La economía de Cantabria crecerá este año un 3,3 por ciento, menos que la media nacional (4,2 %), y el paro descenderá hasta el 9,9 por ciento, según las previsiones actualizadas de Funcas para las comunidades autónomas, dadas a conocer este lunes.

Funcas señala, en una nota de prensa, que el crecimiento de la economía de Cantabria, que al igual que el resto de comunidades, no alcanzará el nivel de PIB prepandemia, estará marcado por el reducido efecto rebote en el sector turístico, que ya alcanzó prácticamente su nivel anterior a la covid en 2021, y al freno sobre su actividad económica que supondrá su elevada intensidad energética, derivada en gran medida de su estructura industrial.

Recuerda, además, que la caída del PIB en Cantabria en 2020 fue inferior a la media nacional, un 9,8 por ciento, mientras que para 2021 la recuperación fue del 4,7 por ciento, impulsada sobre todo por la industria.

En cuanto a la tasa de paro, Funcas prevé que caiga en Cantabria hasta el 9,9 por ciento, apoyada en parte en un descenso de la población activa, desde el 11,5 por ciento del ejercicio anterior.

Según las previsiones de Funcas, todas las comunidades autónomas continuarán en 2022 la senda de recuperación iniciada el año pasado, aunque, salvo Canarias, frenarán su ritmo de crecimiento.

Las regiones que más crecerán serán nuevamente Baleares y Canarias, pero seguirán siendo las que más lejos estén de los niveles de PIB previos a la pandemia.

Cantabria, Extremadura, Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha son las que registrarán menor crecimiento.

Funcas prevé que este año todavía ninguna región recupere el nivel de PIB prepandemia y que las que más se aproximen a ese nivel sean Extremadura, Castilla-La Mancha y Galicia.

"El impacto del efecto rebote derivado de la normalización posterior al confinamiento y a la eliminación de las restricciones es menos acusado que al inicio de la recuperación", explica Funcas.

Además, advierte de que hay varios factores que afectan negativamente a la actividad económica: el incremento de los costes de producción, la escasez de suministros industriales, el aumento de la inflación, que reduce la capacidad de gasto de las familias, la incertidumbre derivada del conflicto bélico y la subida de tipos de interés prevista para la segunda mitad del año.

En todo caso, la economía de las comunidades autónomas seguirá al alza por la recuperación de la actividad turística y de los patrones de gasto de los consumidores y por el impacto de los fondos europeos.

También se espera que la bolsa de sobreahorro acumulada en 2020 y 2021 permita amortiguar el impacto negativo de la inflación sobre el poder adquisitivo de los hogares.

Funcas señala, además, que en este contexto de recuperación volverán a ser patentes las diferencias interregionales en el ritmo de crecimiento, marcado, por un lado, por la capacidad de aprovechamiento de cada una de los fondos europeos.

Así, considera que serán las regiones con una estructura económica más diversificada, con más peso de los sectores -tanto industrial como de servicios- de mayor contenido tecnológico y alto grado de cualificación, las que se beneficiarán en mayor medida de los fondos europeos.

Por otro, también influirá el peso del turismo y su margen de recuperación hasta el nivel prepandemia, la intensidad energética de su sistema productivo y las diferencias en las tasas de inflación.

Así, Baleares y Canarias liderarán el crecimiento del PIB en 2022, con un 9,9% y un 7,8%, respectivamente, gracias a la normalización del turismo nacional e internacional. Aunque ambas también se situaron a la cabeza en 2021 (10,8% Baleares y 7% Canarias), son las regiones que todavía se encuentran más lejos de los niveles prepandemia por el fuerte castigo sufrido en 2020 (-21,7% y -18,1%, respectivamente).

En el extremo contrario se sitúan Cantabria, Extremadura, Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha con crecimientos del PIB este año del 3,3%, por debajo de la previsión para la media nacional (4,2%).

Funcas apunta que, en general, las regiones con escasa importancia del turismo exterior, un sector industrial débil y un peso elevado de la agricultura fueron las que sufrieron una menor caída del PIB en 2020 y por tanto las que están registrando un menor efecto rebote posterior.

Y aclara que el rango de posibles resultados es mucho más amplio de lo habitual dada la gran incertidumbre derivada de los riesgos geopolíticos, que pueden condicionar factores como la llegada de turistas internacionales o la magnitud del impacto del sobreahorro sobre las decisiones de gasto de los consumidores.

Añade que tampoco hay certeza en cuanto a la cuantía de las inversiones financiadas por los fondos europeos e, incluso, sobre su efecto multiplicador y concluye que otra fuente de incertidumbre es la evolución del precio de los productos energéticos y otras materias primas.