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El Diario de Cantabria

GANADERIA

Agricultores y ganaderos advierten de la crítica situación por la sequía

El estrés por agua y calor del verano reduce los rendimientos en los cultivos y reclama al Gobierno que defina un plan de choque que sirva para aliviar la «crítica situación» en la que se encuentra campo

Varias vacas bebiendo agua de un pantano. / ALERTA
Varias vacas bebiendo agua de un pantano. / ALERTA
Agricultores y ganaderos advierten de la crítica situación por la sequía

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha reclamado al Gobierno la convocatoria «urgente» de la Mesa de la Sequía para analizar la situación y definir un plan de choque que sirva para aliviar la «crítica situación» en el campo. Finalmente, en la tarde de ayer, el Gobierno cedió y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha convocado al grupo de trabajo de la mesa de la sequía para el próximo lunes 5 de septiembre para evaluar la incidencia de la sequía en el sector agrario.

En concreto, la organización agraria ha presentado el informe ‘Efectos de las adversidades climáticas en el campo español’, que muestra que el estrés por agua y calor del verano ha reducido los rendimientos en los cultivos de secano hasta en un 80%, tras una campaña agrícola en la que se han producido múltiples eventos meteorológicos extremos que, en el marco del cambio climático, están provocando pérdidas productivas, reducción de rendimientos y, de ingresos, así como incrementos de gastos para tratar de paliar los efectos de dichas situaciones. El secretario general de COAG, Miguel Padilla, ha reiterado que a los «innumerables problemas» del campo español se une este año la situación de sequía «que está afectando a gran parte del territorio, donde más del 80% de la producciones de secano se verán afectados». «Se van a perder producciones y en el regadío se está haciendo que se dejen de producir ciertas producciones y en el mejor de los casos se sustituyen por otras de menor necesidad hídrica», ha explicado. En el caso de la ganadería, Padilla ha subrayado la «dificutlaad para abastecer de agua y la escasez de pastos», lo que está provocando que alimentarn a los animales en las explotaciones «sea difícil».

El intenso calor pone en jaque a los apicultores

El intenso calor y la fuerte subida de los costes de producción están amargando la existencia a los apicultores en España, muchos de los cuales se ven incapaces de sacar adelante sus explotaciones al cabo de tres años de malas cosechas. «Este año está siendo demoledor para las abejas. El calor en exceso y la falta de humedad hacen que no haya pasto ni comida, y eso nos obliga a hacer un gasto extra en alimentación, por lo que empiezan a no rendir los precios», resume el presidente de la Asociación Española de Apicultores, Mario Fernández. Con la sequía, no hay floración en el campo y los productores se ven obligados a mantener vivas a las abejas con mezclas de agua y azúcar que reemplazan al néctar.

«Ante esta situación, pedimos una convocatoria urgente de la Mesa de la Sequía para analizar rigurosamente la situación y poner encima de la mesa medidas de choque que sirvan para aliviar esta situación», ha demandado el secretario general de COAG.

COAG ha analizado el impacto de la sequía en España y señala que en el caso del olivar hay una «importante afectación» en las producciones por la sequía y las fuertes olas de calor, especialmente en los secanos en los que se espera muy poca cosecha (10%-20% de una producción normal). Respecto al viñedo, la situación de estrés hídrico y térmico ha afectado severamente a las producciones, lo que ha provocado adelantar la cosecha en 15-20 días y que la uva esté muy afectada por lo que caerá la producción y el rendimiento. «Podemos caer por debajo de los 40 millones de hectólitros», han señalado. En el caso del regadío, COAG recuerda que se han dado importantes restricciones, lo que ha condicionado los cultivos a sembrar e incluso su desarrollo. Así, cultivos como el arroz han visto como su superficie caía un 90% en zonas como Extremadura (de 21.300 hectáreas el año pasado a 2.100 hectáreas este año) por las restricciones para el agua de riego. En secano, donde el agua es el factor limitante, se están viendo afectados en muchas zonas cultivos leñosos como el viñedo y el olivar, que incluso entran en paradas vegetativas y sufren problemas de cuajado de fruto.

Respecto a las frutas y hortalizas, la organización agraria ha señalado que se han visto impactado por el mayor consumo energético. Así, en la fruta, si bien no hay problemas de disponibilidad de agua para riego, hay que regar más, lo que implica más costes, pero se han visto impactados por las heladas, que mermaron fuertemente la producción, y ahora el calor y los granizos.

En los frutos secos, a la importante caída productiva derivada de las heladas de abril que dejaron la previsión de cosecha en un 30% inferior al año previo, hay que sumar las importantes pérdidas sobre los rendimientos que están generando la falta de lluvias y las severas olas de calor.

PROBLEMAS PARA ALIMENTAR A LOS ANIMALES. Respecto a los sectores ganaderos, el informe señala que se han producido sobrecostes por un uso mayor de la refrigeración en los sectores más intensificados, una menor tasa de transformación de pienso a carne, menos peso de los animales alcanzado en el mismo tiempo de los ciclos, dificultad de acceso a pastos por la sequía, así como de cultivos de la explotación para aprovechamiento en la alimentación (ensilados) y necesidad de llevar agua a los animales de extensivo para que puedan hidratarse, puesto que se han secado muchas charcas y puntos de suministro de agua. Además, la alimentación animal se ha encarecido por el aumento de precio de fertilizantes, combustibles y por la falta de disponibilidad de materias primas. Así, la paja el año pasado estaba a 55 euros/paquete grande de cuatro cuerdas y este año a 95 euros, mientras que la alfalfa ha pasado de 170 euros el año pasado a más de 190 euros este año.

De esta forma, en la avicultura, los periodos más largos de elevado calor están afectando mucho al uso de energía necesaria para la refrigeración. También afecta a la conversión de pienso a carne (se necesita entre un 5% y un 8% más de pienso para llegar al mismo peso), algo que afecta directamente a las liquidaciones. Así, en una nave media se podría cuantificar el sobrecoste en unos 1.250 euros adicionales solo en pienso. E la cunicultura se usa más energía en refrigeración que se suma al incremento de precios (para una nave de 3.000 madres, si se pagaban hasta hace un año 1.900 euros de media, ahora se están 2.600 euros al

mes de consumo energético, lo que supone un 37% más). Los animales comen menos y llegan a pesos inferiores, por lo que se obtienen menores rendimientos.

Respecto al porcino, el informe señala que en el caso de granjas de madres reproductoras se ha producido un sobrecoste en la necesidad de usar energía, si bien el impacto es limitado, ya que el 80% de las explotaciones tienen implantación de energías renovables. Se ha doblado la mortandad por elevado calor (hasta un 6%-7%), lo que repercute en los rendimientos e ingresos finales. En el vacuno de carne se ha dado un aumento del coste para aportar agua al ganado, por falta de disponibilidad de los recursos habituales: gasto en energía y horas de mano de obra para trasladar y suministrar esa agua. Además, en algunos casos se ha tenido que acometer inversiones para la construcción de pozos.

Mientras que en el ovino-caprino carne, al haber menos pasto en el campo por la sequía, ha supuesto un encarecimiento en la alimentación. El informe cuantifica el sobrecoste en alimentación en un 20%-25% más que se tiene que comprar y señala la dificultad para suministrar agua, lo que supone un mayor gasto para llevar camión de agua (energía y mano de obra) y no poder llevar el ganado a determinados pastos porque no tienen acceso al punto de agua.

El pantano del Ebro baja al 39,7% tras perder 18,9 hm3

La cuenca del Ebro está por debajo de la media de de los últimos cinco años

El embalse del Ebro ha perdido en la última semana otros 18,95 hectómetros cúbicos, por lo que sigue descendiendo su capacidad y continúa por debajo de la mitad. En concreto, está al 39,7 por ciento, tres puntos y medio menos que hace siete días, al albergar 214,6 hm3 de los 540,6 que puede llegar a almacenar.

Actualmente, el pantano cuenta con 27,35 hm3 menos que la misma semana del año pasado, según los datos facilitados este lunes por la Confederación Hidrográfica del Ebro.

Además. el volumen de agua embalsada en la cuenca hidrográfica del Ebro ha caído esta semana un 2,4 % y los pantanos se sitúan en el 43,3 % de su capacidad, con 3.430 hectómetros cúbicos de los 7.917 que pueden albergar en su totalidad.

Según los datos, en la misma semana del año pasado la situación era de 4.374 hm³, correspondientes al 55,2 % de la capacidad total, mientras que el promedio de los últimos cinco años (2017-2021) se sitúa en el 59 % con 4.674 hectómetros cúbicos.

La cuenca no supera la reserva promedio de los últimos cinco años y se encuentra también por debajo de la cifra de 2021 y de la del mínimo, que se produjo en el año 2017 con 3.853 hm³ y el 49 % de la capacidad total.

En la margen derecha los pantanos están al 58 % de su capacidad con 365 hectómetros cúbicos, por encima tanto de la de 2021, que fue de 357 hectómetros cúbicos y el 56 %, como del promedio de los últimos cinco años, que es de 312 hm³ y el 49 %, y del mínimo de los últimos cinco años, que se registró en 2017, con 181 hm³ y el 29 % de la capacidad total de almacenamiento.

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