Las próximas elecciones del 28 de mayo serán las últimas a las que se presente el jefe del Ejecutivo regional, Miguel Ángel Revilla, una figura que durante los últimos tiempos ha marcado la deriva «populista» de la política en Cantabria. El caso de los 42 millones de euros amañados por las consejerías de Obras Públicas del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) durante varias legislaturas amenaza el trono de Miguel Ángel Revilla. Las ocurrencias con las que el presidente de Cantabria ha eludido siempre cualquier polémica, dando lecciones a todo el mundo, no parece que estén funcionando en este asunto.

La última, que la justicia condena a un exalcalde del PRC a siete años por corrupción, al exalcalde regionalista de San Pedro de Romeral, contrató «a dedo» los servicios de festejos para las fiestas de 2014, condenado por un delito de prevaricación relacionado con la adjudicación «a dedo» de las fiestas de 2014. Es una muestra más de que hay un sistema corrupto sobrevolando las instituciones de Cantabria, como viene denunciando Vox durante toda la legislatura, como explicábamos este sistema corrupto del PRC-PSOE, está ahora ante la justicia en un municipio gobernado. por el PRC, Ribamontán Al Monte donde hay indicios de pago de nóminas sin desempeñar ningún trabajo, contratos a dedo y pagos sin justificar.

Pero no acaba ahí el escándalo, hace a penas unos días, el hermano del candidato del PRC de Castro le acusaba de delitos: "Ocho millones de euros que fueron traídos a España desde Suiza". Fernando Gutiérrez Castro, hijo de ‘Lolín’ y gerente de Conservas Lolín, una empresa de Castro Urdiales, muy conocida en todo el norte de España, denuncia que su hermano, Jesús, cabeza de lista de los regionalistas en el municipio, se ha aprovechado de las ayudas e incluso ha falsificado en algunos documentos su firma.  «Revilla tiró por la alcantarilla el dinero de todos los cántabros»

El caso carreteras secundarias de Cantabria se ha llevado ya por delante al último consejero de Obras Públicas de Revilla, José Luis Gochicoa, y a varios cargos del departamento. Hay detenidos, imputados y encarcelados. La trama ha estado operando siempre, justo en las legislaturas en las que el PRC llevaba la consejería de Obras Públicas (el propio Revilla fue consejero años antes), pero Miguel Ángel Revilla dice que no sabe nada del tema. Es el mismo Revilla que se paseó por las teles nacionales (su actividad favorita) pidiendo la dimisión por acción u omisión de Chaves y Griñán en el caso de los ERE.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ya ha dado carpetazo al caso Carreteras con tan solo un par de medidas. Éstas son la publicación de una guía de buenas prácticas y la imposición del filtro de un segundo funcionario, que deberá firmar los contratos públicos que se adjudiquen y que hasta ahora solamente llevaban la rúbrica de uno.

«Hemos puesto en marcha una serie de controles para evitar que estos hechos puedan volver a repetirse», ha señalado el dirigente regionalista, quien ha avanzado que el jueves, tras el consejo de Gobierno, «aparecerán medidas complementarias para evitar que en el futuro volvamos a vivir historias como esta», ha indicado, en referencia a la millonaria trama de mordidas y de amaños de contratos de obra pública.

ACOSTUMBRADOS A LA MALA PRAXIS. Para Roberto Media, vicesecretario de Organización del PP en Cantabria y diputado regional, «Revilla es una desgracia para Cantabria. Un personaje hecho para los medios que hace de todo menos gobernar».  A Roberto Media la escena de Revilla cantando sin mascarilla en un hospital no le sorprende: «Estamos acostumbrados a que se salte las normas que él mismo aprueba». Y recuerda cuando le pillaron comiendo y fumándose un puro durante la pandemia en un restaurante de Santander. Impunidad de actuaciones que ha compartido su socio de gobierno, el PSOE. Recuerda Roberto Media que, también durante la pandemia, el vicepresidente socialista de Cantabria, Pablo Zuloaga, y su consejero de Educación le montaron una comida a puerta cerrada en otro restaurante nada menos que al mismísimo ministro de Sanidad, Salvador Illa, que nos había encerrado en casa a todos. Pero no pasó nada.

«Robado a manos llenas»

La sensación de impunidad que transmite Miguel Ángel Revilla ha llegado al punto de organizarle hace unos días un homenaje a su consejero dimitido por el caso de las carreteras. Eso sí, haciendo pasar por caja a todo el mundo a razón de 10 euros por cabeza. El asunto pinta muy mal para el PRC y para Revilla. «Empiezan a aflorar audios de los amaños de los contratos», cuenta Roberto Media, «que se suman a la enorme cantidad de información ya conocida».

«Ni Revilla ni sus consejeros dicen saber nada, por más que les preguntamos», lamenta el dirigente del PP. «Aquí se ha robado a manos llenas y ellos dicen que no saben nada», repite varias veces Roberto Media durante una entrevista en LA ANTORCHA de OKDIARIO.

El diputado Mazón

Roberto Media pone el foco en uno de esos diputados del Grupo Mixto del Congreso que pululan sin pena ni gloria por la Carrera de San Jerónimo: José María Mazón, del Partido Regionalista de Cantabria. Mazón fue consejero de Revilla en tres de las cuatro legislaturas en las que operó la trama corrupta de Obras Públicas. «Ha tenido suerte. Los posibles delitos que hubiera cometido ya han prescrito», señala el dirigente popular.

Hoy Revilla, que sólo ha ganado unas elecciones una vez pero que lleva desde 1995 entrando y saliendo del ejecutivo regional, gobierna gracias al PSOE y compartiendo gobierno con él. «Mazón siempre vota a favor de Sánchez en el Congreso», destaca Roberto Media. ¿Hay pacto de silencio? Roberto Media cuenta los casos de cargos del PSOE en la sanidad pública cántabra inhabilitados por corrupción. «En aquel momento, Revilla defendió al PSOE y ahora el PSOE defiende a Revilla».

Con las cuentas apretadas para la mayoría Frankenstein en el Congreso donde un solo apoyo es esencial para el Gobierno, el disputado voto del señor Mazón -«siempre a favor de Sánchez»- podría estar teniendo su precio, insinúa el PP: tapar la corrupción en Cantabria. Tapa la corrupción en la Cantabria de Miguel Ángel Revilla.

Revilla miente más que habla

La Policía sospecha que llevaban 10 años amañando contratos públicos y cobrando comisiones. Revilla, del Partido Regionalista de Cantabria, lleva siendo presidente de la región desde 2003, salvo una legislatura en manos del PP. Desde 1995 a 2003 ya había sido con el PP vicepresidente del Gobierno y consejero, precisamente, de Obras Públicas.

Dice el dirigente popular que “Revilla miente más que habla. Revilla y la verdad están reñidos». Y pone como ejemplo el lío en el que metió el viernes pasado a la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainhoa Quiñones, por cierto, nuera del presidente del CIS, José Félix Tezanos. Revilla contó que la delegada del Gobierno en Cantabria le llamó «a las siete y veinte de la mañana -dijo- mientras me afeitaba para contarme que en diez minutos empezaba la operación de registro de la Consejería de Obras Públicas». La delegada del Gobierno lo desmintió y Revilla se retractó. Dice Roberto Media que «las invenciones de Revilla son el pan nuestro de cada día. Luego dijo para justificarse que es que unos días se afeita a unas horas y otros días a otras». El PP da por buenas las explicaciones de la delegada del Gobierno que, de ser las cosas como dijo Revilla, habría cometido un grave delito.