Cantabria sumó a lo largo del martes y la mañana de ayer miércoles, 317 nuevos casos de covid-19, 20 más que el día anterior, y cinco fallecidos. Hasta las 24.00 horas del mates, se había producido cuatro fallecidos y 236 nuevos positivos por coronavirus según los datos facilitados por la mañana por la Consejería de Sanidad.

Sin embargo, después el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, ha anunciado en la rueda de prensa para dar a conocer las nuevas medidas frente a la pandemia otro fallecimiento y 81 nuevos contagios detectados hasta ayer por la mañana. Según los datos facilitados por Sanidad, los fallecidos el martes son cuatro ancianos de entre 82 y 86 años, que padecían patologías previas. Con los datos cerrados a la 24.00 horas del martes, Cantabria tiene 149 personas hospitalizadas con covid-19, ocho menos que el día anterior.

El número de casos activos se sitúa en 2.501, 112 más que el lunes, de los que 3.252 están en cuarentena domiciliaria. Desde que empezó la pandemia, Cantabria acumula 11.628 positivos, de los que 8.871 se han curado -el 76 por ciento del total- y 256 han fallecido. Del total de contagios, 10.683 han sido detectados mediante PCR y 990 a través de test de anticuerpos. Cantabria ha realizado ya 242.968 test, que suponen una tasa de 41.798 por cada cien mil habitantes. De los 157 pacientes hospitalizados, 104 están en el Hospital de Valdecilla, 25 en Sierrallana, 15 en Laredo y siete en el Hospital Tres Mares de Reinosa. El número de usuarios de residencias con coronavirus supera el centenar. En el centro COVID de Suances hay 50 infectados, 22 más están hospitalizados, y 17 en sus residencias. Además hay 48 profesionales sociosantitarios afectados.

Sin discrepancias oficiales. El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, ha asegurado que en el Gobierno de coalición de PRC y PSOE no hay ninguna «discrepancia» y que todos sus integrantes dan su «aval» a las restricciones sanitarias que se están impulsando por la pandemia.

La decisión del Gobierno cántabro de cerrar los municipios llega después de que ayer la Justicia haya suspendido cautelarmente la eliminación de las vacaciones escolares entre el 2 y el 6 de noviembre que se había decidido la pasada semana, con el objetivo, según se explicó entonces el Ejecutivo, de reducir la movilidad en la región y tratar de evitar nuevos contagios.

El presidente relacionó el retraso en el inicio de la rueda de prensa con que «se necesita hacer las cosas con todas las garantías jurídicas». «Quiero aclarar, por si alguno pensaba que tardábamos porque hay algún tipo de discrepancia en el Gobierno, que ninguna. Estamos absolutamente de acuerdo en todo lo que yo, como máximo responsable, voy a plasmar en un decreto», ha dicho Revilla. Y ha insistido en que las restricciones sanitarias tienen el aval de todos los que integran el Gobierno de coalición de PRC y PSOE.

Revilla apoya a lombó. El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), ha expresado su «apoyo total» y el del Gobierno regional PRC-PSOE a la gestión de la consejera de Educación regionalista, Marina Lombó, tras el auto del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) emitido el martes que anula la decisión del Ejecutivo de suspender la semana no lectiva del 2 al 6 de noviembre.

«El respaldo a la consejera de Educación es total por parte del Gobierno y muy especialmente por parte del presidente», ha declarado Revilla a preguntas de la prensa respecto a la dimisión de Lombó que reclama la mayoría de la Junta de Personal Docente y otros colectivos como los directores de Infantil y Primaria tras la crisis de las vacaciones escolares. Según el presidente, en momentos como los actuales «es habitual pedir dimisiones, están en su papel; alguna vez las he pedido yo también, pero me ha tocado a mí este paquete», dijo.

Zuloaga dijo ayer en la rueda de prensa que las medidas se toman para que no aumente la presión hospitalaria y que eran «de imperiosa necesidad» tras batir récord estos días en las cifras de nuevos contagios diarios, superiores a las de la primera ola. Dijo que a fecha de ayer la ocupación de camas hospitalarias por pacientes Covid es del 10,5% y en la UCI del 15,5%, siendo la segunda región con menos presión, por lo que hay que «preservar» ese indicador.

«Estamos rodeados de comunidades en riesgo extremo» y circunstancias «muchísimo peores», pero «es necesario bajar la curva», ha advertido, destacando que puede parecer que las medidas que se toman son «improvisadas, pero son inmediatas» gracias a que los expertos de Salud Pública están pendientes «minuto a minuto» de la evolución». El vicepresidente ha asegurado que si Cantabria está mejor es gracias al esfuerzo de los cántabros, especialmente de los sanitarios, y ha avanzado que la semana que viene se incorporarán 10 nuevos rastreadores.

DATOS. Por su parte, el consejero de Sanidad ha destacado los indicadores que han hecho que Cantabria pase al nivel 3 de los 4 de alerta. La incidencia acumulada se sitúa en riesgo muy alto, siendo a los 14 días de 428 casos por cada 100.000 habitantes; y a los 7 días, de 230 casos por 100.000 habitantes. La incidencia acumulada a 14 días en mayores de 65 años es de 366 casos y a 7 días de 204. Por su parte, la positividad de las pruebas de Covid (del 13,3%) y los indicadores asistenciales (la ocupación hospitalaria) son de nivel alto.

Rodríguez ha reiterado que se tiene que frenar la curva para no llegar a saturar los hospitales y ha advertido que se toman medidas porque las previsiones para los próximos días «no son buenas», «no van a ser de descenso de los indicadores asistenciales, como mucho de mantenimiento y posiblemente de aumento».

LIMITAR BURBUJAS. Así, ha pedido responsabilidad y «limitar al máximo» los contactos y la movilidad fuera del domicilio. En este sentido, la directora general de Salud Pública ha recalcado que «todavía no se ha comprendido bien» el sentido de las burbujas de convivencia, ya que se trata de reducir el número de personas con las que alguien se relaciona sin mascarilla a seis en todo momento, y cuando hay más miembros actúan como «diseminador», por lo que hasta que no se reduzcan los grupos «no bajaremos la curva».

Así, cuando hay una burbuja de convivencia de tres personas, como dos padres y un hijo, solo se podrían relacionar en total con otros tres, formando ya el grupo de seis, ha ejemplificado. «El concepto de burbuja todavía es muy grande, hay que limitar muchísimo más», ha insistido, asegurando que, si se hace, en 15 días tendría resultados en el número de contagios.