19.04.2024 |
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«Pongo mi mano en el fuego por las residencias, lo están dando todo»

La consejera de Empleo y Políticas Sociales destaca el «compromiso» del personal de estos centros
La consejera de Empleo y Políticas Sociales de Cantabria, Ana Belén Álvarez. / Hoyos
La consejera de Empleo y Políticas Sociales de Cantabria, Ana Belén Álvarez. / Hoyos
«Pongo mi mano en el fuego por las residencias, lo están dando todo»

La consejera de Empleo y Políticas Sociales de Cantabria, Ana Belén Álvarez, defiende el sector de la dependencia y a las residencias, que no quiere que se estigmaticen porque lo están «dando todo» frente al COVID-19, en un modelo asistencial sobre el que cree que habrá que reflexionar cuando se supere esta crisis, porque lo urgente hoy es combatir el virus. «Yo pongo mi mano en el fuego, y no tengo además ninguna duda de que las residencias están dando absolutamente todo y más para superar esta situación», dice en una entrevista telefónica con Efe Álvarez, que destaca el «compromiso» del personal de estos centros y que ve «injustísimo» que se ponga el foco en ellos porque están haciendo un «grandísimo trabajo». 

Una de las cuestiones que más ha sobrecogido en esta crisis del coronavirus ha sido la elevada incidencia de la enfermedad en las residencias de ancianos. Los últimos datos que manejaba la consejera respecto a la situación en Cantabria señalan que son 230 personas las contagiadas en 14 centros del total de 80 de la red, con 20 fallecidos, 10 de ellos en hospitales.

A los cerca de 6.000 usuarios de estos centros se les han hecho 1.200 pruebas y el 75 % de ellas ha dado negativo. La consejera de Empleo y Políticas Sociales afirma que en estos momentos está centrada en la gestión de esta crisis y no tiene otra cosa en la cabeza que atender «lo urgente y lo prioritario», que es combatir el virus. Nuestra cabeza no está en el modelo futuro, aunque es algo que evidentemente después habrá que debatir», manifiesta.

Pero cuando todo pase, Álvarez no descarta abordar una reflexión no solo sobre el modelo de atención, sino también sobre cómo se financia. Y ello teniendo en cuenta que actualmente la comunidad autónoma corre con más de un 80% de la inversión en dependencia. 

«Cuando escuchamos a algunos que hay que bajar impuestos, por ejemplo, ¿cómo pagamos los modelos, que tengan todo tipo de prestaciones, todo tipo de servicios, y todo tipo de ayudas? Tendremos que buscar el equilibrio entre lo que queremos y lo que pagamos y cómo lo financiamos, y por ahí desde luego tiene que ir la reflexión», advierte. Otra de las cuestiones que se han puesto sobre la mesa es si las residencias deben contar obligatoriamente con un médico en su personal, una reivindicación que se hace desde el sector de los sanitarios.

Álvarez no rechaza abordar también ese debate pero destaca que el que haya un facultativo en una residencia no evita que entre el virus, «porque hay residencias que tienen médico, porque quieren tenerlo», y han tenido contagios.

modelo asistencial. «El modelo que tenemos es un modelo asistencial, para que una persona viva en la residencia como en su domicilio, y el que la tiene que atender es el médico de familia. El centro de salud es el que tiene que atender porque forman parte esos residentes que tienen su tarjeta sanitaria asignada a ese centro», insiste.

La consejera cree que, aparte, habría que pensar si hay personal sanitario y médicos «formados para poder estar en todas las residencias» y añade que esa reflexión habrá que hacerla de forma conjunta, con el sector, y «tener ese debate». «Claro que lo tendremos: sobre cuál es el modelo que tenemos y también saber cómo lo vamos a financiar», reitera. Además, defiende la labor de la Consejería de Sanidad y su departamento de Salud Pública, que han criticado las residencias, según han dicho, por la tardanza en atender sus demandas sanitarias y por la falta de test.

La consejera resalta el trabajo de Sanidad, que «también lo está dando todo», aunque entiende que en esta crisis «es complejo llegar a satisfacer» todas las demandas que se hacen. Álvarez considera que la pandemia deja también cosas buenas, como la capacidad de trabajo y la dedicación, tanto en el sector público, en su equipo de la Consejería y en los funcionarios, como en el privado y en las residencias, además de la solidaridad que están demostrando la sociedad y las empresas.

Y deja claro que «el compromiso, la dedicación y la profesionalidad son idénticos en las residencias públicas (tres en Cantabria) y en las privadas. «No estigmaticemos a unos sí y a otros no, porque el virus no entiende de esas cosas», subraya la consejera.

«Pongo mi mano en el fuego por las residencias, lo están dando todo»
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