LA Plataforma en Defensa del Saneamiento del Río Asón y las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel es un grupo creado para buscar una solución definitiva al problema de los vertidos tóxicos en Las Marismas, en la zona oriental de Cantabria. Esta plataforma surge en Limpias en noviembre de 2021, donde se localizan vertidos provenientes de tuberías de más de 60 centímetros que caen directamente sin tratar al extremo sur de las marismas. Pero el problema va más allá de Limpias, ya que la proyección inicial del proyecto abarca mejoras del tratamiento de residuos desde Laredo hasta Ampuero.

“En el río Asón se encuentran localizados 11 puntos de vertido, correspondientes al municipio de Ampuero, y tres más pertenecientes al núcleo de Marrón, y todos ellos sin paso previo por ninguna depuración. También en Limpias se localizan otros tres vertidos que van directamente a la ría de Limpias, que forma parte del Reserva Natural de las Marismas de Santoña. Además, las aguas residuales de Colindres, municipio que cuenta con red separativa, se conducen a una depuradora de tipo biológico y posteriormente se vierten a la ría de Rada, donde desemboca el río Asón, que también forma parte de la Reserva Natural de las Marisma de Santoña”. Estos son los datos que recoge el informe de viabilidad del proyecto “Colector General del Asón” a fecha de 2015.

CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA Según la Confederación Hidrográfica, al tratarse de una obra pública de interés general del Estado, la fecha debería de respetarse, pero es la tercera prórroga

“La Cantabria Oriental se encuentra abandonada”, sentencia Enrique González, Portavoz de la Plataforma en Defensa del Saneamiento del Río Asón y las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Como representante, la principal de sus demandas es la necesidad de la ejecución de una obra que solucione el problema de los vertidos, hecho que lleva retrasándose desde hace más de tres años. Además, según Enrique González, el problema se ha vuelto recurrente en esta zona desde hace décadas y, lejos de tener solución, se va agravando con el paso de los años.

La oposición pide al gobierno una actuación rápida para solucionar el sangrado económico

González también menciona que la plataforma ha tratado de involucrar a diferentes partidos políticos en su lucha, pero que sólo el PP, Ciudadanos y VOX se han mostrado dispuestos a ayudar en el proceso. Incluso invitándole al congreso. Según él, el PSOE y el PRC han ignorado las demandas de la plataforma, que busca por todos los medios solucionar el problema de los vertidos. Además, González critica la falta de implicación del gobierno regional, que ha priorizado otras obras como La Lechera, el MUPAC o solicitar el Ave, en lugar de solucionar este problema prioritario para todos los vecinos y visitantes de la zona.

La plataforma exige un seguimiento del proceso de redacción y ejecución de la obra, ya que temen que pueda retrasarse nuevamente. La última fecha prevista para la finalización de la obra, según la ministra, es para 2028. Al menos para el tramo fluvial. Sin embargo, es necesaria la intervención en los tres tramos: el conector de Ampuero a Colindres; el conector de la Ría de Rada, que abarca Voto, Bárcena de Cicero, Escalante y Argoños; y el subfluvial de Laredo a Santoña, tramo que comenzó a gestionarse con una tuneladora que quedó atascada y, que según las autoridades “ya no se puede hacer nada más”. Sin plantear otras opciones, como por ejemplo arreglar conexiones entre tuberías, preparar las tierras, pagar expropiaciones…

La de 2028 es la tercera fecha que se da desde 1994, con el último informe de 2015, con datos y presupuestos desfasados. Es decir, es necesario que vuelva a redactarse y presupuestarse de nuevo, para que las cifras que se manejan, la información y los tiempos sean realistas con la época actual.

Vertidos sin control, expedientes europeos y edificios abandonados | El informe de viabilidad del proyecto “Colector General del Asón” desfasado

No se entiende que existan estaciones de bombeo ya construidas y pagadas, dos en Colindres y otra en Laredo, y que carezcan de ningún tipo de mantenimiento. Y que debido al abandono que sufre la zona, actualmente se encuentran en una situación precaria. Las infraestructuras han sido vandalizadas con pintadas y tienen importantes daños que ponen en peligro a los posibles curiosos que se acerquen a las instalaciones. Porque esta zona es de acceso libre y ya hay incluso quien ha utilizado una de estas estaciones como zona de recreo no autorizada, instalando tiendas de campaña.

En cuanto a la situación actual de los vertidos en la zona, González describe que son «incomprensibles», porque llevan siendo ignorados desde hace décadas. Según él, los vertidos tóxicos en Las Marismas se han llegado a mencionar en diarios de tirada nacional de gran repercusión, como El País, pero aún así no se ha hecho nada para solucionar el problema. González también menciona que la zona, antes de convertirse en el Parque Natural de las Marismas, ya se veía afectada por dichos vertidos, lo que implica modificaciones del ecosistema que dañan tanto a la zona como a la salud de las personas que viven cerca, afectando a miles de vecinos.

Hay que recordar que en el problema abarca a nueve municipios de la Cuenca del Bajo Asón (Ampuero, Limpias, Voto, Bárcena de Cicero, Colindres, Laredo, Escalante, Argoños y Santoña). Y en esta zona residen más de 50.000 personas que, en época estival, aumentan a 150.000. De los ayuntamientos mencionados, Santoña y Colindres son los más implicados en la exigencia de soluciones.Actualmente, la Plataforma en Defensa del Saneamiento del Río Asón y las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel tienen localizados más de 30 puntos de vertidos, muchos de ellos registrados en el Censo Nacional de Vertidos que tiene el Ministerio de Transición Ecológica y Red Hidrográfica. Además, debido a la normativa europea de tratamiento de aguas, el problema de estos vertidos tiene ya un expediente abierto para sanción en la Comisión Europea.

En resumen, la Plataforma de Afectados por los Vertidos en Las Marismas insiste en encontrar una solución definitiva al problema de los vertidos tóxicos en la zona de Las Marismas. Exigen que se siga adelante con la ejecución de una obra que solucione el problema y que se haga un seguimiento adecuado para evitar retrasos. Además, se sienten ignorados por partidos políticos como el PSOE y el PRC, y critican la falta de implicación del gobierno regional en la solución del problema.

Más de 2.000 millones de dinero público para seguir igual

Hace 20 años se puso en marcha un proyecto cuya ejecución debería de haber durar dos, y por el que se iban a recoger las aguas sucias de toda la cuenca baja del río, desde Ampuero hasta la desembocadura.

La realidad es que se comenzaron a ejecutar las obras, pero pararon de forma muy rápida y llevan años paralizadas. Desde entonces, se han construido sin ningún tipo de criterio bastantes edificios de estructura de colectores. También se ha realizado un túnel que atraviesa todo el monte de Santoña, pero, sin embargo, ninguna de las aguas sucias que se echan al cauce bajo del Asón ha dejado de verterse.

Parte de la responsabilidad es del gobierno central, y parte de la responsabilidad es del gobierno autonómico, porque el control de la calidad de las aguas y el control de los vertidos es competencia de la consejería. Lo único que se ha conseguido es que el gobierno de Cantabria diga que está muy preocupado, pero no asume ninguna responsabilidad. Y al no hacerlo ni si quiera se ha molestado en pedir un inventario de los vertidos ilegales. La desidia por el tema es absoluta.

El diputado de VOX, Cristóbal Palacios, calcula que el proyecto total supone unos 2000 millones de euros de inversión que han ido a ninguna parte durante más de 20 años. Dinero proveniente de subvenciones europeas, es decir, inversiones que realiza el gobierno de España con fondos europeos.

Con ello se pretendía comunicar mediante un túnel por debajo de la bahía a Laredo con Santoña para el trasvase de las aguas sucias.

Un despilfarro económico que ha acabado atascado en los fondos marinos de la bahía de Santoña, en forma de tuneladora, y entre lodo. Una tuneladora que no podrá finalizar su cometido porque hay una sentencia que dicta que ese tramo ya iniciado debe de rellenarse con cemento y realizar uno paralelo. Lo que significa empezar de cero de nuevo y dejar abandonadas todas las instalaciones que se habían hecho a los dos extremos del túnel ya creado. Por lo tanto, al dinero perdido hasta ahora, hay que seguir sumando, con la esperanza de que las exigencias lleguen a buen puerto.