Cientos de ganaderos se reúnen en la localidad asturiana de Peñamellera Baja para respaldar a un joven ganadero a quien la Justicia ha clausurado sus cuadras por ser una actividad “clandestina”, según las instituciones.

Cientos de ganaderos se reunieron en la localidad asturiana de Peñamellera Baja para apoyar al ganadero Fernando Caso, a quien un juez ha obligado a clausurar dos de sus cuadras al considerar que su actividad era “clandestina”. Un cierre que para el afectado es como “si me hubiesen apuñalado el corazón”

Una comitiva de ganaderos llegados de toda la geografía asturiana y también e Cantabria recorrió las calles del pueblo junto al joven ganadero y su familia para presenciar como el Ayuntamiento clausuraba las dos naves.

“Están arruinando al pobre chaval”,  se lamentaba visiblemente afectado el padre de Fernando Caso.

El cierre de las cuadras se produce tras las denuncias vecinales y la aplicación de una normativa de 1961, por la que el juez decretó la clausura de la cuadra de Caso.  Para poder continuar en esas cuadras, que usa de noviembre a marzo, el ganadero solicitó «el 28 de febrero» del pasado año la licencia de actividad pero, a pesar de que la documentación está ya en el Ayuntamiento, esta no se ha tramitado. “Los papeles han llegado al Ayuntamiento y no se han tramitado por falta de voluntad”, indicaba el propio afectado quien señaló que teniendo la licencia “encima de la mesa” se les debería “caer la cara de vergüenza”.  

Desde Cantabria, se traslado hasta la localidad de 54 habitantes, la ganadera y diputada Marta García, de Ganadería Val del Mazo para mostrar su solidaridad con el joven ganadero y denunció como se “trunca el futuro de esta joven pareja”. Además, García recordó que este tipo de familias que viven en la “Asturias rural son las que fijan población”.

“No es la España vaciada: nos echan”, aseguró la ganadera cántabra, quien recordó que el desalojo se producía en base a leyes “absurdas echas a cientos de kilómetros” del lugar. 

Ahora, a Caso les resta esperar si finalmente recibe algún tipo de indicación por parte del Ayuntamiento con las condiciones que debe cumplir para poder reabrir las cuadras, mientras tanto, su ganado se encuentra en la calle.