02.05.2024 |
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ANTIGUO EDIFICIO DEL BANCO MERCANTIL

La nueva sede territorial del Santander, un lugar abierto a la sociedad

El edificio alberga una oficina comercial, una de banca de Empresas y de Banca Privada y los servicios centrales de la Territorial de la región | El banco Santander inaugura y remodela el antiguo banco mercantil para recuperar su valor patrimonial y ofrecer una atención más completa a los clientes

El Estudio de Arquitectura Cruz y Ortiz ha sido el encargado de realizar la rehabilitación                   y remodelación          del edificio | El inmueble           está acreditado como el edificio más sostenible que se puede                     construir              actualmente
El Estudio de Arquitectura Cruz y Ortiz ha sido el encargado de realizar la rehabilitación y remodelación del edificio | El inmueble está acreditado como el edificio más sostenible que se puede construir actualmente.
La nueva sede territorial del Santander, un lugar abierto a la sociedad

La nueva sede territorial del Banco Santander en Cantabria será un espacio abierto a clientes y foráneos, con una nueva organización de los espacios y totalmente digital.  La apuesta del Santander es crear sinergias de trabajo en un espacio diáfano, donde primen las conexiones entre empresas y trabajadores del banco, abierto a todo el mundo y donde la arquitectura se pliega a las necesidades de los clientes.

Para ello, se ha acometido la rehabilitación de la antigua sede del banco Mercantil un proyecto que ha supuesto una inversión de más de 20 millones de euros y que se ha ejecutado en dos años.

La remodelación de este inmueble, situado en la calle Hernán Cortés de Santander, ha corrido a cargo de los arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz, cuyo estudio ha sido el responsable de la restauración del Risjksmuseum en Holanda, las estaciones de ferrocarril de Basilea y Sevilla o el diseño del Wanda Metropolitano de Madrid, entre otros.

El proyecto, tal y como explica Alfonso Ráez, director de Inmuebles de Banco Santander, ha «puesto en valor los elementos arquitectónicos del edificio», proyectado originalmente en 1902 por el arquitecto Casimiro Pérez de la Riva, al mismo tiempo que lo ha adecuado a las nuevas necesidades del banco.

Vista del espacio central del nuevo edificio. / afg
Vista del espacio central del nuevo edificio. / afg

El exterior conserva su imagen de bloque representativo y su fachada es uno de los elementos más singulares, como por ejemplo al puerta principal del inmueble que ha sido completamente rehabilitada, así como las estatuas o la carpintería, que ha pesar de ser nueva, se ha realizado un remodelado exacto de la original. Solo el trabajo en la puerta de forja que da entrada al edificio ha supuesto un trabajo de unos cuatro meses.

Gracias a la restauración milimétrica que se ha realizado, se han mejorado los detalles puramente arquitectónicos y característicos del manierismo italiano: almohadillados, cornisas y adornos de diferente índole.

El interior conserva la estructura compuesta por pilares de fundición original y un patio octogonal en el centro. Esta estructura se erige como otro de los elementos singulares con un importante valor arquitectónico e histórico.

Además, todos los elementos de valor se han mantenido, como las antiguas cajas del patio de operaciones, que se han restaurado y dejado de forma «testimonial» para que puedan ser admiradas por el visitante.

El nuevo proyecto se completa con la adecuación de la cubierta, que servirá como espacio multifuncional para los profesionales del banco, además de mirador para disfrutar de las vistas de la ciudad.

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Además, el edificio cuenta con el certificación Internacional BREEAM en su categoría de Excepcional, que lo acredita como el más sostenible que se puede construir actualmente. Destacan características como la eficiencia energética de sus instalaciones, el uso de materiales sostenibles, con el consiguiente beneficio a la economía local, el menor impacto posible para vecinos  y trabajadores y la garantía de uso en condiciones higiénico-sanitarias y de calidad de aire, excelentes para las personas que trabajarán y visitarán el edificio en el futuro.

El inmueble está compuesto por un semisótano y cinco plantas, con cada uno de los espacios definidos para servir a distintos cometidos que cumplan con las necesidades de los más de 100 trabajadores que a partir de agosto comenzarán a ocupar el edificio y los clientes del banco. Los primeros en trasladarse a las nuevas instalaciones serán los empleados de la oficina territorial y paulatinamente llegarán los de otras.

Tal y como indicó Manuel Iturbe, director territorial de Banco Santander en Cantabria y Asturias, se traerán a la nueva sede todos los negocios que tenía el banco por toda la ciudad: el negocio de empresa y las dos oficinas de banca privada que se encuentran actualmente en el paseo Pereda y Hernán Cortés. Así, todos estos empleados trabajarán en un espacio único, dotado con salas de reuniones pero sin despachos, con largas mesas corridas donde se busca incentivar la comunicación y las relaciones entre los trabajadores, además de ofrecer a las empresas espacios para reuniones u otro tipo de necesidades. Especialmente orientado a generar este tipo de conectividad es el espacio denominado ‘workcafé’, el tercero de este tipo con el que contará el Banco Santander en la ciudad, abierto a cualquiera que necesite un lugar en el que mantener encuentros, reunirse con clientes o poder trabajar en un ambiente agradable, con acceso a internet y disfrutar de una excelente oferta de café seleccionada por un barista.

Vista del espacio central del nuevo edificio. / afg
Vista del espacio central del nuevo edificio. / afg

La nueva organización de la sede quiere así atraer a clientes que en un momento dado estaban en diferentes oficinas, con un perfil cuyas necesidades puedan ser cubiertas por el servicio que se ofrecen estas nuevas instalaciones. El edificio, cuyo centro ocupa una enorme bóveda acristalada, se divide en cinco alturas, cada una destinada a cubrir las distintas necesidades operativas de la sede. La planta baja del edificio la ocuparán los gestores del banco, donde se realizará cualquier tipo de operación financiera que necesiten los clientes. Otras albergarán la dirección territorial de la entidad y en una superior se atenderá a las empresas. Por su parte, la cubierta se ha transformado en un espacio multifuncional, donde además de la terraza, se ha creado un espacio donde organizar reuniones o eventos. La sala estará disponible para empresas o asociaciones que soliciten su uso al banco, una forma de «abrir el banco a la sociedad cántabra», señala Iturbe.

La inauguración, a la que acudirá la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, está programada para este próximo viernes.

Vista del espacio central del nuevo edificio. / afg
Vista del espacio central del nuevo edificio. / afg

Santander recupera uno de sus edificios más emblemáticos | El edificio ha sido casi siempre sede de bancos, salvo cuando albergó la Diputación Provincial

 

La nueva sede territorial del Banco Santander en Cantabria fue diseñada por primera vez en 1902 por el arquitecto Casimiro Pérez de la Riva como sede del Banco Mercantil, el otro gran banco de la región que se creó en el último año del siglo XIX. El edificio original tenía un uso mixto: el primer piso y el sótano estaban destinados a oficinas, mientras que los pisos superiores se usaban como vivienda de los propios trabajadores del banco. Pertenece al «estilo francés moderno» que se desarrolló en Cantabria a finales del s. XIX y se caracteriza por una mezcla de diferentes estilos como el Renacentista, el Manierismo o el Barroco. Las cornisas, las molduras, los balcones o las torretas de las esquinas, que han sido restaurados, son algunas de las formas características de este lenguaje, que convierten a la fachada del edificio de Hernán Cortés en una de las principales referencias de este estilo.

El banco Mercantil se creó en 1899 y lo hizo en gran medida en el seno de Banco Santander, ya que fue fundado por accionistas y consejeros del Santander. Desde entonces, Mercantil y Santander convivieron como duros pero cordiales competidores en una relación donde el Mercantil se mantenía a la cabeza. Finalizada la Guerra Civil, el Mercantil comenzó a mostrar síntomas de agotamiento mientras que el Santander iniciaba una importante expansión bajo el liderazgo de Emilio Botín-Sanz de Sautuola y López.

En 1945, Santander y Banesto compitieron por el Banco Mercantil. Finalmente, fue Banco Santander quien lo adquirió, pero tuvo que ceder el edificio a Banesto. Esta operación convirtió al Santander en líder de Cantabria y le dio escala para crecer en otras zonas del país e incluso en el extranjero.

Tuvieron que pasar casi 50 años hasta que esta sede pasó a ser propiedad de Santander con la adquisición de Banesto. El edificio ha sido casi siempre sede de bancos, salvo en los años veinte que albergó la Diputación Provincial.

Alfonso Ráez | Director de Inmuebles de Banco Santander

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Alfonso Ráez | Director de Inmuebles de Banco Santander

Resalta la importancia de la remodelación del edificio, que recupera el valor patrimonial de un inmueble histórico en Santander y que logra conjugar el mantenimiento de la estructura y ornamentación originales con las necesidades de un banco moderno. Así, Ráez explica el «espectacular» resultado que ha tenido la recuperación de la carpintería original del inmueble, así como los desafíos que ha supuesto poder mantener las columnas originales del edificio, pilares de principio del siglo XX como quedan ya en pocos edificios en España. Un trabajo que ha supuesto dos años de esfuerzo y la participación de casi 200 empresas, la mayoría de ellas del ámbito local.

Manuel Iturbe  | Director Territorial de Banco Santander en Cantabria y Asturias

Manuel Iturbe
Manuel Iturbe

La puesta en marcha de la nueva sede territorial del Banco Santander en Cantabria cumple varias expectativas, entre ellas la modernización, señala Iturbe, quien pone en valor que el entorno creado servirá para cumplir con las necesidades de los clientes del banco así como generar relaciones y ofrecer a empresas y organizaciones un lugar para trabajar, reunirse y generar contactos. Además, el espacio multifuncional situado en la cubierta del inmueble, que alberga una sala de reuniones y la propia terraza del edificio, está pensado como un lugar «abierto a la sociedad cántabra» donde organizar desde reuniones a consejos de administración de empresas o eventos como entregas de premios.

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