Acto reducido pero con el mismo mensaje de Igualdad
23:45 08/03/21
La Comisión 8 de marzo ha celebrado un acto en la plaza del Ayuntamiento, donde se han concentrado cerca de 200 mujeres, para reivindicar el Día Internacional de la Mujer, y exigir, entre otras medidas, que uno de los ejes en los que se basen los planes de reconstrucción tras la pandemia se centre en las desigualdades que sufren las mujeres.
Así lo ha subrayado la portavoz de la plataforma feminista, Ana Bolado, al dar lectura al manifiesto "Juntas y unidas somos más fuertes", en una amplía zona de la plaza, acotada y con marcas en el suelo para que las participantes en el acto guardaran la necesaria distancia social.
Todas las participantes han exhibido carteles con eslóganes como "Si nosotras paramos se para todo el mundo", "No son muertas, son asesinadas", "Basta ya de terrorismo patriarcal" y "Te cansas de oírlo, nosotras de vivirlo".
"La fecha del 8 de marzo es nuestra, internacional y reivindicativa. La solución a la desigualdad entre mujeres y hombres se llama feminismo y la sororidad es nuestra arma; la que permite seguir avanzando", subraya el manifiesto, en el que se apunta que aunque la pandemia está afectando a toda la humanidad, está siendo "mucho más dura para las mujeres".
En este sentido, consideran que el impacto del COVID-19 está produciendo aumento del desempleo femenino, del trabajo no remunerado en cuidados a la infancia y a mayores, de la violencia de género en todas sus manifestaciones y de la pobreza de las mujeres.
Por ello, la plataforma exige que uno de los ejes en el que se basen los Planes de Reconstrucción post-Covid-19 esté centrado en las desigualdades que padecemos las mujeres, sumándonos así a lo que la Agenda 2030 que entre sus objetivos define la igualdad de género como un "derecho fundamental, que además facilita la construcción de un mundo pacífico, próspero y sostenible".
Y denuncian que ser mujer es la principal causa de pobreza; los recortes presupuestarios en los sectores que más afectan a las mujeres (sistema de salud, servicios sociales y educación; la corrupción como un factor agravante de la crisis; y los "recortes de derechos que pretende imponer la ultraderecha y aquellos que les apoyan".
Frente a esto, exigen una "educación laica y feminista, libre de estereotipos heteropatriarcales, desde los primeros tramos educativos hasta la Universidad y espacios de formación que no releguen nuestra historia a los márgenes".
"Queremos ser protagonistas de nuestra salud, de nuestros cuerpos, de nuestra vida, sin presiones estéticas", añade el manifiesto, que reclama también "cobrar las pensiones que nos hemos ganado tanto en el trabajo asalariado, como de cuidados no remunerados". ![Publicidad 171034]()
Así lo ha subrayado la portavoz de la plataforma feminista, Ana Bolado, al dar lectura al manifiesto "Juntas y unidas somos más fuertes", en una amplía zona de la plaza, acotada y con marcas en el suelo para que las participantes en el acto guardaran la necesaria distancia social.
Todas las participantes han exhibido carteles con eslóganes como "Si nosotras paramos se para todo el mundo", "No son muertas, son asesinadas", "Basta ya de terrorismo patriarcal" y "Te cansas de oírlo, nosotras de vivirlo".
"La fecha del 8 de marzo es nuestra, internacional y reivindicativa. La solución a la desigualdad entre mujeres y hombres se llama feminismo y la sororidad es nuestra arma; la que permite seguir avanzando", subraya el manifiesto, en el que se apunta que aunque la pandemia está afectando a toda la humanidad, está siendo "mucho más dura para las mujeres".
En este sentido, consideran que el impacto del COVID-19 está produciendo aumento del desempleo femenino, del trabajo no remunerado en cuidados a la infancia y a mayores, de la violencia de género en todas sus manifestaciones y de la pobreza de las mujeres.
Por ello, la plataforma exige que uno de los ejes en el que se basen los Planes de Reconstrucción post-Covid-19 esté centrado en las desigualdades que padecemos las mujeres, sumándonos así a lo que la Agenda 2030 que entre sus objetivos define la igualdad de género como un "derecho fundamental, que además facilita la construcción de un mundo pacífico, próspero y sostenible".
Y denuncian que ser mujer es la principal causa de pobreza; los recortes presupuestarios en los sectores que más afectan a las mujeres (sistema de salud, servicios sociales y educación; la corrupción como un factor agravante de la crisis; y los "recortes de derechos que pretende imponer la ultraderecha y aquellos que les apoyan".
Frente a esto, exigen una "educación laica y feminista, libre de estereotipos heteropatriarcales, desde los primeros tramos educativos hasta la Universidad y espacios de formación que no releguen nuestra historia a los márgenes".
"Queremos ser protagonistas de nuestra salud, de nuestros cuerpos, de nuestra vida, sin presiones estéticas", añade el manifiesto, que reclama también "cobrar las pensiones que nos hemos ganado tanto en el trabajo asalariado, como de cuidados no remunerados".
