"No se puede hacer otra cosa", ha afirmado en relación a las medidas restrictivas que mantiene Cantabria para evitar el avance del coronavirus en la región.

Tras pedir "un poco de paciencia" porque se vislumbra "el final de esta pesadilla" y asegurar que Cantabria tendrá al 60 % de su población vacunada a finales de junio, Revilla ha aseverado que "no hay más opciones" que seguir lo que dicta la autoridad sanitaria.

A su juicio, los dirigentes que no cumplan esas medidas estarán "favoreciendo a un sector", en relación a la hostelería, pero "perjudicando a la población". "No hay otra alternativa. Es duro que a uno le toque gobernar en estas circunstancias, pero un político tiene que estar a las duras y a las maduras", ha enfatizado.

Revilla ha llamado a "aguantar esta pequeña última ola" hasta que Cantabria sea "libre" el 9 de mayo, después de que decaiga el estado de alarma.

"Esta gente tiene derecho a exteriorizar su descontento. Y si insultándome a mí se consideran en cierto modo aliviados, lo acepto con la responsabilidad que me corresponde como presidente", ha subrayado Revilla, quien ha indicado que en situaciones como esta "la culpa hay que echársela a alguien".

Sin embargo, ha defendido que el Gobierno de Cantabria está actuando "con mucho rigor" y "haciendo todo lo que hay que hacer" para "salvar la salud de los ciudadanos".

Revilla ha reconocido que el sector de la hostelería "está terriblemente castigado" y ha añadido que desde el Gobierno regional les están intentando ayudar, "no en la medida de lo que precisan, pero sí de manera importante.