La iniciativa Cantabria Sostenible, integrada por 18 partidos, sindicatos asociaciones y otros colectivos de la comunidad autónoma, ha denunciado que la nueva Ley del Suelo, aprobada esta tarde por el Parlamento regional, «consolidará la destrucción del suelo fértil y del sector primario» de la región.

«Mientras nuestros pueblos están llenos de casas vacías, la nueva Ley del Suelo permitirá construir viviendas innecesarias para la especulación turístico-residencial, en los suelos fértiles de Cantabria», ha criticado en un comunicado la plataforma, que manifiesta su intención de mantener su campaña hasta conseguir «la normalización» de la ley.

Una normalización que supone, según explica, «que, como ocurre en el resto de las comunidades autónomas y la Unión Europea, el suelo rural se dedique a cultivar y no a construir», para lo que «hay que reorientar y reactivar el modelo productivo de todo el sector primario, abandonado y devaluado durante 40 años por los políticos de esta comunidad».

Reitera que la construcción en suelo rústico «es una anomalía que perjudica al sector primario y a toda la comunidad, y como tal anomalía debe de ser corregida y eliminada definitivamente, para alcanzar la normalidad territorial y económica de Cantabria respecto a las necesidades que plantea el mundo actual y la Europa sostenible del siglo XXI». Según Cantabria Sostenible, «los suelos más valiosos de la comunidad, cuidados y mejorados a lo largo de siglos y destinados a la producción de alimentos, son sacrificados para siempre, por políticos que a lo largo de 40 años han sido incapaces de reorientar el sector primario y dotar de un modelo económico digno a nuestra comunidad».

«Como no saben qué hacer con el mundo rural, condenan al mejor recurso del sector primario a su desaparición, convirtiéndolo en espacio de especulación urbana», afirma Cantabria Sostenible, que considera que esta ley «es ambiental y económicamente insostenible, a la vez que retrógrada, anormal y extemporánea, por ir en contra de toda la normativa europea, estatal y del resto de las comunidades autónomas».

A su juicio, «el daño que esta ley va a ocasionar a las generaciones futuras de esta comunidad será irreparable e irreversible», una norma que, sostiene, «es resultado de la cortedad de miras de políticos sin capacidad ni proyecto, que sólo aspiran a vivir de la política aunque para ello tengan que liquidar y vender lo más valioso del territorio de Cantabria».

«Políticos con esta visión cortoplacista e irresponsable, no están a la altura de lo que necesita esta tierra. Cantabria merece otras políticas y para ello posiblemente sean necesarios otros políticos», concluye.