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El Diario de Cantabria

"Hemos hablado con muchas familias y la respuesta ha sido totalmente negativa"

"Hemos hablado con muchas familias y la respuesta ha sido totalmente negativa"
El presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia, Rubén Otero, cree que la respuesta de las familias a la iniciativa del Gobierno para que los usuarios de residencias sin síntomas de COVID-19 puedan retornar a sus casas temporalmente ha sido "cero", y lamenta que "sigan dando palos de ciego".

El director general de Políticas Sociales del Gobierno cántabro, Julio Soto, ha remitido una carta a las residencias, en la que informa que la Consejería de Sanidad ha planteado a su departamento que "la mejor medida de protección para este colectivo de población vulnerable es que, en la medida de lo posible, vuelvan con sus familias a su domicilio".

Por eso, pide a los responsables de los centros que valoren qué usuarios asintomáticos podrían estar en condiciones, tanto por su situación personal como familiar, de regresar a sus domicilios, y que contacten con las familias para hacerles la propuesta de retorno.

"Hemos hablado con muchas familias y la respuesta ha sido totalmente negativa", señala a Efe Otero, que pone como ejemplo las 5 residencias de su grupo empresarial, en el que, de 400 familias, solo 3 se han llevado a sus familiares.

Según afirma, en su caso la respuesta "es cero" y no cree que con esta medida la Administración, que "sigue dando palos de ciego", haya logrado "ni cien plazas".

Explica que las personas que están en las residencias "no es por gusto" ni "capricho" de sus familiares, sino que se encuentran en estos centros "por necesidad" y porque suelen precisar unas cuidados especiales.

"Y en casa no pueden hacerlo, por eso toman la decisión muy dura de traerlos a una residencia", abunda.

Otero insiste en que el problema es "muy grande" y critica que el Gobierno plantee iniciativas "sin consultar" al sector, que es el que "sabe cuidar" a los mayores y dependientes.

Lamenta que en sus centros se ha perdido el tiempo en hacer 400 llamadas para informar a las familias de la propuesta para que se lleven a sus seres queridos a casa con personal que podría haber estado haciendo otras funciones.

Otero advierte de que está convencido de que "van a morir un montón de personas". "Estoy convencido, pero no nos hacen ni caso a los que entendemos de esto", manifiesta. 

"Hemos hablado con muchas familias y la respuesta ha sido totalmente negativa"
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