Ayer, bajo la presencia de la directora general de Salud Pública, Paloma Navas, quien estaba visiblemente emocionada y esperanzada por este pequeño comienzo, fue María Dolores Luzuriaga, una terapeuta ocupacional en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, la que se prestó a ser vacunada contra la covid-19.  La gerente del Servicio Cántabro de Salud, Celia Gómez, que también ha acudido al CAD de Cueto junto a su director, Nicolás Peña, y la coordinadora del Plan de Vacunación contra la covid-19 en Cantabria, Flora Pérez, quién ha indicado que este es un primer paso y "a medida que vayan llegando se irán programando las vacunaciones".

El protocolo de esta primera fase ha empezado así con "absoluta normalidad" y "sin incidencias" desde que la vacuna llegara al centro residencial en torno a las once de la mañana en una ambulancia del servicio de emergencias 061 con un equipo de enfermería, custodiados por varios vehículos policiales.

El ritmo de vacunación va a depender de la llegada de las vacunas, que está previsto sea semanal. A medida que vayan llegando a Cantabria, se irán administrando a los residentes, que son el grupo de vacunación prioritario.

España comenzó ayer domingo su programa oficial de vacunación masiva contra el coronavirus para sus millones de residentes en medio de la preocupación por el suministro y las frustraciones por el ritmo del despliegue.

Las esperanzadoras escenas del domingo en toda Europa siguieron a la creciente frustración de los españoles al ver cómo la vacuna Pfizer-BioNTech, desarrollada en Alemania con fondos del gobierno federal alemán, se desplegaba primero en una serie de países fuera de la UE, entre ellos los Estados Unidos, Gran Bretaña, Israel y los Emiratos Árabes Unidos. Aunque el bloque ha pedido más de 2.000 millones de dosis de vacuna, ya que su objetivo es proteger a todos sus ciudadanos contra el coronavirus, la mayoría son candidatos que aún no han sido aprobados para su uso.

El estado español recibió 9.750 dosis el sábado, suficiente para proteger a 4.875 personas. Una  "primera entrega simbólica", según ha explicado el director general de Pfizer España, Sergio Rodríguez.