Las muertes se dispararon en Cantabria un 88,5% en la semana del 30 marzo al 5 de abril, en plena crisis sanitaria del coronavirus, con un total de 196 fallecimientos en la comunidad. En esta semana, la 14 del año, las muertes crecieron en todo el país un 154,6%.

Son datos publicados hoy por el Instituto Cántabro de Estadística (ICANE) de la 'Estimación de Defunciones Semanales. Estadística experimental INE. Análisis para Cantabria', elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, que, en el contexto de la pandemia COVID-19, ha puesto en marcha una operación experimental dedicada a la estimación semanal del número de defunciones por provincias e islas.

Se trata de una estimación realizada con datos actualizados recibidos desde los registros civiles combinados con información histórica de la Estadística de Defunciones, lo que permite comparar las defunciones ocurridas durante 2020 con los datos históricos desde 2000.

Desde el 1 de enero de 2020 hasta el 24 mayo, 21 semanas, en Cantabria se registraron un total de 2.801 defunciones, 164 más, lo que supone un crecimiento del 6,2% respecto al mismo periodo de 2019. Para el conjunto de España, el aumento en la semana 21 fue del 24,1%.

En Cantabria la mortalidad en estas 21 semanas fue mayor entre las mujeres que entre los hombres. Sin embargo, el aumento entre ellos fue del 7%, mientras entre las mujeres se quedó en el 5,5%. En total el número de defunciones acumulado de hombres fue de 1.389, 91 más que durante 2019, mientras en las mujeres la cifra fue de 1.412, 73 más que el año anterior.

Por grupos de edad, el mayor número de defunciones registrado en Cantabria hasta la semana 21 se concentró entre los de 90 y más años (778), que suponen el 27,8% de las muertes. Sin embargo, los grupos que experimentaron un incremento mayor fueron los de 75 a 79 años (289) con un 36,3%, y de 80 a 84 años (425), con un 20,4% más que en el mismo periodo de 2019. Para los grupos de menos de 60 años se registró un
descenso del número total de muerte.

En el conjunto del país, la mayoría de muertes se registraron también entre los mayores de 90 años, pero el mayor incremento correspondió al grupo de 75 a 79 años, un 35,3%. Le siguieron el de 90 y más años con un 27,2%, y el de 85 a 89 años con 25,1%.