18.04.2024 |
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TRIBUNALES EXTORSIÓN

Condenado un cántabro por secuestrar a un hombre para robarle el negocio

El hombre acusado de detener ilegalmente, herir y extorsionar a otro hombre para obligarle a que le cediese un negocio ha reconocido los hechos ante la Audiencia de Cantabria y ha aceptado una condena de dos años de prisión, este jueves, en la Audiencia de Cantabria, en Santander. EFE/ Pablo Ayerbe
El hombre acusado de detener ilegalmente, herir y extorsionar a otro hombre para obligarle a que le cediese un negocio ha reconocido los hechos ante la Audiencia de Cantabria y ha aceptado una condena de dos años de prisión, este jueves, en la Audiencia de Cantabria, en Santander. EFE/ Pablo Ayerbe
Condenado un cántabro por secuestrar a un hombre para robarle el negocio
El hombre acusado de detener ilegalmente, herir y extorsionar a otro hombre para obligarle a que le cediese un negocio ha reconocido los hechos y ha aceptado una condena de dos años de prisión.

"Me hubiese gustado decir unas cosas pero mi abogado me ha dicho que no puedo hablar", ha asegurado el hombre en su derecho a la última palabra, en la vista de conformidad que se ha celebrado este jueves en la Audiencia de Cantabria.

El acusado ha dicho que no está "nada de acuerdo" con la conformidad que ha acordado con la Fiscalía, pero que la ha aceptado por consejo de su abogado y "por su situación", ya que se encuentra interno en una cárcel de Pontevedra por otras causas.

"Escribí 14 folios contando 50.000 verdades y al final tengo que arreglarme a lo que dice mi abogado", ha sentenciado el hombre, respecto a unas declaraciones que explicaban su relación con la víctima, pero no tenían relación con los hechos.

La Fiscalía, que pedía cinco años de prisión para el acusado, ha rebajado las penas, ya que ha apreciado una atenuante muy calificada al haber abonado el acusado la responsabilidad civil.

Además de las condenas de detención ilegal, de un año y dos meses y la de extorsión, de diez meses, el acusado ha aceptado 29 días de multa por un delito leve de lesiones.

Esta vista estaba señalada para el 11 de marzo, pero no se pudo celebrar porque el acusado se encuentra desde el pasado 14 de febrero interno en el centro penitenciario de A Lama (Pontevedra), desde donde se ha desplazado este jueves para la celebración de la vista.

RECONOCE LOS HECHOS

Según el escrito del ministerio fiscal, y tal y como ha reconocido el hombre el hombre mantenía "desavenencias" con la víctima.

El acusado ha reconocido que, de común acuerdo con otras dos personas que no han sido identificadas, trató de "obligar" a la víctima "a que cediese el contrato que tenía suscrito" con una empresa encargada de realizar servicios de transporte a Solvay.

Como ese fin, en febrero de 2021, el acusado cortó con su coche el paso al vehículo del otro hombre, mientras otro turismo, ocupado por sus dos cómplices, se situó detrás del coche de la víctima para impedir que diese marcha atrás.

Acto seguido, el acusado y sus acompañantes, estos últimos encapuchados, se bajaron de los coches y obligaron al hombre a salir de su vehículo, golpeándole en la cabeza con la culata de una pistola, al tiempo que le amarraron las manos por la espalda con unas bridas, le introdujeron por la fuerza en el coche del acusado y le trasladaron al garaje de éste, según el relato del ministerio público.

Una vez allí, la víctima permaneció sentada en una banqueta y "le golpearon de nuevo con la pistola", mientras el acusado "le retorcía los brazos, le encañonaba con el arma en la boca" y le decía que "esto se arregla" si dejaba el trabajo de Solvay y se lo pasaba a él, al tiempo que añadía: "Yo iré a la cárcel, pero a ti y a tu familia os va a costar la vida".

El hombre pronunció "otras expresiones intimidatorias semejantes", logrando así que el perjudicado remitiese un mensaje de correo electrónico al responsable de la contrata de Solvay en el que le decía que cesaba en su actividad y que a partir de ese mismo día prestaría servicio la empresa del acusado.

Los responsables de la contrata, "extrañados por la situación, constataron inmediatamente lo que había ocurrido, no permitiendo al acusado la realización de ningún servicio de transporte", precisa el ministerio fiscal, y añade que el acusado continuó insistiendo en su propósito con mensajes intimidatorios.

Ante esta situación, un día después, la Guardia Civil montó un dispositivo de vigilancia gracias al cual se constató que el acusado estaba merodeando por los alrededores del domicilio de la víctima y también en Mercasantander, donde se encontraba estacionado su camión.

Por estos hechos, el acusado permaneció en prisión provisional durante un mes y, tras su puesta en libertad, se le impuso una medida cautelar de prohibición de acercamiento y comunicación con el perjudicado. 

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