La Mesa Sectorial de Educación ha aprobado el calendario escolar para el curso 2020-2021 propuesto esta semana por la Consejería, con el rechazo de las organizaciones sindicales. La propuesta de la Consejería de Educación recoge 175 días lectivos. El curso se inicia el 7 de septiembre para Infantil y Primaria y para esos niveles termina el 22 de junio, mientras que para Secundaria empieza el 10 de septiembre y concluye el 25 de junio.

El descanso en febrero coincide con el Carnaval más el fin de semana y hay otro previsto en Semana Santa, y ése es uno de los motivos del rechazo de las organizaciones sindicales, que creen por ello que «vuelve a estar vinculado a fiestas religiosas». La propuesta, una vez ha sido aprobada en la Mesa Sectorial, se publicará en el Boletín Oficial de Cantabria para su entrada en vigor. Los sindicatos creen que el calendario escolar aprobado es «una regresión» y supone dar «pasos atrás», hacia un modelo «superado» y con descansos vinculados a las festividades religiosas.

También destacan que lo aprobado modifica por completo la propuesta acordada de manera unánime el pasado mes de abril por el Consejo Escolar. STEC destaca que este calendario es «una vuelta atrás» y lamenta que la actitud de la consejera, Marina Lombó, «no es de negociación».

El calendario, a su modo de ver, «no es equilibrado ni pedagógico». «No entendemos que la Consejería de Educación la haya asumido el PRC para esto», dicen en este sindicato. Anpe coincide en que este calendario no tiene nada que ver con el que se acordó en marzo y abril y lamenta que la consejera haya «roto unilateralmente» esa negociación.

Para Anpe, esta forma de actuar «no son formas ni maneras». «Creemos que se equivoca la consejera», añaden. UGT ha rechazado el calendario escolar porque a su juicio «es profundamente desequilibrado» con bimestres «organizados en función de las festividades».

El sindicato cree que la Consejería cambia el calendario escolar «por meras cuestiones económicas, no pedagógicas» y plantea «una estructura bimestral totalmente descompensada y un último bimestre muy largo al final del curso, justo cuando el alumnado está más cansado». «Es inaceptable desde todos los puntos de vista que la Consejería de Educación siga esquivando la negociación y el consenso de la comunidad educativa y no haya hecho ni el más mínimo caso a la propuesta unánime de un calendario de 175 horas lectivas, con bimestres equilibrados y semanas completas no lectivas no dependientes de festividades religiosas o paganas», critica el Sector de Enseñanza Pública de UGT.

Y agrega que el nuevo calendario «impuesto» por la Consejería de Educación «vuelve a delegar en los centros educativos la responsabilidad de la conciliación de la vida laboral y familiar».

CCOO también rechaza este calendario que «no se ha hecho en función de criterios pedagógicos» y además no entiende «el cambio de postura» de la Consejería.