24.04.2024 |
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TRIBUNALES

El hermano del acusado de matar a su madre: «Tenía un problema mental obvio»

Tenía la «sensación» de que lo ocurrido podía haber pasado en cualquier momento; «hace 10 años, dentro de cinco o nunca»

Los agentes que acudieron a la escena del crimen también declararon ayer. / ALERTA
Los agentes que acudieron a la escena del crimen también declararon ayer. / ALERTA
El hermano del acusado de matar a su madre: «Tenía un problema mental obvio»

El hermano del acusado de matar a su madre de 80 años en octubre de 2021 en el domicilio de Santander en el que los tres convivían ha dicho que tenía la «sensación» de que lo ocurrido podía haber pasado en cualquier momento; «hace 10 años, dentro de cinco o nunca», e incluso pensaba que él podría haber sido la víctima debido a la relación «tensa» que ambos mantenían desde hace muchos años.

Según ha relatado este martes en el segundo día del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Cantabria, la relación no era «normal» desde hace unos 10 años y en casa «todo eran problemas y discusiones» relacionadas con las tareas de casa, porque su hermano, el acusado, no trabajaba o porque siempre les pedía dinero a él y a su madre.

Por ello, y debido a la «tensión», las «amenazas» y a las miradas «intimidatorias» que le lanzaba cuando se cruzaban por la casa, el hermano del procesado adoptó, frente a la figura más «dialogante» de su madre, una posición de «poli malo», negándose a darle dinero e instándole a trabajar, lo que resultaba en «encontronazos y empujones».

En concreto, ha relatado un episodio de hace tres años en el que él y su madre estaban encerrados en el baño mientras su hermano les amenazaba con una navaja desde fuera porque quería 600 euros.

Pese a estos hechos, ha asegurado que su hermano, al que vio la noche antes del homicidio, era «consciente» de lo que hacía y decía y nunca le vio «ido», y les quería a su madre y a él «de sirvientes».

Sobre lo relatado el lunes en su comparecencia por el procesado, que sostuvo que su hermano y su madre «le maltrataban» y le proferían a diario insultos, el hermano lo ha negado y ha asegurado que su madre «nunca» diría eso porque era una persona «educada», algo que han subrayado también durante el juicio una vecina y otra mujer que trabajaba para ella ayudándola en casa debido a sus problemas físicos. El hermano, que ejerce la acusación particular, también ha negado las afirmaciones del acusado de que un hombre «le violó» en su casa y su madre y su hermano eran conscientes, y las ha achacado a que «se inventa cosas para justificar que no hace nada» y dice «cosas sin lógica».

En este sentido se ha expresado también la hermana de ambos, que aunque no compartía domicilio con ellos estaba al corriente de la «muy, muy complicada» convivencia que había «desde siempre» por diversos problemas familiares, así como de que el presunto autor de los hechos, se inventada «un montón de cosas», contaba la verdad «a medias» y siempre les echaba la culpa a ellos de sus problemas, «aunque a veces también se culpaba a sí mismo y se autoflagelaba» en momentos de depresión.

En su opinión, su hermano «tenía un problema mental obvio, manifiesto y patente», aunque no conoce «en qué grado exactamente», y según ha dicho, no le recuerda «muy estable nunca a lo largo de su vida», por lo que ha pagado un informe psiquiátrico alternativo propuesto por la defensa con el objetivo de obtener una segunda opinión sobre el caso.

El propio procesado reconoció el pasado lunes que no recuerda haberlo hecho y lo ha achacado a los problemas mentales que padece, por los que solo tiene «falsos recuerdos» de lo ocurrido que no sabe si son reales o no.

«Tengo un bloqueo total tremendo», ha sostenido en el juicio iniciado contra el lunes en la Audiencia Provincial de Cantabria, en el que ha añadido también que «muchísimas veces» confunde la realidad con sus pensamientos. «Mi mente no estaba bien en esos momentos. Pueden ser falsos recuerdos», ha manifestado. Aunque se ha mostrado confuso en torno al momento de la agresión, sí ha relatado que tuvo una discusión con su madre y que posteriormente rompió las ventanas de la cocina y metió la ropa en la lavadora porque «se sentía sucio». Pero ha asegurado que no recuerda, como recoge el escrito de acusación, se abalanzara sobre su madre, con osteoporosis por la edad, y tras quedar en el suelo boca abajo le golpeara con varios objetos en varias partes del cuerpo, aunque sí le viene un recuerdo de ella tumbada con los brazos hacia arriba -según el escrito se los rompió al apoyarse para frenar la caída-. Tampoco se acuerda de si le dio siete mordiscos en la espalda y uno en la oreja hasta arrancarle una parte, pero sí de que «tenía pelos» por la boca, y de un comentario que hizo uno de los policías que fue a su casa: «Joder con el bocado que le ha pegado».

También ha dicho que es consciente de que empezó a discutir con su madre y se dijeron «de todo». El enfrentamiento, según ha relatado, empezó después de que él llegara al domicilio tras fumarse «unos canutos» con unos amigos en una asociación cannábica y sintiera un ambiente «extraño» en casa. «No me sentía bien, no sabía lo que estaba pasando. Sentía mucha oscuridad y mucho frío». «Fui al salón, encendí la luz y vi que estaba diferente a cuando era pequeño». Y es que, por sus problemas psiquiátricos, se ve a sí mismo «como un niño». «Me veo de pie y pienso: ¡cuánto he crecido!, y luego me doy cuenta de que soy un adulto», ha explicado tras enumerar su paso por varios psiquiatras a lo largo de su vida, desde que iba «a EGB».

El hombre, que se enfrenta a 23 años de prisión por asesinato con alevosía y ensañamiento, con la concurrencia de la circunstancia agravante de parentesco, será juzgado por un jurado popular, por lo que el juicio ha arrancado con las explicaciones de la fiscal y los abogados de ambas partes hacia sus integrantes.

Es por ello que la fiscal, Carolina Santos, ha llamado la atención sobre el cambio de versión por parte del acusado respecto a las declaraciones que hizo en fase de instrucción, cuando sí «relató con precisión la agresión». Frente a ello, ha dicho que no recuerda nada y por primera vez que no reconocía su salón cuando llegó a casa «dando a entender desorientación», así como que fumaron «cuatro canutos» entre tres personas cuando primero manifestó que uno o «ha añadido insultos de su madre que ni mencionó». El juicio continuará mañana con la declaración de más testigos y se prologará hasta el viernes 27.

El acusado dijo a los Policías que «venían a  salvarle»

En esta segunda sesión del juicio también han testificado varios policías que acudieron al domicilio donde tuvieron lugar los hechos al ser avisados por los vecinos.

Todos ellos han coincidido en que el acusado, que tardó en abrirles la puerta, se encontraba con el torso desnudo lleno de manchas de sangre, «alterado», y decía cosas «sin sentido», «incoherentes» o «hablaba consigo mismo» sobre su pasado y sus padres, además de decir que su madre «era un ser de luz» o que los policías «eran la luz y venían a  salvarle», entre otras frases.

Uno de ellos ha manifestado que el hombre le explicó que había agredido a su madre porque le hizo «un mal gesto» que «no le gustó», y que segundos después le dijo que «pensaba que estaba pegando a su padre», pese a que este ya falleció. Los agentes que le trasladaron al Hospital Valdecilla también han expresado que el presunto agresor estuvo, en general, «tranquilo» durante el trayecto y en el hospital. Finalmente, varios han descrito lo que vieron en la casa cuando el acusado les abrió la puerta, asegurando que había «desorden» en varias zonas, objetos con sangre como un router o una televisión de los que se obtuvieron una huella dactilar y otra palmar, así como a la madre tirada boca abajo en su habitación, con cables enredados en su cuerpo (uno de ellos anudado en el pie) con la espalda descubierta, sangre, heridas y marcas que podrían ser de mordiscos.

El hermano del acusado de matar a su madre: «Tenía un problema mental obvio»
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