20.04.2024 |
El tiempo

El rescate no entiende de pandemias

«Hay momentos en los que hay que poner en una balanza la utilización de la mascarilla. Valoramos la vida ante el posible contagio», asegura Javier, uno de los rescatadores del helicóptero del 112

Operativo de rescate por la zona de Ubiarco, Santillana del Mar.
Operativo de rescate por la zona de Ubiarco, Santillana del Mar.
El rescate no entiende de pandemias
La COVID-19 ha hecho, como con casi todo, que los rescates tengan sus propios protocolos para evitar el contagio, pero a veces no es posible seguirlos en función del lugar y la situación de la víctima, como ocurre en el mar, obligando al rescatador a anteponer la vida del herido a su propia salud.

Eso sí, se le pregunta a la víctima si tiene síntomas, se le ofrece una mascarilla si no la tiene y puede ponérsela y, al finalizar la intervención, se desinfecta tanto el personal como el equipamiento.

"Hay momentos en los que hay que poner en una balanza la utilización de la mascarilla. Valoramos la vida ante el posible contagio", asegura a Efe Javier, uno de los rescatadores del helicóptero del servicio de emergencias 112 del Gobierno cántabro.

En el helicóptero, todos los miembros del equipo -dos pilotos, un operador de grúa, un rescatador y un médico- llevan mascarilla por no poder guardar la distancia de seguridad.

La variabilidad de sus actuaciones, tanto en tiempo como en terreno, y que no cejan a pesar de la pandemia, hacen necesario establecer distintos protocolos de actuación por la COVID-19.

Sin embargo, hay ocasiones en las que se hace imposible llevar la mascarilla, como ocurre en los rescates en el agua, ya que ni el rescatador puede ponérsela por razones obvias, ni tampoco se la va a poner a alguien que se está ahogando.

El servicio de emergencias 112 de Cantabria ha tenido que llevar a cabo 22 rescates en lo que va de año en las costas de la región, más del doble que a estas alturas el año pasado (9).

Estos avisos complican más si cabe la labor de rescate, ya que en el mar cumplir con las medidas sanitarias para evitar la propagación del virus se hace más difícil, como explica Javier.

La consejera de Presidencia de Cantabria, Paula Fernández, achaca este incremento en los rescates marítimos a cambios en el patrón de comportamiento de los ciudadanos relacionados con la pandemia.

Así, asegura a Efe que muchas personas han perdido capacidad física durante el confinamiento.

A ello suma que los cántabros se están quedando de forma mayoritaria en Cantabria y que el turismo nacional ha llegado antes y en mayor cantidad porque las personas con segunda residencia han adelantado su llegada por las ganas de salir de su ciudad y por no haber podido viajar antes al extranjero.

Javier subraya que los fines de semana con buen tiempo aumentan las incidencias en la costa, mientras que en la montaña depende más de la meteorología.

El número de rescates en montaña se ha mantenido estable, ya que de momento van 23 intervenciones frente a las 33 de 2019, teniendo en cuenta que durante los tres meses de confinamiento no se ha podido desarrollar ningún tipo de actividad.

Por ejemplo, la anterior semana se activó tres veces el protocolo de costa y cuatro el de montaña. El viernes, sin ir más lejos, el helicóptero rescató a un joven buceador con un importante corte en el antebrazo que se hizo al chocar contra las rocas mientras practicaba pesca submarina.

Agentes del Greim de la Guardia Civil y bomberos del 112 también tuvieron que rescatar a un hombre de 59 años, vecino de Pamplona, que cayó por un talud de 15 metros al río Bullón, en Frama (Cabezón de Liébana), y que después fue trasladado al Hospital de Valdecilla.

La consejera apela a la responsabilidad, ya que, pese a que el helicóptero "es para todos", su función principal es salvar vidas, y atender otras incidencias evitables puede suponer perder tiempo de su labor prioritaria.

Los agentes del Greim de Potes creen que la mayoría de sucesos se deben a la imprudencia, a la sobreestimación de las capacidades físicas y técnicas y a la meteorología.

El Greim, que durante el estado de alarma prestó apoyo a las unidades de seguridad ciudadana, ha recuperado "cierta normalidad" en su trabajo, eso sí, adaptándose a las recomendaciones sanitarias.

"La distancia de seguridad siempre que sea posible y la mascarilla en el 99 por ciento de los casos", señala a Efe uno de sus integrantes.

También pide tener cuidado porque eso les "facilitaría bastante" el trabajo. Reclama así planificar bien la actividad, tener un equipamiento adecuado y ser prudentes en la realización de las actividades, que, recuerda, en ocasiones requerir de la contratación de un guía de montaña. 

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