20.04.2024 |
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Cantabria retrasará el toque de queda a las once a partir del 17 de marzo

Varias personas en una cafetería en el centro de Santander. / HARDY
Varias personas en una cafetería en el centro de Santander. / HARDY
Cantabria retrasará el toque de queda a las once a partir del 17 de marzo

Cantabria retrasará el inicio del toque de queda a las 23.00 horas entre el 17 de marzo y el 9 de abril, un periodo en el que se mantendrá el cierre perimetral de la comunidad autónoma, como marca el acuerdo alcanzado este miércoles en el Consejo Interterritorial de Salud.

El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha anunciado hoy, en rueda de prensa, que estas son las medidas que propondrá su departamento al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que es quien tiene competencias sobre las restricciones de la movilidad entre comunidades y en horario nocturno.

El nuevo horario del toque de queda entra en vigor el día 17, una vez que el anterior caduca la resolución que mantiene su inicio a las 22.00 horas. Con este retraso, y una vez que el presidente firme el decreto, se permitirá que la hostelería retrase hasta las 22.30 la hora de cierre y hasta las 22.00 el tope para admitir clientes. 

Por otro lado, a partir del próximo miércoles también se prorrogará el cierre perimetral de Cantabria en base a lo acordado ayer en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de mantener cerradas las comunidades de cara a Semana Santa -excepto Baleares y Canarias-, una decisión que será "de obligado cumplimiento" para todas ellas.

Asimismo, se prorrogará la medida que afecta a la limitación del número de personas en las reuniones, pero habrá dos periodos diferenciados, de modo que del 17 al 25 de marzo se mantendrá el máximo permitido en los grupos de seis personas y, después, del 26 al 9 de abril, se restringirá a cuatro personas en espacios cerrados, seis en espacios abiertos y solo convivientes en lugares privados.

Además, Sanidad recomienda que en las reuniones no se junten personas pertenecientes a más de dos núcleos de convivencia.

Estas medidas han sido anunciadas este jueves en rueda de prensa por el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, que propondrá estas modificaciones que tendrán que aplicarse por decreto del presidente -salvo la que afecta a la hostelería, que es competencia de su área-.

Rodríguez, que ha estado acompañado por el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, ha preferido optar por una flexibilización de medidas "prudente", ya que es "pesimista" y ha alertado de que su relajación puede suponer un aumento de los contagios. De hecho, se ha referido a un estudio que señala que el no usar mascarilla y la actividad hostelera están "relacionadas claramente con el aumento de casos".

LA PANDEMIA DESCIENDE "MUY LENTAMENTE"

En la misma línea, Wallmann ha explicado que la pandemia en Cantabria, tras 18 días en el nivel de alerta sanitaria 2, sigue descendiendo pero "muy lentamente". "Estamos entrando en una especie de meseta" y se están "estabilizando" los datos, ha advertido, recordando que el objetivo es bajar al nivel 1.

Para ello, la incidencia acumulada a los 14 días tendría que reducirse a la mitad, por debajo de 50 casos por cada 100.000 habitantes, cuando actualmente está en 97. En este sentido, ha apelado a "mantener la guardia" porque en el nivel actual, y más con las nuevas flexibilizaciones, "puede haber fácilmente eventos disparadores".

No obstante, ha indicado que los contagios están descendiendo en todas las áreas sanitarias, incluso en la de Torrelavega, que hace dos semanas tenia una incidencia "relativamente alta" y ahora es de 122 casos, por lo que se está "consolidando". Por su parte, Santander tiene una incidencia de 92 casos y Reinosa de 50.

Asimismo, la situación está "controlada" en todos los municipios de más de 5.000 habitantes y a Sanidad, por ahora, no le preocupa "ninguno" especialmente.

DOS BROTES

En cuanto a los centros residenciales, quedan en Cantabria dos brotes, el más importante en el Fernando Arce de Torrelavega, que afecta a 16 personas, cinco de ellos trabajadores y 11 usuarios. Entre estos últimos hay cuatro hospitalizados, mientras que el resto no presentan síntomas o son leves.

El brote se ha controlado con un cribado completo de la instalación, que alberga a personas con discapacidad, y se realizará otro este viernes para confirmar que no hay nuevos casos.

El otro brote se da en la residencia de mayores Virgen del Pilar de Santa María de Cayón, que según los datos del Instituto Cántabro de Servicios Sociales tiene cuatro casos activos, dos de ellos en residentes y otros dos en empleados.

En este centro también se ha realizado un cribado con pruebas a 118 usuarios y no se ha detectado ningún caso nuevo, por lo que, al igual que el del Fernando Arce, este brote también se considera "controlado", según ha dicho el director general de Salud Pública.

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