19.04.2024 |
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«La coordinación con las residencias ha dejado mucho que desear»

Rubén Otero, presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia, señala que la sanidad pública debe «empezar a dar servicio a las residencias» porque «la gran mayoría no tiene el que tiene que tener», ofrecido por los centros de salud
El presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia en Cantabria, Rubén Otero, posa durante una entrevista con Efe en la que ha asegurado que la pandemia va a cambiar el modelo de las residencias, para hacerlas de menor tamaño y más compartimentadas con grupos burbuja. EFE/Pedro Puente Hoyos
El presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia en Cantabria, Rubén Otero, posa durante una entrevista con Efe en la que ha asegurado que la pandemia va a cambiar el modelo de las residencias, para hacerlas de menor tamaño y más compartimentadas con grupos burbuja. EFE/Pedro Puente Hoyos
«La coordinación con las residencias ha dejado mucho que desear»

El presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia, Rubén Otero, ha destacado que la pandemia «ha dejado claro que la coordinación de la sanidad cántabra con las residencias ha dejado mucho que desear» y ha confiado en que «quien corresponda tome nota». «Para que si en un futuro pasa algo, no ocurra lo mismo y dar a los usuarios de las residencias el servicio que merecen», ha dicho Otero, en una entrevista.

Para Otero, lo que tendría que hacer la sanidad pública es «empezar a dar servicio a las residencias» porque «la gran mayoría no tiene el que tiene que tener» ofrecido por los centros de salud. «Entendemos que no hay médicos y enfermeras suficientes», ha apuntado, antes de advertir de que, «evidentemente», lo que necesita el sistema sanitario público son más profesionales en estas especialidades para poder absorber la demanda.

Sin embargo, ha resaltado que los usuarios de las residencias «han pagado impuestos» y cotizado «toda la vida» para tener derecho a la atención que precisan. Los usuarios están dentro de los cupos de los médicos y enfermeros de su centro de salud, ha aseverado el presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia, que lo que reclama es que «los atiendan como los tienen que atender». «En muchas residencias no pasa, pero en otras, porque son pocos médicos en el centro de salud, o porque tienen muchísimo trabajo, que no lo voy a discutir... pero lo que es evidente es que los usuarios han pagado toda su vida para que, cuando lo necesiten, les visite y atienda un médico o un enfermero les haga sus curas», ha recalcado.

La situación ahora en las residencias de Cantabria es muy buena porque no hay casos de covid-19. Además, hay un nuevo protocolo desde finales de marzo aprobado por el Gobierno de Cantabria para los centros de mayores, que permite el contacto físico entre residentes y familiares y que flexibiliza las medidas existentes hasta ahora. Estas nuevas normas han llegado cuando el proceso de vacunación e inmunización ha concluido con éxito en todas las residencias de la región.

El protocolo autoriza la entrada de menores a las residencias de Cantabria que, a diferencia de otras comunidades autónomas, ya permitía las visitas a los centros desde el 26 de mayo de 2020, así como las salidas de los usuarios. Ahora se amplía el número de visitas que pueden recibir las personas usuarias de las residencias, así como el tiempo de duración, entre otras medidas.

Otero ha señalado que este nuevo protocolo ha supuesto «una alegría» para las familias y ha considerado que, con todo lo que ha pasado, «hay que ir poquito a poquito abriendo las alas». Con todo, Cantabria a su juicio está «a años luz» de otras comunidades, donde los centros residenciales han estado cerrados en algunos casos hasta hace no mucho. Pero, según ha manifestado, «siempre hay miedo», y «más por los datos que parece que la cosa está empeorando por la Semana Santa». «Estamos más tranquilos porque parece que a las residencias no les está afectando, pero hay que estar siempre ahí con cuidado y con las medidas de seguridad porque además la vacuna no sabemos por cuánto tiempo inmuniza. Hay que seguir teniendo calma por si acaso por lo que pueda venir», ha subrayado.

El presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia ha resaltado, como positivo en esta crisis sanitaria, el haber visto «cómo se han volcado los trabajadores» de los centros porque «la gran mayoría «ha echado el resto en las residencias, metiendo un montón de horas». Además, cree que las personas mayores han dado en muchos casos una lección en esta pandemia. «Han pasado una Guerra Civil, la Guerra Mundial, algunos hasta la gripe española... creo que lo han llevado mucho mejor que el resto de la población.

Son mucho más resilientes», ha considerado. Rubén Otero asegura que la pandemia va a cambiar el modelo de las residencias, para hacerlas de menor tamaño y más compartimentadas, con un funcionamiento por grupos burbuja. Otero señala que las grandes residencias de cientos de plazas ya no se harán y apunta que, por ejemplo, la nueva normativa que se prepara en Cantabria «habla de limitar el número de residentes a 130 o 140 de máximo». «Esto (por la pandemia) va a cambiar el modelo de las residencias y no solo en Cantabria, sino en toda España, se está planteando que las residencias sean más pequeñas, que dentro de una residencia haya miniresidencias», apunta.

Según explica, las estructuras «se van a fraccionar» y los centros funcionarán por grupos burbuja, que tendrán sus salones y zonas comunes donde ir cada uno de ellos, sin mezclarse. Así, se trataría de evitar el impacto que ha tenido la Covid-19 en estos centros «si vuelve a pasar algo parecido a esta pandemia». El presidente de la patronal de las residencias en Cantabria cree que también habrá que «meter más personal» en los centros. «Hasta ahora en las residencias nos exigen el personal que el Gobierno puede pagar, y yo creo que esto tiene que acabar y debe pagar lo que hace falta de verdad», dice.

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