El PSOE lleva una semana con un incendio abierto a raíz de la crisis interna que arrastra desde la elecciones de Andalucía y que se avivó con la salida de Adriana Lastra como vicesecretaria general. La formación socialista vive tiempos de cambios, de transición. Pero Pedro Sánchez, que convocó al Comité Federal, máximo órgano entre partidos, para consumar la remodelación de su cúpula, centró gran parte de su intervención en el "cambio" y la "transición" pero ecológicas, no políticas. El líder del PSOE orilló la crisis internas, dedicándole apenas cinco minutos, al tiempo que buscó enfundarse el traje de líder frente al cambio climático, dando portazo y desafiando a Alemania y la Comisión Europea: no acepta sus propuestas de reducción de consumo de gas.

En cambio, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha pedido "explorar de nuevo la energía nuclear" frente a la crisis energética, porque ha considerado, además, que "se ha avanzado muchísimo en la seguridad" en las plantas.

"He sido muy crítico con la energía nuclear, pero creo que se ha avanzado muchísimo en seguridad", ha opinado el presidente durante la inauguración de un curso sobre cambio climático en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que organiza EDP.

Revilla ha matizado que no pide "abrir nuevas plantas", pero ha subrayado que "sería un error terminar con las centrales" nucleares que hay en España. "Todavía nos suministran el 20 % de la energía que consumimos", ha afirmado.

Junto a la nuclear, el presidente cántabro ha pedido "apostar decididamente" por las energías renovables, un sector en el que ha admitido "Cantabria está mal", en alusión a la construcción de parques eólicos. "No ha tenido más que denuncias", ha lamentado.

"Tenemos que darnos prisa", ha pedido el presidente cántabro, quien ha considerado que Europa "se ha quedado atrás" a la hora de lograr autosuficiencia energética y ha añadido que la crisis de Ucrania ha cogido "en pañales" a los europeos en este sentido.

Además, sobre una posible recesión que auguran, según Revilla, los "catastrofistas" y los "pesimistas", el presidente ha mandado se siente optimista y augura un futuro sin crisis, a pesar de estar inmersos en una de las más graves.

"A día de hoy, yo no veo esas razones, más allá de que se corte el gas ruso o que no haya unas negociaciones con Ucrania", ha dicho.

Mientras tanto, Sánchez ha alertado de la "emergencia climática" y el "cambio climático" y ha aprovechado su intervención para desgranar todas las iniciativas y medidas que el Ejecutivo ha tomado en esta materia. El grueso de su intervención ha estado dedicado a este asunto, sentando un pilar de lo que quiere el jefe del Ejecutivo: el interés es vender lo que hace el Gobierno, no hablar de los problemas internos.