El cierre perimetral y las restricciones de movilidad en Cantabria están siendo controladas por la fiesta de San José con un despliegue especial de Policía y Guardia Civil, que está vigilando especialmente los accesos a la región, nudos de transporte y puntos críticos, como las ciudades o zonas turísticas.

San José es festivo en País Vasco y Madrid, dos comunidades de las que tradicionalmente proceden muchos visitantes de Cantabria, y por eso se ha movilizado un importante dispositivo, con 900 agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional. El objetivo es, sobre todo, evitar la entrada de personas de comunidades limítrofes a las segundas residencias. Y eso porque, según señalan a Efe fuentes de la Guardia Civil, casi 5 meses después de que se decretara el cierre perimetral de la comunidad autónoma el pasado octubre, la gente sigue alegando que quiere acudir a su domicilio de vacaciones para poder entrar en la región.

Lo que hacen los agentes para comprobar que el desplazamiento del vehículo al que paran está justificado es pedir algún tipo de justificante o documentación que lo acredite. La mayoría de las excepciones que recoge el decreto del presidente de Cantabria por el que se establece el cierre perimetral se pueden probar con un documento.

Los agentes suelen pedir el DNI si la persona objeta que va a su lugar de residencia, y si en ese documento no aparece reflejado ese domicilio «siempre hay formas de comprobarlo, a través del padrón o con el ayuntamiento», señalan las mismas fuentes. Lo mismo ocurre con otra de las causas de desplazamiento más alegadas: el acudir al trabajo. Y para ello se suele pedir un certificado del empleador.

La Guardia Civil subraya que no siempre que la persona no tiene justificante se produce de forma automática la propuesta de sanción, porque hay cierto margen a criterio de los agentes. Se guían de su experiencia policial, «viendo las reacciones de la gente, su nerviosismo o si perciben afán de engaño», explican las mismas fuentes.

En Cantabria los próximos días habrá unos 800 controles en las principales vías de acceso a la región, en medios de transporte y en los municipios más turísticos de la costa y el interior.