Reinosa confinúa este fin de semana el Mercado Campurriano, en el que participan 32 artesanos agroalimentarios cántabros y con el que se pretende rendir «un homenaje» a estos productores que «tan mal lo ha pasado» por la pandemia y que «tanto contribuyen a la dinamización de los municipios rurales» de la región. La cita, que cumple su 18 edición, se desarrolló ayer sábado y hoy domingo, en horario de 11.00 a 15.00 horas, y en la Avenida Puente de Carlos III, donde se corta el tráfico y que supone un lugar «idóneo» por su belleza y amplitud, para poder así cumplir las medidas sanitarias por el Covid.

Organizado por el Ayuntamiento con la financiación de la Consejería y la colaboración de la Oficina de Calidad Alimentaria de Cantabria (ODECA), el mercado convierte a Reinosa en «la capital del producto agroalimentario», ya que hay quesos con denominación Se convierte en «la capital del producto agroalimentario»; ya que hay quesos, sobaos y quesadas, verduras, patatas, fruta, leche, vinos, orujos, sidras, zumos, repostería, mermeladas, embutido, pan o miel de origen, sobaos y quesadas, verduras, patatas, fruta, leche, vinos, orujos, sidras, zumos, repostería, mermeladas, embutido, pan o miel.

El evento gastronómico se complementó este año con un festival musical y actividades folclóricas, ayer por la tarde en la Plaza de España, y que suponen un «encuentro de la ribera del Ebro», con la actuación del grupo El Pilar de jotas de Zaragoza. Además, con motivo de un pasacalles, se presentó también un ‘ochote’ de Reinosa. Se trata de una pequeña coral de cámara típica del norte de España, forma tradicional de cantar que se perdió en C