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El Diario de Cantabria

SEG Automotive tiene que reducir turnos por la huelga del metal que amenaza su actividad

Exterior de la planta de Treto SEG Automotive.
Exterior de la planta de Treto SEG Automotive.
SEG Automotive tiene que reducir turnos por la huelga del metal que amenaza su actividad

SEG Automotive se suma a la lista de empresas que están teniendo dificultades para mantener su actividad debido a la huelga del metal y, aunque por el momento siguen en funcionamiento todas sus líneas de fabricación, no están trabajando todos los turnos.

Así, aún no ha cesado la actividad como ha hecho por ejemplo Global Steel Wire, pero si se prolonga el paro indefinido iniciado por el sector siderometalúrgico cántabro el 2 de junio la planta de Treto podría llegar a tener que parar.

Aunque la dirección de la empresa aún no se ha reunido con los representantes de los trabajadores para abordar el asunto, algunos empleados ya no han acudido a sus turnos en los últimos días ante la falta de suministros.

Y es que la fábrica tiene varios proveedores de la región afectados por el convenio del metal, cuya negociación está bloqueada y sigue sin llegarse a un acuerdo entre la patronal y los sindicatos, que están llamados mañana a una nueva reunión de mediación en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (ORECLA), a las 12 horas.

Los sindicatos CCOO, UGT y USO y la patronal Pymetal retomarán este miércoles las negociaciones en la mesa del Orecla, tras la petición realizada este martes por el Gobierno de Cantabria, que ha instado a las partes a que desbloqueen la huelga general indefinida que lleva seis días paralizando la actividad en el sector.

El sexto día de parón en el sector del metal cántabro ha culminado con un seguimiento mayoritario, según los sindicatos, que lo cifran del 95 %, entre los 20.000 trabajadores que están llamados a la huelga.

Las últimas conversaciones para negociar un nuevo convenio colectivo para los trabajadores del sector se produjeron el pasado viernes en el Orecla (Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales), sin acuerdo y con las posturas muy alejadas.

UGT, CCOO y USO reclaman un convenio "digno", con unos incrementos salariales proporcionales al aumento de los precios y acusan a los empresarios de no querer negociar. "Las plantillas no van a parar hasta conseguir un convenio digno y justo", aseguran.

Pymetal defiende que la subida propuesta, que refleja un incremento salarial del 2,1 % para 2021 y del 3 % para 2022, revisable al IPC subyacente, que está en el 4,9 %, no puede incrementarse.

"Cualquier incremento superior es inasumible por la empresa y supondría tener que reducir la actividad y prescindir de trabajadores", advierte la patronal, que asegura que las empresas no pueden asumir las subidas salariales con el aumento de los precios de la energía y materias primas.

Pymetal habla de "chantaje" por parte de los sindicatos y ambas partes se acusan de tener una "nula voluntad negociadora" para desbloquear la situación.

GOBIERNO PIDE DESBLOQUEO

Durante la jornada de este martes, la consejera de Empleo, Eugenia Gómez de Diego, ha emplazado a las partes a reunirse este miércoles en el Orecla para "desbloquear" la situación.

También se ha pronunciado el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, quien ha pedido un acuerdo que "atienda a las demandas de los trabajadores y a los intereses del sector".

Zuloaga ha dicho que la huelga ha movilizado "a gran parte de los trabajadores del sector" y ha pedido a la patronal y a los sindicatos que se sienten "para buscar las vías de interlocución necesarias" y "desatascar el conflicto con un acuerdo bueno para las partes".

"Este sector es imprescindible en el tejido productivo y económico cántabro y este conflicto afecta a miles de familias de nuestra región", ha asegurado en un comunicado Eugenia Gómez de Diego, quien ha mostrado su preocupación porque "no se está avanzando en las conversaciones".

Gómez de Diego ha dicho que "tienen que ser patronal y sindicatos los que se pongan de acuerdo" por lo que les ha pedido "plantear propuestas que permitan desbloquear la situación actual".

La consejera ha confiado en que en la reunión de este miércoles se encuentre "una solución" y ha asegurado que tanto patronal como sindicatos acudirán con "el compromiso" de tener "ánimo y voluntad negociadora".

En este sentido también se pronunció el lunes el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien pidió a preguntas de los medios "sensatez" a las partes para alcanzar un acuerdo que ponga fin a los paros.

El presidente de la Federación Cantabria Metal, Tomás Dasgoas, cuya organización no está en la mesa de negociación pero sí representa a los empresarios en la CEOE, ha pedido en un comunicado a las partes "que no se levanten de la mesa hasta llegar a un acuerdo".

"La huelga va a ser la sentencia de muerte de muchas empresas del sector", ha advertido Desgoas, quien ha asegurado que están en un momento de "extrema debilidad" y "no comprenden como han llegado a esta situación".

"El convenio lleva más de año y medio vencido… y en todo este tiempo ninguna de las dos partes ha sido capaz de llegar a un acuerdo. Lo que está ocurriendo no es de recibo", ha dicho el empresario.

Además, ha acusado a los piquetes de "amedrentar, amenazar o boicotear" a los trabajadores que no quieren secundar el parón y ha señalado que las empresas están perdiendo clientes por culpa de la huelga.

FÁBRICAS CERRADAS

El parón ha provocado la paralización total o parcial de la gran industria del metal cántabra, que acusa la huelga en sus principales fábricas y polígonos industriales, donde en estos días es habitual la presencia de piquetes informativos.

La siderúrgica Global Steel Wire (GSW), en Santander, y la acería de Reinosa F&G, han detenido su actividad debido a que están en huelga los trabajadores de las contratas de esas grandes empresas siderúrgicas, a las que no les afecta el paro porque tienen sus propios convenios colectivos.

En el caso de GSW, el parón es total hasta que no se termine la huelga, mientras que Reinosa F&G, cuyos 500 trabajadores se encuentran en un expediente de regulación temporal, ha ido cerrando su acería y su prensa.

Ambas empresas ya tuvieron que paralizar su actividad el pasado marzo, junto a otras, debido al incremento de los precios de la energía, que hacían inasumible encender sus fundiciones.

Además de esas dos empresas, los sindicatos aseguran que está parada la actividad productiva en Aluminios Ampuero, que cuenta con 300 trabajadores.

También permanecen cerrados muchos talleres y las ITV cuentan con servicios mínimos.

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