El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, despreocupado y haciendo lo que mejor sabe hacer, que es buscar la mejor foto del día en cualquier ubicación que le de una imagen hacia la ciudadanía, hoy ha estado de visita en un refugio 'La Manada Cántabra' ubicado en Oruña, en el municipio de Piélagos.

Tras recorrer el lugar y ver a las vacas, burros, caballos o cerdos vietnamitas, Revilla ha asegurado estar "impresionado" y "entusiasmado" con el buen estado en el que se encuentran estos animales, y ha destacado que "han recuperado su vida" gracias al trabajo "altruista" y "de pura humanidad" de Carlos Llorente y Patricia López, creadores de este centro de acogida pionero en Cantabria. "La gente buena es aquella que no solamente es buena con los de su misma especie, sino también con los animales", ha concluido el presidente cántabro.

Mientras ocurría esto, decenas de trabajadores del metal están concentrados, desde las 11.30 horas, frente a la sede del Orecla, donde se celebra la reunión de mediación que mantienen patronal y sindicatos para negociar un nuevo convenio colectivo y poner fin a la huelga general indefinida, que suma hoy su séptimo día.

Al grito de "Sí se puede" y haciendo sonar sus silbatos, los trabajadores han apoyado a su llegada al organismo de mediación a los representantes de los sindicatos, que han convocado la huelga.

El político que está pasando las últimas horas en su vida laboral aprovecha cualquier ocasión para hacerse una foto y demostrar lo que trabaja. Pero cuando va a tomar cartas en el asunto de la huelga del metal.