Los profesores de Cantabria exigen que los vacunen antes del 30 de junio
15:18 17/06/21
La Junta de Personal Docente de Cantabria ha exigido este jueves a la Consejería de Sanidad que "todos" los docentes de la comunidad autónoma tengan completada su pauta de vacunación antes del 30 de junio.
"Esa es la promesa que queremos que nos hagan", ha señalado en declaraciones a los periodistas la presidenta de la Junta de Personal Docente, Belén González, antes de mantener una reunión con el director general de Salud Pública, Richard Wallmann.
La portavoz de la junta de personal, Henar Arguiñarena (Csif) ha señalado que "tras un curso entero solicitándolo", esta mañana se les ha citado a una reunión con Wallman. "Parece que sólo amenazando con medios de presión, se escucha a los docentes", la lamentado la representante de Csif.
Arguiñarena ha expresado el "altísimo grado de malestar e inquietud" de la práctica totalidad de los docentes sobre cómo se ha venido desarrollando el proceso de vacunación de este colectivo de trabajadores considerados "esenciales”.
En este sentido, ha lamentado que, si desde un principio el proceso se desarrolló “a trompicones y con demora", ahora se encuentra en un punto de “caos absoluto" y la "única información" que recibe la junta de personal por parte de la Consejería de Educación es la que, explica, "nos llega de los propios centros educativos, en los que se dan situaciones dispares y estrambóticas".
Según relata Aguiñarena, en cualquier punto de Cantabria y "sin orden aparente", se encuentran docentes que no han recibido ni siquiera una primera dosis de vacuna y otros a quienes se informa de que en función de la marca que deseen se les dará cita en una u otra fecha.
También hay "profesorado que consta como vacunado sin haber sido citado, o maestros de edades superiores a los 60 años que desconocen si se les administrará una segunda dosis ni cuándo", añade la portavoz de la junta de personal, apuntando que en colectivo, junto a los que permanecen sin vacuna ninguna, la preocupación es "mayor si cabe", ya que los actuales protocolos establecen que su intervalo entre dosis deberá ser de 12 semanas, "cumplidas ya en muchos de esos casos".
"Observamos cómo se informó hace ya semanas de la reanudación de la vacunación de este grupo y pensamos que se nos citaría conjuntamente con la población general, pero a día de hoy hemos llegado a un punto en el que observamos que, en la práctica, ser trabajador esencial en Cantabria, significa completar la pauta de vacunación más tarde que si nuestra ocupación fuera cualquier otra", ha lamentado Aguiñarena.
Y ha añadido que todo ello se produce durante procesos tan concurridos como la EBAU o las Oposiciones Docentes, en los que los docentes "pasan largos períodos de tiempo en sitios cerrados, ajenos a su grupo de convivencia habitual, poniendo en riesgo todo el cuidado que han tenido a lo largo de todo el curso escolar".
Ante esta situación, la junta de personal docente reclama una "información directa, puntual y veraz" sobre la forma en que se va a completar la vacunación del colectivo docente y que aquel a cuyo grupo de edad se esté vacunando como población general pueda tener la oportunidad de completar su pauta recibiendo cita con sus coetáneos.
También reivindican que los grupos de mayor riesgo, como los que cumplieron ya 60 o más años, reciban su segunda dosis "inmediatamente, o nunca más allá del intervalo recomendado de 12 semanas".
En definitiva, el colectivo exige que todos los docentes de Cantabria hayan recibido su ciclo completo de vacunación antes de final de curso, sin demorar la pauta a las 16 semanas.
Aguiñarena ha concluido reivindicando el "importantísimo papel" que loss docentes han desarrollado en el establecimiento de medidas para evitar la propagación del virus, colaborando con las instituciones sanitarias en la detección de casos y evitación de contagios y prestando todo su esfuerzo para que una sociedad que necesita de los centros educativos pueda seguir adelante.
También ha opinado que una demora respecto a la pauta de vacunación establecida por las autoridades sanitarias, "que no se está dando en el resto de comunidades", traiga consecuencias negativas en el inicio del próximo curso, en forma de una desprotección ante las nuevas variantes o cualquier otra consecuencia inesperada que puede traer este virus, del que "cada día aparecen nuevas noticias e imprevistas olas de contagios masivos".
Antes de mantener una reunión del rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, al ser preguntado por la petición de los docentes de que el colectivo reciba la pauta completa de vacunación antes del 30 de junio, se ha remitido a la reunión que van a mantener los sindicatos con el director general de Salud Pública.
Por su parte, el rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, ha recordado que ya solicitó que se incluyera al profesorado universitario y al personal no docente de la UC en la estrategia de vacunación, que no contemplaba su inclusión, por una diferenciación entre educación obligatoria y universitaria.
"A mi esa diferencia no me acaba de convencer en la práctica, porque es dar clase a uno de 16 o de 18 años", ha añadido Pazos, aceptando que es una "decisión de la estrategia nacional". No obstante, ha añadido que ahora "el problema es menos agudo, porque se está vacunando a la gente de la cuarentena" y el profesorado universitario "ha recibido su primera dosis e incluso la segunda". ![Publicidad 171034]()
"Esa es la promesa que queremos que nos hagan", ha señalado en declaraciones a los periodistas la presidenta de la Junta de Personal Docente, Belén González, antes de mantener una reunión con el director general de Salud Pública, Richard Wallmann.
La portavoz de la junta de personal, Henar Arguiñarena (Csif) ha señalado que "tras un curso entero solicitándolo", esta mañana se les ha citado a una reunión con Wallman. "Parece que sólo amenazando con medios de presión, se escucha a los docentes", la lamentado la representante de Csif.
Arguiñarena ha expresado el "altísimo grado de malestar e inquietud" de la práctica totalidad de los docentes sobre cómo se ha venido desarrollando el proceso de vacunación de este colectivo de trabajadores considerados "esenciales”.
En este sentido, ha lamentado que, si desde un principio el proceso se desarrolló “a trompicones y con demora", ahora se encuentra en un punto de “caos absoluto" y la "única información" que recibe la junta de personal por parte de la Consejería de Educación es la que, explica, "nos llega de los propios centros educativos, en los que se dan situaciones dispares y estrambóticas".
Según relata Aguiñarena, en cualquier punto de Cantabria y "sin orden aparente", se encuentran docentes que no han recibido ni siquiera una primera dosis de vacuna y otros a quienes se informa de que en función de la marca que deseen se les dará cita en una u otra fecha.
También hay "profesorado que consta como vacunado sin haber sido citado, o maestros de edades superiores a los 60 años que desconocen si se les administrará una segunda dosis ni cuándo", añade la portavoz de la junta de personal, apuntando que en colectivo, junto a los que permanecen sin vacuna ninguna, la preocupación es "mayor si cabe", ya que los actuales protocolos establecen que su intervalo entre dosis deberá ser de 12 semanas, "cumplidas ya en muchos de esos casos".
"Observamos cómo se informó hace ya semanas de la reanudación de la vacunación de este grupo y pensamos que se nos citaría conjuntamente con la población general, pero a día de hoy hemos llegado a un punto en el que observamos que, en la práctica, ser trabajador esencial en Cantabria, significa completar la pauta de vacunación más tarde que si nuestra ocupación fuera cualquier otra", ha lamentado Aguiñarena.
Y ha añadido que todo ello se produce durante procesos tan concurridos como la EBAU o las Oposiciones Docentes, en los que los docentes "pasan largos períodos de tiempo en sitios cerrados, ajenos a su grupo de convivencia habitual, poniendo en riesgo todo el cuidado que han tenido a lo largo de todo el curso escolar".
Ante esta situación, la junta de personal docente reclama una "información directa, puntual y veraz" sobre la forma en que se va a completar la vacunación del colectivo docente y que aquel a cuyo grupo de edad se esté vacunando como población general pueda tener la oportunidad de completar su pauta recibiendo cita con sus coetáneos.
También reivindican que los grupos de mayor riesgo, como los que cumplieron ya 60 o más años, reciban su segunda dosis "inmediatamente, o nunca más allá del intervalo recomendado de 12 semanas".
En definitiva, el colectivo exige que todos los docentes de Cantabria hayan recibido su ciclo completo de vacunación antes de final de curso, sin demorar la pauta a las 16 semanas.
Aguiñarena ha concluido reivindicando el "importantísimo papel" que loss docentes han desarrollado en el establecimiento de medidas para evitar la propagación del virus, colaborando con las instituciones sanitarias en la detección de casos y evitación de contagios y prestando todo su esfuerzo para que una sociedad que necesita de los centros educativos pueda seguir adelante.
También ha opinado que una demora respecto a la pauta de vacunación establecida por las autoridades sanitarias, "que no se está dando en el resto de comunidades", traiga consecuencias negativas en el inicio del próximo curso, en forma de una desprotección ante las nuevas variantes o cualquier otra consecuencia inesperada que puede traer este virus, del que "cada día aparecen nuevas noticias e imprevistas olas de contagios masivos".
Antes de mantener una reunión del rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, al ser preguntado por la petición de los docentes de que el colectivo reciba la pauta completa de vacunación antes del 30 de junio, se ha remitido a la reunión que van a mantener los sindicatos con el director general de Salud Pública.
Por su parte, el rector de la Universidad de Cantabria, Ángel Pazos, ha recordado que ya solicitó que se incluyera al profesorado universitario y al personal no docente de la UC en la estrategia de vacunación, que no contemplaba su inclusión, por una diferenciación entre educación obligatoria y universitaria.
"A mi esa diferencia no me acaba de convencer en la práctica, porque es dar clase a uno de 16 o de 18 años", ha añadido Pazos, aceptando que es una "decisión de la estrategia nacional". No obstante, ha añadido que ahora "el problema es menos agudo, porque se está vacunando a la gente de la cuarentena" y el profesorado universitario "ha recibido su primera dosis e incluso la segunda".
