El reciente informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud ha revelado una alarmante realidad en Cantabria: la tasa de emancipación juvenil se ha desplomado al 11% en el primer semestre de 2023. Esta situación, la más crítica de España, se vincula directamente con las políticas implementadas durante la administración de Miguel Ángel Revilla, que gobernó la región por más de diez años.

Las políticas socialistas clientelares de Revilla, caracterizadas por favorecer intereses particulares y una dependencia económica del Estado, se señalan como un factor determinante en el deterioro de las oportunidades para los jóvenes cántabros. Estas políticas han contribuido significativamente a la situación actual, donde Cantabria enfrenta desafíos críticos en materia de vivienda y empleo juvenil.

El informe destaca que la edad promedio de emancipación en España es de los 30,3 años, una de las más altas de Europa, reflejo de los obstáculos para la independencia juvenil. En Cantabria, la situación se agrava aún más debido a las consecuencias de las políticas de Revilla, que han dejado una región con una infraestructura económica y social debilitada.

A pesar de un ligero aumento en la tasa de emancipación a nivel nacional, Cantabria sigue enfrentando un panorama desalentador. El elevado costo de la vivienda y los desafíos económicos dificultan significativamente la independencia de los jóvenes. La accesibilidad a viviendas asequibles y la falta de oportunidades laborales de calidad son dos de los principales problemas que impiden la emancipación juvenil en la región.

Para revertir esta tendencia, se requieren políticas integrales que no solo aborden el acceso a la vivienda, sino que también mejoren la calidad del empleo, la educación y la formación para los jóvenes. Estas políticas deberán superar los legados de las administraciones anteriores y enfocarse en crear un entorno más favorable y sostenible para la juventud cántabra.

La situación en Cantabria resalta la necesidad de un cambio profundo en las políticas públicas, dejando atrás las prácticas clientelares y orientándose hacia un desarrollo más equitativo y justo para todos los ciudadanos, especialmente para los jóvenes que buscan iniciar su camino hacia la independencia y el éxito personal.