura Vilagrà, acordaron un «marco metodológico» para proseguir con las reuniones de la mesa de diálogo que deberían ser dos antes de que finalice el año. Con el acuerdo logrado ayer se empezará a dar cumplimiento a dicho pacto. En esa ocasión, Gobierno y Generalitat se comprometieron además a «contribuir al fin de la judicialización del conflicto político» por entender que exacerba la «polarización de posiciones» y «dificulta la búsqueda de soluciones».

En la reunión celebrada ayer, según la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, el presidente del Gobierno ha insistido en que la mesa de diálogo y los acuerdos que se alcancen en la misma deben ser «representativos de una mayoría social», por lo que en la Moncloa se desea que a la cita acudan miembros de las dos formaciones que integran el Ejecutivo de la Generalitat: ERC y JxCat. Los posconvergentes ya se ausentaron en la cita celebrada en Barcelona en 2021 y siguen desdeñando públicamente la utilidad de este foro.

Sánchez y Aragonès han abordado además las medidas «de calado social y económico» que se están llevando a cabo para hacer frente a la crisis inflacionista derivada fundamentalmente de la guerra en Ucrania, así como el nivel de ejecución de las inversiones en Cataluña. «El diálogo y la coordinación son la fórmula» para recuperar una relación fluida, ha recalcado Rodríguez.

«DIFERENCIAS ENORMES». La portavoz del Gobierno ha hecho hincapié en que las dos administraciones no han dejado de trabajar juntas en los últimos meses, pero, pese a ello, «la agenda de la próxima cita de la mesa está aún por determinar». Por el momento, no hay ningún acercamiento en relación con las principales aspiraciones de la causa independentista. Las diferencias en ese terreno, según Rodríguez, «siguen siendo enormes». Los dos presidentes tampoco han abordado, según la versión de la Moncloa, la posibilidad de reformar los delitos de sedición y rebelión ni las consecuencias de una posible reactivación de la euroorden contra el fugado Carles Puigdemont.

El compromiso de avanzar en la desjudicialización del conflicto, tal y como se acordó en la reunión entre Bolaños y Vilagrà de hace una semana, se enfrenta ahora al obstáculo que supone el pronunciamiento del abogado general de la UE, Richard de la Tour, dando la razón al juez instructor del 1-O, Pablo Llarena, en todos los planteamientos que sometió a cuestión prejudicial ante el Tribunal de la Unión abriendo así la vía, a la espera de que el TJUE se pronuncie definitivamente, a la reactivación de la euroorden contra Puigdemont. Al respecto, Aragonès ha asegurado ayer que no negociará la situación del ex president con el Gobierno: «Así lo ha expresado él y yo respeto su estrategia procesal».

ACUERDOS. En su comparecencia en la Delegación de la Generalitat en Madrid al término de la reunión, el jefe del Govern ha valorado que la reanudación de la mesa de diálogo en apenas dos semanas servirá para iniciar «la desjudicialización del conflicto político» con la voluntad de que se produzcan «los primeros acuerdos parciales».

Por otra parte, Aragonès ha celebrado que Sánchez se haya comprometido a colaborar con la Justicia para aclarar el caso del espionaje a dirigentes independentistas, el denominado Catalangate. A su juicio, «la desconfianza» generada por este capítulo «no se resuelve con la destitución de la directora del Centro Nacional de Inteligencia». Para Aragonès, el acuerdo marco alcanzado hace una semana por amos Ejecutivos ofrece garantías de que «estos hechos no se repetirán», pero especialmente ha valorado el compromiso del Gobierno de colaborar en los procesos judiciales abiertos por el caso Pegasus. El propio Aragonès ha presentado una querella contra la ex responsable del CNI Paz Esteban.

REFERÉNDUM. Pese al tono positivo empleado en su valoración, el president no ha querido dejar pasar la ocasión para recalcar el mensaje de que el conflicto no se solucionará sin un referéndum de autodeterminación: «Abordar la desjudicialización y el fin de la represión es imprescindible para avanzar, pero, mientras los ciudadanos catalanes no puedan decidir libremente sobre la independencia de su país, no se resolverá la raíz del problema». Este ha sido el primer encuentro formal entre ambos presidentes desde la reunión de la mesa de diálogo del pasado septiembre en Barcelona. En los dos últimos meses, tras la crisis abierta por el espionaje, Sánchez y Aragonès habían coincidido en dos actos empresariales en la capital catalana en los que se limitaron a emplazarse a encontrar una fecha para la cita que ha tenido lugar en La Moncloa este mediodía.

Sánchez y Aragonès convocan la «mesa de diálogo» sobre el «conflicto» catalán
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