La presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha trasladado al Gobierno regional PRC-PSOE su disposición al diálogo para los presupuestos autonómicos para 2021, aunque ha advertido de que «será difícil el acuerdo» porque cree que los socialistas «están por la total exclusión del PP».

En un comunicado tras el comité ejecutivo regional del PP celebrado anoche, Sáenz de Buruaga considera que «nadie entendería el no por el no» del PP ante la negociación del proyecto de Ley de Presupuestos de Cantabria para 2021, ante el que ha dicho que va a tener una serie de encuentros con sectores económicos para cerrar la propuesta que planteará su partido el Ejecutivo regional.

La líder de los populares cántabros se ha mostrado dispuesta a negociar «para convertir el presupuesto de 2021 en la tabla de salvación de Cantabria», pero también reconoce que los postulados económicos de los socialistas «son muy distintos» a los del PP.

«Tenemos un reto enorme por delante: tratar de utilizar nuestra capacidad de diálogo e influencia política para convertir el presupuesto en el plan de recuperación que Cantabria necesita, en la tabla de salvación no del Gobierno, sino de la sociedad», ha apostillado y afirma que «el PP no se puede desentender de la política presupuestaria ni dejar tirada a la Cantabria productiva y, por eso, está dispuesto a escuchar, dialogar y aportar».

Sáenz de Buruaga ha dicho que por su partido «no va a quedar», insiste en que «nadie entendería el no por el no» del PP y opina que en eso su formación no se parece «en nada al PSOE y a Pedro Sánchez».

«El PP va a utilizar sus votos para defender a los cántabros, ayudar a quienes crean empleo y generar oportunidades de futuro», ha reiterado la presidenta del partido en la región. Y ha defendido un presupuesto expansivo en gasto público productivo, del que también habló el pasado lunes el presidente cántabro, el regionalista Miguel Ángel Revilla.

«Estas circunstancias excepcionales es más necesario que nunca (ese presupuesto), lo que en ningún caso significa barra libre para el despilfarro, puesto que eso sería asfixiar a las generaciones futuras con una deuda imposible de soportar, ni más gasto improductivo en aparatajes políticos, en el engorde de la administración, ni en planes E que nada dejan tras de sí», explica. Ha precisado que el PP solo apoyará un presupuesto «dirigido al objetivo de la recuperación», ha recriminado que el Gobierno de Cantabria no haya querido un plan con ese obejtivo, y ha insistido en que las cuentas del próximo año deben «reactivar y trasformar la economía y resucitar la Cantabria productiva». Sáenz de Buruaga ha rechazado que ese presupuesto pueda dirigirse para «seguir haciendo política clientelar», por lo que ha abogado por «reformas estructurales» y por un cambio del modelo productivo, por «eliminar el gasto superfluo, atraer inversión y dar seguridad a los agentes económicos sobre el marco económico futuro».

«El presupuesto que quiera el apoyo del Partido Popular deberá blindar de verdad los servicios públicos esenciales, apostar por recuperar la sanidad pública y el sistema de atención a la dependencia y por el fortalecimiento del sistema de protección social, no solo con respaldo financiero, sino con planificación, gestión y consenso profesional. Sus reivindicaciones serán las nuestras», ha dicho.

Sáenz de Buruaga ha hablado también de que el presidente cántabro dice «que la caja de la comunidad autónoma está vacía» y ha explicado que mientras el Gobierno regional habla de un efecto de la covid-19 de 177 millones de euros en las cuentas regionales, el Ministerio de Hacienda ha cifrado hasta julio ese gasto en 36 millones. Ha añadido que la recaudación por tributos propios cayó hasta el 30 de agosto en 30 millones de euros, mientras los ingresos extraordinarios recibidos del Gobierno central han ascendido a 181, lo que Sáenz de Buruaga ha señalado que «significa que el saldo es necesariamente positivo». «De hecho, hasta julio Cantabria registró un superávit de 88 millones, cuando a esa misma fecha de 2019 registró un déficit de 86», ha recordado.

Por ello, la presidenta del PP ha opinado que «Cantabria ha pasado de cerrar el 2019 con un déficit por encima del 0,9 % a hacerlo si no es con superávit en una situación de equilibrio». «La caja estaba vacía antes del Covid, pero hoy no lo está por las transferencias extraordinarias del Estado», concluye.

Y considera que «Cantabria recibirá en 2021 prácticamente los mismos ingresos que en 2020». 

POCO CONSENSO. El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha confiado en que el presupuesto de la comunidad para 2021 se apruebe por consenso de los grupos parlamentarios (PRC, PP, PSOE, Ciudadanos y Vox), porque considera que así Cantabria daría «un ejemplo a España» ante la actual situación de emergencia. Aunque reconoce que empieza a «estar pensimista» respecto a ese posible acuerdo político para aprobar el presupuesto regional para el próximo año, sí asegura de forma rotunda que las cuentas para 2021 de la comunidad autónoma entrarán en vigor el 1 de enero.

Tomadura de pelo. El grupo de Vox en el Parlamento de Cantabria ha valorado este jueves el anuncio del Ejecutivo regional sobre su presupuesto, con un incremento del 4 % y un aumento de la inversión de 100 millones, como «una tomadura de pelo. En un comunicado, el portavoz parlamentario de Vox, Cristóbal Palacio, ha asegurado que las cifras propuestas son una «carta a los Reyes Magos» y ha criticado la «improvisación y el descontrol absoluto» del Gobierno de Cantabria con los presupuestos regionales. «Anunciar un incremento del presupuesto del 4 % y afirmar, en la misma frase, que la inversión real aumentará en 100 millones de euros, es tan falso como decir en abril que los costes del covid eran de 450 millones y en octubre reconocer que no superaran los 150», ha subrayado Palacio, para quien esto «deja sin credibilidad» al Ejecutivo regional.