Cantabria ya no tiene ningún paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) afectado por la COVID-19, después de que este viernes sea trasladado a planta el último enfermo que quedaba en esa situación en el hospital Valdecilla.

La "buena noticia" la han anunciado el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, y el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, en ese centro hospitalarios, donde han participado en un acto con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre.

Según ha explicado Revilla, este último paciente que ha abandonado la UCI es el policía nacional que fue trasladado este domingo desde Guinea Ecuatorial a Cantabria, después de dar positivo de la COVID-19.

El presidente cántabro ha señalado que este policía fue trasladado en situación "muy delicada", pero tras ser tratado con plasma de personas que han superado la enfermedad está previsto que salga hoy de la UCI y se le instale en planta.

De esta forma, Revilla ha subrayado que Cantabria lleva 23 días seguidos sin registrar ningún fallecimiento y ha confiado en que siga así.

"Estábamos esperando que no tuviásemos ningún paciente en la UCI, porque eso demuestra que, aunque la epidemia sigue estando presente y no podemos bajar la guardia, también es cierto que los efectos sobre la población son más leves", ha valorado el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez.