23.04.2024 |
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«Nuestra prioridad es la competición de peñas»

El director de competiciones de la Federación cántabra de bolos cree que «si conseguimos echar a andar en algún momento, debemos tener claro que tendremos que renunciar a gran parte del calendario habitual»

«Nuestra prioridad es la competición de peñas»

Ya no es ‘noticia’ que el deporte -como el resto de sectores de la sociedad- están afectados por la pandemia del COVID-19. Desde que el presidente del Gobierno de España decretase el estado de alarma -que sigue vigente y que mientras escribía esta entrevista Pedro Sánchez anunciaba una nueva prórroga, hasta el 9 de mayo- todo quedó paralizado. Fútbol, balonmano, baloncesto, voleibol... estaban ya en la recta final de la temporada, pero los bolos se disponían a arrancar -únicamente se habían disputado los octavos y cuartos de final de la Copa Apebol-Trofeo Hipercor y dos jornadas de las Ligas de pasabolo tablón-, por lo tanto el vernáculo deporte afronta con gran incertidumbre lo que ya va a ser una temporada histórica. 

Muchas son las opiniones que se están escuchando en estas últimas semanas. Cada uno tiene una idea de cómo debe ser la temporada y preferencias, pero lo cierto, como bien apunta Eduardo Herrera, director de competiciones de la Federación Cántabra de Bolos, no se puede afirmar nada en estos momentos, porque ni se sabe una fecha para el desconfinamiento ni cómo va a ser éste. La Territorial lleva trabajando en los diferentes escenarios desde el primer momento y todos los directivos, como ocurre con la inmensa mayoría de los jugadores, la prioridad -cuando se pueda- va a ser la competición de peñas, porque los clubes son el gran sustento de este deporte.

PREGUNTA: Estoy segura que desde la Federación Cántabra de Bolos ya os habréis planteado diferentes escenarios. ¿Puedes explicarnos cuáles?

RESPUESTA: Desde la primera semana del estado de alarma hemos mantenido varias conversaciones con el objetivo de reconducir y replantear una temporada que apenas estaba empezando. Desde entonces hemos valorado nuevos calendarios, nuevas fechas que, con el paso de las semanas, hemos tenido que ir descartando debido a las diferentes prórrogas del estado de alarma. El principal problema con el que nos encontramos es que estamos en una situación donde los hechos se van sucediendo, con lo que es difícil plantearse un escenario firme. Digamos que estamos atados de pies y manos en ese aspecto. 

P: ¿Crees que se podrá salvar la temporada o al menos algo de ella?

R: Pues la respuesta va en la misma línea que la anterior. El optimismo inicial ha ido dando paso al pesimismo actual. A medida que pasan los días pienso cada vez más en la dificultad de salvar la temporada, aunque sigo confiando en poder replantearla, pero obviamente tenemos que ser conscientes de que no será una temporada normal. Quizá peque de optimismo, pero creo que si pudiéramos arrancar las ligas a finales de junio o principios de julio, podríamos disputarlas con un mínimo de garantías y condiciones. 

P: ¿Cuál es la prioridad? Se habla de la Liga, pero habrá que distinguir entre la División de Honor y el resto de categorías, pero lógicamente ni son iguales, ni sus protagonistas están en las mismas condiciones. 

R: Efectivamente, la prioridad es la competición de equipo, es decir, Ligas y Copas. Personalmente, soy de la opinión de que es mejor hacer pocas cosas, pero bien hechas que muchas y de mala manera. Debemos ser conscientes de que a día de hoy ya hemos perdido más de un mes de ‘calendario’ y la previsión es de que perderemos al menos otro. Esto quiere decir que estaremos, como poco, dos meses parados, lo que supone volver a empezar. A raíz de esto, habría que hacer otra pretemporada ‘express’ y, lógicamente, no podemos pretender hacer en cuatro meses lo que habitualmente hacemos en ocho, por lo que debemos dar importancia y prioridad a unas cosas sobre otras. Habrá opiniones de todos los colores, pero creo que el inconveniente de perder una temporada individual no puede asemejarse a perder una en equipo, donde las consecuencias, estoy seguro, supondrían el cierre de muchas peñas. Tenemos que intentar por todos los medios, y siempre que sea posible, salvar la temporada a nivel de peña. Si conseguimos echar a andar en algún momento, debemos tener claro que tendremos que renunciar a gran parte del calendario habitual. 

P: Además está el tema de las boleras cubiertas. No hay para todos.

R: Por desgracia, puede ser un problema añadido al que ya vivimos. No tenemos la suerte de contar con la cantidad de instalaciones cubiertas que nos gustaría, por lo que este año tendremos que confiar más que nunca en que la climatología se comporte y nos impida jugar lo menos posible.

P: La Organización Mundial de la Salud ha lanzado algunas recomendaciones para el desconfinamiento, que será progresivo, por grupos de edad y que pide blindar a las personas mayores. Esto sí afecta a los bolos.

R: Habrá que ver, cuando cambie la situación y podamos ir retomando nuestras vidas, qué rumbo toma todo, en general, porque cada día se dicen nuevas cosas y de desdicen algunas otras. Los bolos, en ese sentido, se ven afectados debido a que gran parte del público, muchos directivos e incluso muchos jugadores son de edad avanzada, por lo que deberemos andar con pies de plomo y siempre atentos a las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

P: También se apunta a que cuando finalice el estado de alarma la salida va a ser poco a poco, apuntando a que tanto la restauración como el deporte va a ser lo último. 

R: Sí, y a decir verdad es normal, ya que quizá sea donde más contacto social exista y, por tanto, será lo último en llegar. No obstante, durante este tiempo seguro que mucha gente ha pensado que los bolos son un deporte menor, que mueve menos gente aunque, también es cierto, que un alto porcentaje de esa gente es mayor, por lo que la precaución debe ser también mayor. Frente a este problema, se han escuchado varios comentarios de gente apostando por una competición a puerta cerrada y que llegue a los espectadores a través de las cámaras de televisión. Sin embargo, como en cualquier otro deporte, creo que una competición sin público pierde toda su esencia. Al final, lo que mueven los bolos son los aficionados. 

P: ¿Cómo valoras la afección económica que todo esto va a tener en los bolos, porque por ejemplo ya hay ayuntamientos que han anunciado que todo el dinero de actividades lúdicas y deportivas se destinará a superar la crisis sanitaria?

R: Es indudable que nada va a ser igual, que va a costar mucho recuperar lo que teníamos hace dos meses. Pero creo que la sociedad es consciente de ello y de que, en la medida de lo posible, todos deberemos poner de nuestra parte. Van a sufrir los bolos, como van a sufrir el resto de los deportes, ya lo estamos viendo cada día en los medios. Nos enfrentamos a una gran crisis que afectará en todos los sectores. 

P: Además de directivo también eres jugador y a buen seguro que conversas con otros ¿cómo estáis llevando esta situación?

R: Hay de todo. Hay quienes lo llevan mejor y quienes lo llevan peor, pero todos tenemos claro que debemos armarnos de valor y paciencia, porque es algo contra lo que no podemos hacer más que eso, esperar a que la situación revierta, mejore, y podamos ir recuperando la rutina. Durante este mes y pico que llevamos en casa muchos han hecho cosas que quizá no hubieran hecho nunca, unos han ‘construido’ una bolera en el jardín de su casa, otros se han iniciado en la cocina e incluso otros que nunca pisaron un gimnasio, ahora han convertido un espacio de su casa en un espacio donde hacer ejercicio. Yo, en mi caso, como no soy muy amigo de ese tipo de ejercicio, me he limitado a abrir la nevera pocas veces y cuidar la alimentación.

P: Por último, a las dos ‘ocupaciones’ anteriores, unes la de educador, por lo que también eres bien conocedor de cómo ha ‘partido’ esta pandemia y el estado de alarma este curso en Madera de Ser.

R: El Proyecto Educativo Madera de Ser se ha visto afectado del mismo modo que todos los centros educativos de la región. Paralizado y, a falta de oficialidad, con el curso cerrado. A día de hoy, mi único deseo es que el próximo curso los alumnos puedan empezar con normalidad y nosotros podamos seguir transmitiendo cultura a todos los escolares que pasan por nuestras boleras. 

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