En la primera sesión del juicio por la muerte de Mario Fuentes, estudiante de Colindres asesinado en León, el acusado se defendió alegando haber actuado impulsivamente y bajo un estado de pánico, tras ser agredido. La defensa busca atenuar la gravedad de los cargos, mientras que la fiscalía y la acusación particular insisten en la premeditación del acto.

El Acusado se Declara Presa del Pánico

El protagonista de este dramático suceso explicó ante el tribunal que su reacción fue "instintiva", desencadenada por el miedo y la confusión en el momento del altercado. "No estaba pensando cómo actuar", aseguró, describiendo cómo, en un momento de desesperación, extrajo una navaja y agredió a Fuentes, sin la intención de causarle la muerte. La discusión previa y la agresión que sufrió por parte de la víctima fueron presentadas como el detonante de su reacción descontrolada.

Detalles del Conflicto

El acusado relató que intentó resolver verbalmente la situación antes de que las cosas escalasen hacia el trágico desenlace. La asistencia médica que recibió tras ser agredido y el consumo de alcohol y drogas por parte del agresor fueron puntos de discusión durante el juicio, elementos que podrían influir en la percepción del incidente y la responsabilidad del acusado.

Penas Solicitadas y Actitud del Acusado

La fiscalía exige una condena de 22 años de cárcel, mientras que la acusación particular solicita 20 años, destacando la "actitud de matar" del acusado y su falta de auxilio a la víctima como factores agravantes. A pesar de su arrepentimiento y la oferta de compensación económica a la familia de Fuentes, las acusaciones subrayan la falta de colaboración con la policía en los momentos críticos tras el incidente.

El juicio continúa desgranando los hechos que rodearon la muerte de Mario Fuentes, con el objetivo de esclarecer las circunstancias y determinar la responsabilidad del acusado en un caso que ha conmocionado a la comunidad de Colindres y más allá.