Los lobos podrían volver a extinguirse en Dinamarca y otros países de las tierras bajas europeas a menos que la población se complete con animales migratorios, según un nuevo estudio.

Una manada de lobos cruzó la frontera de Alemania a Dinamarca en 2017, poniendo fin a 200 años de ausencia de lobos en el país. Pero el 48% de la población de lobos de Dinamarca ha sido posteriormente matada ilegalmente o ha desaparecido, siendo los disparos la única explicación plausible.

Los lobos han prosperado en las tierras bajas de Europa en los últimos años, con poblaciones que han aumentado en más de un tercio anual en Alemania entre 2000 y 2015. Protegidos por la legislación de la UE, los lobos nacidos en Alemania han recolonizado Dinamarca, Bélgica, los Países Bajos y partes de Francia.

Pero un estudio sobre los 35 lobos que, según las pruebas de ADN, se han trasladado al norte de Dinamarca, publicado en Conservation Letters, ha descubierto que las tasas de mortalidad son 10 veces más altas de lo normal en el país. En Schleswig-Holstein -el estado más septentrional de Alemania, fronterizo con Dinamarca- la principal causa de muerte es el tráfico, sobre todo en las rápidas autopistas que rodean Hamburgo.

En Dinamarca, menos poblada, no ha habido muertes por tráfico, pero sólo nueve de los 27 lobos registrados en el país seguían vivos a principios de 2020. Cuatro habían cruzado al sur, hacia Alemania, uno murió por causas naturales, otro fue una matanza ilegal confirmada y 12 han desaparecido. La esperanza de vida de un lobo danés es de apenas dos años.

"Por desgracia, no es sorprendente. Forma parte de un patrón que hemos visto en muchos países. Lo normal es que desaparezcan y no se encuentren nunca", afirma el autor principal, el profesor Peter Sunde, de la Universidad de Aarhus.

La investigación ha demostrado que la clave del resurgimiento del lobo en las tierras bajas de Europa ha sido que el animal ha encontrado refugio en grandes zonas de entrenamiento militar, sobre todo en Alemania, donde puede criar sin problemas de persecución. Cuando los lobos abandonan la seguridad de estas zonas restringidas, pueden encontrar abundante comida, incluso en zonas suburbanas, pero son mucho más propensos a la persecución.

Lobo gris en un río con rocas al fondo con aspecto hambriento y delgado. Ubicación: Dinamarca
La clave del resurgimiento del lobo en Europa ha sido que el animal ha encontrado refugio en zonas de entrenamiento militar. Fotografía: Sportactive/Getty Images/iStockphoto
Según Sunde, los lobos son especialmente vulnerables en países como Dinamarca, que tienen muchos propietarios privados, en lugar de grandes bosques estatales como Finlandia y Suecia. "Un lobo a lo largo de un año probablemente se encuentre con personas cientos de veces, y sólo necesita encontrarse con una persona hostil con un arma una vez para morir", dijo. Los ecologistas calculan que la parte danesa de la península de Jutlandia -un paisaje cultivado similar al de las tierras bajas de Escocia, con sólo un 13% de cobertura forestal- tiene espacio para 10 manadas de lobos.

Se cree que los animales que cruzan desde Alemania no son el objetivo de los ganaderos de ovino, que son un número bastante reducido en Dinamarca, sino de los cazadores a los que les disgusta que el depredador se lleve a los ciervos que quieren abatir.

Sunde subrayó que su estudio no aportaba pruebas de quién estaba detrás de las matanzas de lobos en Dinamarca, pero añadió: "Suelen ser los cazadores los que impulsan esto, porque consideran al lobo como un competidor de recursos. Los cazadores de ciervos tienen las armas y pueden disparar al lobo. Ahí es donde está el gran interés, el gran dinero y también los grandes sentimientos.

Algunos sostienen que permitir los "sacrificios" autorizados de lobos puede reducir los índices de persecución ilegal al tranquilizar a grupos como los cazadores o los ganaderos de que no se permitirá que las poblaciones aumenten indefinidamente. Pero un estudio realizado en Finlandia sugirió que una "cosecha" legal de lobos aumentaba en realidad la probabilidad de matanza ilegal.

"Ahora mismo tenemos una legislación que protege a los lobos, y no está funcionando porque una minoría no sigue las reglas", dijo Sunde.

"La solución debe ser cambiar de actitud. Mientras haya gente dispuesta a infringir la ley es casi imposible controlar esto o vigilarlo porque es un delito que ocurre en las propias propiedades de la gente."