Cantabria pasará este lunes, 11 de mayo, a la fase I de la desescalada tras el confinamiento por la epidemia de coronavirus después de haber recibido la autorización del Ministerio de Sanidad. Así lo anunció ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en una rueda de prensa en la que se dieron a conocer qué comunidades de las que lo habían solicitado y cuáles no, entraban en la fase I. Según los últimos datos, Cantabria ha tenido hasta la fecha 2.665 casos de coronavirus, 2.232 han sido determinados mediante la prueba PCR y 433 a través de test serológicos de detección de anticuerpos, de los que 1.786 ya están curados, hay 678 activos y se han registrado 201 fallecidos. En los últimos días, ha habido un repunte de los casos, 23 nuevos en las últimas horas, un incremento del 0,87% respecto al de la jornada anterior, que fue del 0,61%. Sin embargo, el número de personas hospitalizadas con COVID-19 sigue en descenso y se encuentra en 38, tres menos que el jueves, mientras que se mantiene en 3 los que están en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), y también descienden los casos activos, con 6 menos. En cuanto a las pruebas, se han realizado 41.426, en tasa, 7.127 test por cada 100.000 habitantes (28.767 PCR y 12.659 test serológicos de detección de anticuerpos).

Según el plan expuesto por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, el pasado 28 de abril, en la fase 1 se permitirá en cada espacio territorial definido, en principio la provincia, algunas actividades como la apertura del pequeño comercio, excepto los grandes parques comerciales donde son más probables las aglomeraciones.

Así, se permitirá la ocupación de las terrazas al 50 por ciento o la apertura de hoteles. También, durante la fase 1 de la desescalada, el Gobierno permitirá reuniones de hasta diez personas tanto en domicilios como al aire libre, siempre y cuando las personas mantengan una distancia de dos metros, así como las medidas de higiene establecidas. Además, las personas que se reúnan no tienen por qué vivir en el mismo domicilio, por lo que podrán ser familiares, vecinos o amigos.

Sin embargo, el Gobierno ha indicado que los grupos vulnerables, como las personas embarazadas, diabéticos o con algunas enfermedades quedarán excluidas de estas reuniones.

En los últimos días, desde el Gobierno de Cantabria se había mantenido que la comunidad «cumple todos los parámetros» para afrontar la desescalada, ya que hay «holgura» de camas en plantas y UCIs de hospitales para afrontar un posible rebrote y el índice de transmisión de la enfermedad está en el 0,7, por debajo del establecido como límite.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla se mostró «contento» de que el Ministerio de Sanidad haya autorizado a la comunidad pasar a partir del lunes, 11 de mayo, a la fase I de la desescalada, una noticia que, según ha dicho, era la «esperada» y «de justicia». Así lo ha señalado en una primera valoración hecha minutos después de que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, anunciaran en rueda de prensa qué comunidades cambian de fase y cuáles no.

Según se ha sabido, once comunidades autónomas pasarán a la fase 1 de la desescalada el próximo lunes, mientras que otras cinco lo harán parcialmente, en algunos territorios. Tras conocer esta noticia, Revilla aseguró que en Cantabria están «pendientes de conocer» otros detalles sobre las peticiones realizadas por la comunidad para que se adelantaran a la fase I algunas de las medidas previstas para otras. Así, por ejemplo, se había pedido por parte del Gobierno de Cantabria que se permitiera en la comunidad actividades como la pesca deportiva, jugar a los bolos o al golf o los mercadillos al aire libre.

También había solicitado que se permitiera la reapertura controlada de instalaciones turísticas, en concreto la cueva de El Soplao (fase 2) y el teleférico de Fuente Dé y el Parque de la Naturaleza de Cabárceno (fase 3). Pedía que se permitiera el reinicio de algunas actividades económicas, como la reapertura de concesionarios, talleres de coche e ITVs con cita previa.

Tras conocer el cambio de fase, Revilla ha hecho un llamamiento a la «responsabilidad» individual y ha pedido que ahora «hay que tener muchísimo cuidado». Así, ha pedido llevar mascarilla cuando se esté en grupo, utilizar desinfectantes, lavarse las manos. Según dijo, va a depender de los ciudadanos que se pueda ir cambiando de fase «y acabar con esta pesadilla». «No estropeemos lo que hemos conseguido hasta ahora, que es mucho», señaló. A pesar de valorar positivamente que Cantabria pueda cambiar de fase, Revilla se quejó que desde Sanidad no se le haya adelantado a los presidentes autonómicos la noticia antes de hacerlo público en rueda de prensa, siendo «absolutamente ignorados».

Revilla también afirmó que lo de que hay debate sobre la desescalada entre Gobierno y comunidades autónomas es «relativo». «El consejero de Cantabria ha salido de la reunión sin tener ningún indicio de por dónde iban a responder», indicó el presidente regional.

PLAYAS. La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha reclamado a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, «que la gestión y el control de las playas para la desescalada no puede recaer en los ayuntamientos, ya que es Costas quien tiene una concesión para hacerlo, y ahora la distribución de hamacas no cumple con las distancias, por ejemplo». Así lo ha manifestado durante su intervención en una reunión telemática junto a otros alcaldes representantes de distintas zonas turísticas de España. «Si no se sabe aún cómo pueden disfrutar los ciudadanos en las playas estamos perdiendo uno de los principales atractivos turísticos de la temporada», ha considerado la dirigente santanderina.

Tal y como ha subrayado, «el Ministerio para Transición Ecológica tiene que establecer en qué condiciones van a estar las playas, cómo se va a situar la gente y qué capacidad van a tener, y más en el Norte, cuando sube y baja la marea», ha apostillado.

Igual ha recordado que la limpieza y el socorrismo de los arenales dependen de los ayuntamientos «pero, ante esta situación creada por la pandemia, ahora no puede recaer también ni el control ni la gestión». La alcaldesa ha puesto de manifiesto que los municipios están al lado de los comerciantes y hosteleros y que ya han devengado para otros años o perdonado los impuestos que han podido pero ha incidido en que «se necesita más ayuda y los ayuntamientos deben contar con fondos suficientes». Y por eso, ha vuelto a reclamar a la ministra de Turismo «la utilización de la totalidad del superávit y los remanentes».

Asimismo, Gema Igual ha expresado con contundencia la necesidad de «información y coherencia». «Si no sabemos aún si los hoteles van a abrir el día 11 para qué van a desinfectar las instalaciones el 8, y si no es posible la movilidad interprovincial o si las restricciones les van a provocar pérdidas carece de sentido que reanuden su actividad», ha indicado.

Para la alcaldesa de Santander «el Ministerio de Turismo tiene que adelantarse a esa regeneración y recuperación económica del país, que en gran parte depende de este sector», y por ello ha reclamado «avances inminentes, porque no se puede perder ni un solo día más».

«Necesitamos tener apoyo para la seguridad de los trabajadores y el mantenimiento del empleo, con la extensión de los ERTES durante más meses y a todo el territorio nacional», ha recalcado además.

También hizo hincapié en respaldar a las empresas del sector turístico, que requieren «un Plan Nacional de Turismo, que devuelva el prestigio a España, tanto a nivel de seguridad sanitaria como ciudadana» y, en su opinión, «esa labor recae en el Ministerio, al abarcar a todo el territorio nacional».

«Hay que generar confianza nuevamente en España y eso pasa porque se conciba a Europa como un único país donde se genere movilidad con vuelos entre los estados de la UE, porque con las dimensiones de esta crisis sanitaria y económica el sector no se puede recuperar únicamente con el turismo nacional», concluyó la alcaldesa.